Director

Mateu Alemany afronta uno de sus veranos más movidos desde que fichó por el FC Barcelona. Los anteriores fueron muy difíciles, especialmente el de 2021, donde no había palancas y Ronald Koeman, públicamente debilitado por el presidente, estaba en el banquillo esperando unos fichajes que nunca llegaron. Tan solo le consiguieron refuerzos con la carta de libertad o cedidos --Agüero, Memphis, Éric y Luuk de Jong--, cuyo rendimiento ha pasado con más pena que gloria, mientras se quedaba sin Messi o Griezmann. El verano actual no será tan dramático como aquel primero, pero estará lejos de la opulencia del anterior, donde las palancas de Laporta habilitaron ocho contrataciones --Christensen, Koundé, Lewandowski, Raphinha, Kessié, Alonso, Bellerín y Pablo Torre--, cuatro de las cuales han resultado de primer nivel, y una inversión de 190 millones. 

11 bajas de primer equipo y 17 de filial 

El director de fútbol del Barça, apoyado en Deco como nuevo elemento de la dirección deportiva en sustitución de Jordi Cruyff, trabaja para liberar masa salarial a destajo. En lo que va de verano ha cortado ya a siete jugadores del primer equipo --sin contar a Gerard Piqué, Memphis y Bellerín, que se marcharon a mitad de temporada--, además de las 17 salidas del Barça B.

Más allá de los tres casos citados, también se han marchado Busquets, Jordi Alba, Umtiti, Collado, Nico, Julián Araujo y Chadi Riad. Estos últimos, que tenían ficha del Barça B en la temporada anterior pero ahora ya pertenecerían al primer equipo, están cedidos en Las Palmas y el Betis, respectivamente, así que jugarán en Primera. No se descarta que Abde termine también en el club bético. 

Con toda estas salidas el Barça ha liberado cerca de 150 millones de euros de una masa salarial que ascendía a 656 millones el año pasado. El principal montante liberado ha sido posible gracias a las salidas de Piqué, Busquets y Alba, que le costaron 115 millones al club el año pasado entre su salario anual y los diferimientos del 70% realizados en verano de 2021. 

En cuanto al Barça B, pese a las muchas salidas, no se puede hablar de una reducción significativa. El club trabaja con un presupuesto de unos 30 millones para todo el fútbol formativo, lo que incluye el filial. Su voluntad, más que reducirlo, pasa por generar cada vez más ingresos con gente de la casa. Por este motivo se han producido las ventas de Nico, por 8,5 millones, y de Chadi Riad, que en realidad es una cesión con opción de compra por 2,5 millones condicionada a que juegue un mínimo de partidos. Lo que se busca es rentabilizar la inversión en Masía con 10 millones de ingresos

Limpieza en el basket: 6 bajas más  

Asimismo, el club ha reducido otros 18 millones con las rescisiones y finalizaciones de contrato de la sección de baloncesto. Solamente Mirotic ya suponía 11,3 millones por temporada, a los que había que sumar los 3,5 tanto de Cory Higgins como de Jasikevicius. Además se han marchado también Sanli, Kuric y Tobey, cuyos sueldos eran bastante más discretos. En contrapartida han llegado nuevos jugadores como Willy Hernangómez (3,5), Darío Brizuela o Joel Parra. Y el club está trabajando en al menos dos fichajes más, uno de los cuales será oficial pronto

Saras Jasikevicius habla con Mirotic y otros jugadores del Barça de basket en la Final Four contra el Real Madrid TOMS KALNINS EFE

Con todo ello, que son las principales partidas relativas a la masa salarial deportiva, el Barça habrá conseguido una reducción de casi 200 millones, como dijo recientemente Rafa Yuste. Los 150 del primer equipo, los 18 del basket y los 26 que se esperan limpiar con las salidas de Lenglet (16M) y Dest (10M). También se van a ir Dembelé (16M) y Kessié (12M), pero obviamente se prevén entradas de jugadores que compensarán muchas de estas salidas elevando nuevamente la masa salarial. 

Objetivo: 528M€ de masa salarial deportiva 

A fin de cuentas, el club trabaja para pasar de los 656 millones del curso pasado a unos 528 millones, según confirmó Eduard Romeu hace unas semanas. El objetivo ideal sería rebajar hasta los 450 millones --360 del primer equipo y 90 de secciones y fútbol formativo-- la totalidad de la masa salarial deportiva. De esta forma el club dejaría de estar excedido y podría administrar el mercado de verano bajo la norma 1/1 de la Liga. Pero todavía no será posible este verano, así que el Barça se verá sometido a la norma del 50%: por cada 10 millones liberados, entran solo 5. 

Paralelamente, Mateu Alemany trabaja en la generación de ingresos mediante traspasos, opciones de compra y porcentajes de ventas futuras. Desde que llegó al club, en los dos cursos anteriores, había logrado recaudar 138,8 millones de euros. Este verano ya suma otros 35 millones a falta de lo que ocurra con Dembelé, Kessié, Dest y Lenglet. 

Ocho inscripciones pendientes (como mínimo)

Con todas estas salidas el Barça espera liberar otros 50 millones de margen salarial que servirían para inscribir los fichajes de Gundogan, Iñigo Martínez y Oriol Romeu. También la renovación de Balde y otros hipotéticos fichajes que se están negociando como podrían ser Cancelo o Foyth, Bernardo Silva o Lo Celso y Leroy Sané, Jeremy Doku o Nico Williams. Todo ello a expensas de que se ingresen los 60 millones pendientes de Barça Studios para poder inscribir a los ya renovados Ronald Araujo, Sergi Roberto, Marcos Alonso e Iñaki Peña