El caso Negreira ha sacudido por completo el sector deportivo en España. Las dudas sobre el FC Barcelona a partir de los pagos prolongados a la empresa de Enríquez Negreira, exvicepresidente de la Comisión Técnica de Árbitros (CTA), están siendo uno de los temas más abordados del momento. Algunos incluso hablan que la entidad culé se habría favorecido de la nueva Ley del Deporte para evitar sanciones, pero desde el Consejo Superior de Deportes han negado rotundamente ese escenario.

En un comunicado del CSD se ha señalado que “la nueva Ley del Deporte no ha influido en ningún sentido” en el mencionado caso de los informes arbitrales. El organismo asegura que el artículo 112 de la mencionada normativa que “recoge los plazos de prescripción de las infracciones muy graves, graves y leves no se encuentra en vigor” y que además se sigue rigiendo de la Ley de 1990.

José Manuel Franco, presidente del CSD, junto al ministro Miquel Iceta para negociar la Ley del Deporte / EFE

José Manuel Franco, presidente del CSD, junto al ministro Miquel Iceta para negociar la Ley del Deporte / EFE

Según el CSD, la Ley de 1990 establece que “en su artículo 80 un plazo de prescripción de 3 años para las infracciones muy graves. El RD 1591/1992 establece en su artículo 29 el mismo plazo de 3 años. Por tanto, el plazo aplicable sería de 3 años y ya habría transcurrido, puesto que los hechos se remontan a 2018”. Del mismo modo, explican que el plazo de prescripción de las infracciones muy graves no ha variado con respecto a las dos versiones de las normativas.

La investigación en proceso

A pesar de la mencionada explicación, el Consejo Superior de Deportes ha dejado claro que “procedimiento puede seguir por la vía penal”, a pesar que no exista alguna posibilidad de sanción en términos deportivos. Dicha situación ya la había señalado también Javier Tebas, mandatario de la Liga, en el comunicado sobre el caso Negreira.

Actualmente la Fiscalía se está encargando de investigar los hechos sucedidos, por lo que todavía mucha historia por contar. Desde la dirigencia del FC Barcelona defienden que se trata de una práctica habitual entre los clubes, con el objetivo obtener información sobre cómo arbitra cada colegiado, si son más o menos comunicativos con los jugadores y otro tipo de características de interés.