Sacudida tremenda en el panorama financiero de Estados Unidos. La nación norteamericana ha acaparado los focos mediáticos a partir de la caída del Silicon Valley Bank, que ha provocado una importante reacción en los valores de la bolsa que ha salpicado a la banca europea a través de Credit Suisse. Ese golpe tan contundente de la entidad bancaria ha mantenido en vilo al sistema económico a partir de las posibles consecuencias que podrían producirse entre los inversores en el mercado. Ello, a su vez, se puede traducir en más complicaciones para el FC Barcelona en la financiación del Espai Barça, teniendo en cuenta el interés de la junta directiva de Joan Laporta en acordar una parte del crédito con la banca de dicho país.
En primer lugar, hay que entender lo que sucedió con el banco en cuestión. Culemanía conversó con Antoni Cunyat, profesor de Economía y Empresa de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), para desmenuzar el caso que está dejando huella en la economía estadounidense. El caos comienza a partir de que la empresa con origen en California toma ciertos riesgos de inversión que le llevaron a vender un montón de valores en pérdidas, lo que ocasionó el temor entre su cartera de clientes. “Esta crisis ha sido provocada porque en este banco fueron a retirar sus depósitos en las cuentas. Al subir los tipos de interés, los directivos se vieron forzados a vender los bonos que tenían a un precio muy inferior y entraron en pérdidas”, comenta el especialista.
A partir de allí, Silicon Valley entra en una espiral que le provoca el derrumbe total, a tal punto que fue intervenida por las autoridades estadounidenses. Al tratarse de un banco “especial” por su característica de vincularse a financiar empresas emergentes dentro del sector tecnológico, el entorno no estaría corriendo un riesgo tan grande. Aunque el impacto y el pánico generado entre los inversores podría salpicar un poco a la entidad presidida por Joan Laporta con respecto al crédito que quieran solicitar para las obras del estadio azulgrana. El Barça ha contemplado la opción de la banca para una parte de los 1.500 millones de euros de la financiación, pero existen algunas complicaciones con el escenario actual.
Los problemas para el Barça
Según explica Cunyat, la situación del mencionado banco no afectaría en el interés que pueda tener el Barça al llegar a un acuerdo para la financiación del proyecto. “Es una situación bastante improbable”, señala. Hay que recordar que las previsiones es que el crédito tenga un interés aproximado al 6%. En este sentido, el club no corre ningún tipo de riesgo, por lo que se espera que los porcentajes se mantengan en ese rango.
Sin embargo, el profesor de la UOC detalla que existen un par de situaciones que se pueden presentar para la entidad: “Dada la crisis bancario y el pánico de los inversores respecto a la banca, se podría dar el caso de un aumento en la prima de riesgos”. Esto corresponde a un salvavidas que podrían tener a la mano las mencionadas instituciones en caso de sufrir algún tipo de problemas con respecto a la devolución de los pagos del FC Barcelona. “En épocas turbulentas la banca suele ser más prudente”, añade.
Otra de las consecuencias que también hay sobre la mesa es que los inversionistas podrían tomar la decisión de involucrarse con un capital menor a lo esperado en el proyecto del Barça. “El Barça tiene una deuda enorme. Es un préstamo de riesgo. Exige que sea sostenible con una gestión eficiente, por lo que estarían dispuestos a dar menos dinero en el préstamo”, indica Cunyat, que también comenta que todavía es necesario esperar a las próximas semanas para conocer la evolución de este caso, debido a que la Reserva Federal de Estados Unidos está tratando de tranquilizar las aguas con un plan con aquellos clientes que se vieron perjudicados por la caída de Silicon Valley.
Una tormenta perfecta sobre el Barça
Actualmente el FC Barcelona está afrontando las obras en lo que puede considerarse como el peor momento posible. La situación en Norteamérica se suma a la crisis en términos de reputación que está sufriendo el club con respecto al Barçagate de Negreira, el panorama financiero en el mundo y las dudas sobre la capacidad de Limak Construction. Un coctel que complica demasiado los planes de la directiva de Joan Laporta, cuya apuesta en la remodelación del Camp Nou cuenta con un enorme riesgo para el futuro de la entidad. En algunos sectores del barcelonismo ya lo han bautizado como "la tormenta perfecta".
Solo basta con recordar que, a día de hoy, la agencia Kroll --encargada del rating del Espai Barça-- ha posicionado al club catalán en un rango de BBB, lo que significa que son menos solventes con respecto a las mencionadas obras. Por esa misma razón, algunas voces dentro de la directiva se muestran contrarias a la idea de emprender el proyecto en estos momentos. Aunque la intención del máximo mandatario es seguir adelante para tratar de dar fuerza a la remodelación en el próximo verano.