La desconfianza en torno a Limak Construction crece con el pasar de los días. La empresa elegida por la directiva de Joan Laporta para hacerse cargo de las obras del Espai Barça genera cierto temor en el barcelonismo, en especial por las polémicas que existen alrededor de la constructora y la inexperiencia en infraestructuras deportivas. Ahora el panorama se ha vuelto un poco más alarmante, debido a la publicación de un informe de Kroll Bond Rating Agency.
La agencia de rating del Espai Barça emitió recientemente un informe al que ha tenido acceso el portal El Economista. De acuerdo a la citada fuente, existe desconfianza con respecto al cumplimiento de los plazos establecidos en el ambicioso proyecto del FC Barcelona, a tal punto que expresan que el equipo azulgrana podría terminar extendiendo su presencia en el Estadio de Montjuïc.
La información recogida por el mencionado medio de comunicación también añade lo siguiente: "El equipo jugará en el Estadio Olímpico al menos durante la temporada 2023-24, con opción a jugar una segunda temporada completa allí". Un aspecto a tomar en cuenta, sobre todo porque el propio club cuantificó que jugar en ese recinto implicará percibir menos de 93 millones de euros.
La calidad crediticia de Limak
Otro de los aspectos importantes que aparecen reflejados en el informe de Kroll Bond Rating Agency es la preocupación que existe con relación al crédito de la constructora de origen turco. "La calidad crediticia de Limak no respalda la calificación de las notas", señalan. Bajo ese panorama, realizaron una proyección de reemplazo en el caso de ser necesario. "El impacto en los costes sería de entre 180 millones y 232 millones", añade el documento. Aunque aseguran que la financiación es lo suficientemente fuerte como para realizar este relevo en el caso de que sea necesario.
No hay que pasar por alto que se llegó a informar que Limak Construcion tendrá que pagar un millón de euros por cada día de retraso en la primera parte de las obras. La citada fuente explica que la fecha límite es el 29 de noviembre, debido a que será la celebración del 125 aniversario del Barça. La intención de la junta es que para ese entonces ya puedan darse los actos con público presente en el recinto azulgrana.
En caso de existir esa penalización, el Barça podría compensar ese escenario en el que deban jugar por más tiempo en Montjuïc. Aunque, evidentemente, representaría un enorme problema para la directiva, que no quiere extender por más tiempo las obras del Camp Nou.