Coninúan las tensiones en el FC Barcelona. El próximo jueves se celebrará una reunión ordinaria de junta directiva para tomar una decisión sobre la financiación del Espai Barça, que incluye la reforma del Camp Nou, estadio donde el conjunto azulgrana en principio no podrá jugar la próxima temporada. Existen varios condicionantes que amenazan paralizar las obras.
Muchas dudas sobre el Espai Barça
Las dudas que genera el Espai Barça son latentes y palpables. El plazo para firmar la financiación definitiva era el 31 de marzo, aunque Laporta dijo que lo podrían prorrogar un mes más. Finalmente será el próximo jueves donde se aborde la financiación del Espai Barça, que presenta muchos interrogantes por resolver.
Desde hace unas semanas se comenta la posibilidad que el Espai Barça se pare durante un tiempo, aunque el escenario principal es el de cerrar una financiación antes de que acabe este mes. No se descarta detener el proyecto, aunque Laporta y su núcleo duro son partidarios de seguir adelante pese a las presiones externas, e internas.
El Barça espera poder cerrarlo al 6% de interés, aunque que se considera un poco alto desde el club. El club aspira a un modelo de devolución del crédito en tramos flexibles, de forma que el 6% actual pudiese verse reducido más adelante. Hay otros condicionantes que amenazan las obras como la guerra de Ucrania, que ha encarecido materiales de construcción.
El Barçagate ha sembrado muchas dudas, ya que actualmente es un condicionante que podría complicarlo todo. La UEFA ha abierto expediente al Barça por este aspecto y eso es algo que preocupa, ya que podrían dejar al club fuera de la Champions. El caso Negreira se está investigando en un juzgado de instrucción de Barcelona.
Traslado a Montjuïc
El club le debe comunicar pronto a la UEFA la decisión final sobre donde jugará la Champions la próxima campaña. La intención es la de jugar en Montjuïc mientras se producen las obras del Camp Nou, algo que comporta perder 93 millones de euros el próximo año. El traslado de estadio genera recelos sociales y económicos. Incluso dentro de la propia junta directiva hay una rama de disidentes que serían partidarios de paralizar la operación hasta que bajen los tipos de interés y/o mejore la solvencia del club.
Este condicionante tampoco es favorecedor y es algo que va hilado a los problemas económicos que comportan 200 millones de pérdidas ordinarias y complican el Fair Play de la Liga ante la falta de nuevos ingresos.
Por estos motivos en la junta directiva hay voces partidarias de frenarlo y esperar a una situación más propicia, como ya explicó Culemanía. Laporta ha recibido presiones internas para frenar el Espai Barça. La gestión de la licitación de las obras del Camp Nou no ha gustado a nivel interno.
Presiones para paralizar las obras
Pese a ello, Laporta desoye las voces que apuestan por frenar el Espai Barça. El presidente azulgrana considera que la reforma del Camp Nou a partir de junio "no es negociable". Laporta está empeñado en sacar adelante el proyecto y poder inaugurar el estadio en noviembre de 2024, cuando se celebra el 125 aniversario de la fundación del club. Sin embargo, cada vez hay más dudas.
El presidente todavía mantiene un poder indiscutible en el Barça porque tiene una junta directiva y estructura profesional hecha a medida. Nadie le hará un pulso y si alguien se atreve, acabará saliendo del club. Sin embargo, son momentos complicados y su figura puede verse debilitada. El Barça también tiene previsto hacer una rueda de prensa después de semana santa para seguir detallando más aspectos así como todo lo ocurrido sobre el caso Negreira.