La financiación del nuevo Camp Nou es la prioridad número uno de la directiva de Joan Laporta. La dirigencia del Barça ha establecido una fecha tope --31 de marzo-- para dar con ese crédito que permitirá afrontar unas obras que están situadas en 1.500 millones de euros. Ante el complicado panorama financiero mundial y los golpes reputacionales que ha recibido la entidad azulgrana, la junta ha empezado a negociar con los bancos para que formen parte del proyecto.
De acuerdo a la información establecida por el diario Expansión, la banca puede entrar con fuerza para financiar las obras del estadio culé. La citada fuente explica que desde la cúpula del Barça creen que podría alcanzar los 750 millones de euros, lo que implica el 50% de toda la financiación. En este sentido, se espera que entren hasta dos o tres entidades bancarias provenientes de Norteamérica.
Los motivos de la financiación bancaria
Hay dos motivos en concreto que motivan a la junta de Laporta a apostar por el crédito de los bancos para la remodelación del Camp Nou. El primero es que el tipo de interés puede llegar a ser dos puntos porcentuales más baja, en comparación a lo que se podría obtener en un acuerdo con un fondo de inversión --CVC Capital Partners o Sixth Street, por citar algunos ejemplos--. Esto supone un ligero alivio en términos financieros.
El segundo motivo es que el Barça, en caso de verse apretado en el pago a las entidades bancarias, podría conseguir una fácil refinanciación. Los bancos suelen estar más acostumbrados a renovar los créditos, a diferencia de los fondos que incluso contemplan algunas penalizaciones para modificar ese tipo de acuerdos.
Las dos opciones de bonos
Hasta ahora se han planteado dos opciones para el pago de la financiación del estadio azulgrana. La primera es una con una emisión de tres bonos por 500 millones de euros, que se amortizarían en 2032, 2045 y 2052; mientras que la segunda correspondería a la división de cinco bonos de entre 100 y 400 millones de euros. En este último caso la división exacta podría ser de la siguiente forma: 100 millones a pagar en 2028, 250 millones a pagar en 2030, 350 millones a pagar en 2032, 400 millones a pagar de manera periódica hasta 2044 y otros 200 millones a repartir en diferentes pagos hasta 2047.
La decisión de Laporta
A falta de pocas semanas para finalizar el mes de marzo, el presidente del FC Barcelona tendrá que tomar una importante decisión con respecto a la financiación del Espai Barça. Actualmente existen muchas dudas sobre esto, debido a la polémica situación del caso vinculado a Enríquez Negreira, al igual que el contexto de la subida de la inflación. En ese panorama, la directiva buscar sacar adelante un proyecto que puede representar un enorme coste económico en el largo plazo.
Si bien la financiación con la banca permite tener una reestructuración a largo plazo, lo cierto es que puede comprometer en exceso a la entidad azulgrana, en especial en este tramo donde la fragilidad de las cuentas continúa siendo un enorme problema.