El caso Negreira, que parecía aparcado tras las explicaciones de Joan Laporta a los socios del Barça y ante los presidentes de la Liga, ha vivido otro capítulo que mancha la reputación de los árbitros y de Enríquez Negreira. El también colegiado Sergi Albert Giménez ha denunciado amenazas del entorno de quien fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.
Sergi Albert, según ha explicado en Radio Marca, se siente amenazado. El excolegiado catalán ha narrado que un familiar suyo se encontró con una bala en su plaza de parking. Una plaza que, curiosamente, es propiedad de Javier Enríquez Romero, el hijo de Enríquez Negreira. Y, molesto, ya ha avisado: "Que sepan que yo no me voy a quedar mudo. Se han equivocado".
El relato de Sergi Albert
La bala estaba colocada en la plaza de parking de Sergi Albert. Se trata de una plaza de un parking privado. "Para mí es una amenaza. Y puede venir del entorno de Enríquez Negreira. Su hijo, como propietario de la plaza, sabía que yo también tengo una plaza de garaje ahí. De hecho, hemos coincidido en reuniones de propietarios. Me llama mucho la atención que me dejen una bala en mi plaza", ha narrado Sergi Albert, quien en las elecciones municipales forma parte de la candidatura de Barcelona Ets tu que lidera el abogado Daniel Vosseler.
El excolegiado catalán, que se hizo famoso por sus análisis de los arbitrajes en TV3 durante varios años, ha añadido: "Me enteré el jueves pasado. Llamé al administrador de fincas para comprobarlo y un vecino que estaba en el párking también lo vio. Llamaron a los mossos y levantaron acta. Mañana me personaré en comisaría".
Las palabras de Laporta
Sergi Albert, preocupado y molesto, tiene pevisto prestar declaración ante los Mossos d'Esquadra para explicar los hechos de un caso que se complica día tras día. En una entrevista concedida a Culemanía, explicó que conocía a árbitros corruptos.
El Barça, mientras, espera una resolución judicial favorable después de que su presidente, Joan Laporta, asegurara que el club nunca presionó a los árbitros para recibir un trato justo. Explicó que los 7,3 millones de euros que el Barcelona pagó a Enríquez Negreira entre 2001 y 2018 fueron por informes de asesoramiento que hacía el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.