Aleksander Ceferin quiere que las investigaciones de la UEFA sobre el Barçagate de Negreira transcurran lo más rápido posible. La instrucción de los inspectores Jean-Samuel Leuba y Mirjam Koller, los encargados de la UEFA en el Comité de Ética y Disciplina, podría ir más rápido de lo esperado inicialmente. El objetivo es evitar que, si el Barça acaba solicitando una medida cautelar al TAS, pueda disputar la próxima edición de la Champions League 2023-24. Como trasfondo, la batalla entre la UEFA y la SUperliga, cosa que ya anticipó Culemanía hace varias semanas.
Según publica el diario As, la UEFA tiene el objetivo de que, en caso de castigar o no admitir al Barça en sus competiciones, dé tiempo suficiente al TAS --Tribunal de Arbitraje Deportivo-- para que juzgue sobre el fondo del asunto sin necesidad de conceder al club una suspensión cautelar, lo que alargaría el proceso y podría permitir a los culés jugar competiciones europeas en la temporada 2023-24. Es por ello que desde la UEFA no quieren que el asunto se demore más allá del mes de junio, a pesar de que se trata de un caso complejo y otros expertos afirman que la investigación UEFA sí irá para largo.
El precedente del Fenerbahçe
Culemanía ya informó en los últimos días de un precedente que, al contrario de lo que publica As, podría demorar una hipotética sanción de la UEFA al Barça. El organismo europeo dejó durante dos años sin competiciones europeas al Fenerbahçe, que estuvo sancionado en el periodo comprendido entre 2013 y 2015. El Fenerbahçe recibió la sanción por parte de la UEFA por arreglar partidos para ayudar al equipo a ganar el título de la Superliga turca en 2011.
El caso es que la UEFA se precipitó con la sanción, ya que posteriormente el club turco y los 35 acusados fueron declarados inocentes en los tribunales. Había castigado a un club que finalmente no había sido declarado culpable, lo que hace pensar que con el Barça serán más prudentes.
El TAS, en el punto de mira
Sea como sea, fue la semana pasada cuando la organización del fútbol europeo tomó la decisión, de conformidad con el Artículo 31(4) del Reglamento Disciplinario de la UEFA, de iniciar una investigación que podría dar con el Barça fuera de la Champions League en virtud de los artículos 4.02 y 4.03. Si hay sanción de la UEFA, el primer paso que darían los culés sería acudir a la Corte de Apelación del organismo del fútbol europeo.
De ahí, si ese Comité ratificase la sanción, el Barça iría al TAS. Allí es donde el club presidido por Joan Laporta se jugaría casi todas sus esperanzas de jugar en Europa la próxima campaña. La UEFA pretende, acelerando el proceso, que el TAS tenga el tiempo suficiente para entrar en el fondo de la cuestión y no pueda conceder una medida cautelar que permita a los blaugrana jugar en Europa la próxima campaña.
La posibilidad de la justicia ordinaria
La opción de que el Barça acuda a la justicia ordinaria para pedir una medida cautelarísima también está encima de la mesa, aunque su efectividad no está clara ya que la UEFA es la que invita a los equipos a sus torneos y es la que pregunta a sus invitados si tienen algún proceso abierto por motivos de integridad.
El FC Barcelona estará obligado, en este sentido, a admitir que el caso Negreira se encuentra en investigación abierta por un Juzgado de Barcelona. Otra cosa es que, en un futuro, el Barça fuese exculpado. Entonces, una hipotética denuncia a la UEFA podría obligar al organismo europeo a pagar una indemnización millonaria por daños y perjuicios. Ahora mismo, las vertientes jurídicas de ambos bandos siguen rearmándose y todo está en el aire. La guerra fría entre el Barça y la UEFA, sin embargo, ha empezado. Y cada vez son más frentes abiertos para la junta de Laporta...