El periodista Salvador Sostres, persona muy próxima a Joan Laporta en su primera etapa como presidente del Barça, se ha convertido ahora en su gran enemigo. Al menos, en el mundo de la comunicación. Tras conocer que el abogado barcelonés se querellará contra él por un duro artículo, Sostres carga de nuevo contra Laporta y los medios de comunicación, ignorando a Culemanía.
Sostres, de entrada, lamenta que Mundo Deportivo, Sport y Ara hayan informado de la querella que quiere ponerle Laporta, pero hayan silenciado "los excesos presidenciales, de la escandalosa adjudicación de las obras del Camp Nou y del fichaje de algunos jugadores". "La presunta prensa deportiva catalana tampoco ha hecho referencia a la preocupación que hay en el eterno de Jan por su salud", añade el periodista en su blog personal.
El acuerdo con Limak
El periodista, muy crítico, sostiene que los citados medios "han informado de la última parada de un tren sin explicar de dónde viene y qué transporta". "Este es el periodismo catalán: propiciar linchamientos para sentirse representado en una identidad tan colectiva como fraudulenta", insiste Sostres, quien acusa a los periodisas de "no tener ni dignidad ni valor para ejercer su oficio".
En su último artículo, Sostres sostiene que "con una prensa digna, Laporta no se hubiera atrevido a llegar tan lejos". "Con una prensa no entregada, los turcos deberían salir en helicóptero del Camp Nou. Con una prensa simplemente correcta, Bartomeu no habría llevado al club al abismo ni unos jugadores en absoluta decadencia no hubieran podido extorsionar al presidente con total impunidad. Pero todos callaron porque la característica de la prensa catalana es callar, no explicar qué pasa", remarca.
La querella de Laporta
Sostres asegura que sólo él y Marcos Lamelas, en El Confidencial, han cuestionado el acuerdo del Barça con Limak Construction, silenciando las informaciones de Culemanía. Entre otras informaciones, este medio ha recalcado siempre los problemas del club para lograr la financiación del Espai Barça, el actual malestar de los constructores españoles, la falta de experiencia de Limak en construcciones deportivas y las discrepancias en la junta directiva azulgrana sobre el inicio de las obras.
El periodista, asimismo, asegura que "la querella que presentara Laporta no llegará ni a juicio, y si gana no será merecedora de ninguna condena". Y agrega: "Los problemas entre Jan y yo, antes o después, se arreglarán. Lo que no cambiará es que continuaremos teniendo una prensa deportiva que no hace su trabajo, que si mañana Jan sufriera un infarto todos dirían que no se cuidaba pero lo dirían por primera vez, como unos cobardes, cuando el presidente no tuviera ninguna posibilidad de cuidarse". Y sentencia: "Una presna catalana para la que si se vacía de contenido la adjudicación turca o se declara fraudulenta, sería como una sorpresa y lo tendrían que explicar todo, copiando pero sin citar mis artículos de semanas y meses anteriores".