El FC Barcelona ya tiene hechos los números para el posible fichaje de Leo Messi, o de los demás que ha pedido Xavi Hernández. La entidad catalana, que se mantiene optimista sobre el regreso del astro argentino pese al adiós de Busquets, presentó el plan de viabilidad a dos años vista el pasado 30 de abril. Según ha podido confirmar Culemanía, las relaciones entre el Barça y la Liga son mejores de lo que se puede intuïr debido a las frecuentes enganchadas entre Javier Tebas y Joan Laporta. Ambas entidades van de la mano, aunque desde el club lamentan que la patronal sea excesivamente restrictiva y aplique exactamente las mismas normas tanto a clubes que manejan presupuestos de 56 millones como a los que rondan los 1.000 millones de euros.
A pesar de las discrepancias, en el Barça asumen que la Liga debe ser, más que un enemigo, un aliado y los ejecutivos del club se han esforzado al máximo para cumplir escrupulosamente las directrices del organismo que preside Javier Tebas. Los números hechos a principios de curso dictan que, como mínimo, el Barça debe reconducir un agujero de 210 millones de euros. Según ha podido saber Culemanía, la cifra es sensiblemente superior: sobre los 220 millones de euros.
Si la junta directiva de Laporta logra el reto de equilibrar esa desviación de 220 millones que hay actualmente en las cuentas de explotación del club, podrá acudir al mercado de fichajes en condiciones óptimas, con la norma 1/1. Cada salario que entra, por el que sale. En caso de no lograr enjugar las pérdidas, el club azulgrana se verá sometido a la norma del 40%, con lo que tendrá mucho menos margen de maniobra para armar un equipo competitivo.
Recortes urgentes en el club
La visión que impera en el Barça es que es imprescindible arreglar ese agujero. Pero no por los nuevos fichajes, sino por la propia sostenibilidad del club. Laporta siempre ha silenciado las voces, que las hay, que abogaban por pedir una derrama o subir drásticamente los abonos de los socios, pero ello complica la tarea de equilibrar los balances de ingresos y gastos.
En este sentido, el plan pasa por una reducción de casi 120 millones con su intervención en siete apartados distintos: los recortes salariales del primer equipo, los de las secciones, una apuesta por rentabilizar la Masía, los recortes en la plantilla de trabajadores, el cierre de Barça TV --cifrado en unos 10 millones-- y la generación de nuevos ingresos por partidos amistosos --con Iniesta en Japón-- y sponsors, donde se espera que llegue un patrocinador a la manga de la camiseta.
¿Cómo tapar el agujero de 220 millones?
Por un lado, el club espera rebajar esos 120 millones con un tijeretazo general, como hizo en 2010 el entonces director general Antonio Rossich, que llegó a imponer la obligación de hacer fotocopias en en blanco y negro, bloqueando las de color, cuando Sandro Rosell llegó a la presidencia. Por otro lado, el Barça debe participar actívamente en el mercado de fichajes como vendedor.
El objetivo de la institución azulgrana es recaudar más de 100 millones de euros en traspasos. Si se pueden alcanzar los 140 millones que ha logrado recaudar Mateu Alemany en estos dos años, mucho mejor. Por lo pronto, se contemplan al menos tres ventas de jugadores de la plantilla actual y numerosas salidas de todos los cedidos que regresan al club, aunque en este caso se asume la dificultad de poder recaudar dinero por ellos y mayoritariamente se darán nuevas cesiones o cartas de libertad.
Los señalados para hacer caja
Los principales señalados para hacer caja son los siguientes: Ansu Fati, Raphinha, Ferran Torres, Franck Kessié y Abde, quien se ha revalorizado tras su paso por Osasuna y saldría en caso de llegar una oferta sustancial; en caso contrario, es probable que se quede a las órdenes de Xavi. Otro jugador que ha sonado para salir es Andreas Christensen, cuya brillante temporada lo sitúa en el escaparate del mercado. Sin embargo, Xavi es rotundamente contrario a su salida y así lo ha manifestado a la cúpula, así que lo normal es que no pueda salir.
Además de las posibles salidas, el Barça recupera a seis cedidos que, salvo el citado Abde, todos están condenados a salir nuevamente, de forma que generarán nuevo margen salarial. Ellos son Lenglet, Umtiti, Dest, Nico, Collado y Trincao, cuyo traspaso al Sporting de Portugal ya está pactado. También se prevé la salida en calidad de cedido de Pablo Torre. La entidad espera ingresar entre 10 y 45 millones entre ellos, contando que la venta de Todibo y algunos otros exjugadores también pueden aportar un pequeño pellizco a la caja. Asimismo, hay que recordar el papel clave de Piqué y Griezmann, que tenían contrato en vigor para el próximo curso.
Messi, justo por encima de Lewandowski
Por contra, el Barça tiene la misión de inscribir al menos cinco renovaciones --Gavi, Araujo, Sergi Roberto, Marcos Alonso e Iñaki Peña, pudiendo aplazar las de Balde y Dembelé a la próxima temporada-- y los siete fichajes que ha pedido Xavi: Leo Messi, Gundogan, Carrasco, Vitor Roque o Aubameyang, Juan Foyth o Pavard, Amrabat e Iñigo Martínez. En el caso del astro argentino, el club ya ha marcado el salario máximo que puede pagarle, prácticamente el mismo que Lewandowski: 26 millones.
En caso de conseguir recortar los 220 millones de pérdidas ordinarias actuales, el Barça podría abordar un mercado de fichajes muy activo. El reto pasa por no gastar prácticamente nada en fichajes y recaudar mucho dinero en ventas para llegar a la regla 1/1. De este modo, la solución consistiría de 12 operaciones de hombre por hombre y salario por salario.
Hombre por hombre
Gerard Piqué inscribe a Leo Messi (y sobra)
Antoine Griezmann inscribe a Ilkay Gundogan (y sobra)
Clément Lenglet inscribe a Araujo
Umtiti inscribe a Gavi
Dest inscribe a Marcos Alonso
Trincao inscribe a Sergi Roberto
Collado inscribe a Iñaki Peña
Kessié inscribe a Amrabat
Ansu Fati inscribe a Vitor Roque o Auba
Raphinha o Ferran inscriben a Carrasco
Nico inscribe a Iñigo Martínez (y falta)
Pablo Torre inscribe a Foyth o Pavard (y falta)