Limak Construction es la constructora elegida para hacerse cargo de las obras para el nuevo Camp Nou. La empresa turca fue seleccionada por el FC Barcelona, tras un concurso en el que también estaban presentes otras opciones como Ferrovial, Acciona o FCC. Uno de los motivos por los que la directiva de Joan Laporta decidió decantarse por dicha compañía tiene que ver con la imposición de unas cláusulas en caso de no cumplirse con la fecha establecida para la remodelación del estadio.
Según han informado varios medios, la mencionada constructora tendrá que pagar un millón de euros por cada día de retraso en la primera parte de las obras. La citada fuente explica que la fecha límite es el 29 de noviembre, debido a que será la celebración del 125 aniversario del Barça. La intención de la junta es que para ese entonces ya puedan darse los actos con público presente en el recinto azulgrana.
Desde Culemanía habíamos adelantado de la existencia de distintas cláusulas de penalización para Limak en caso de no cumplir con las fechas en cuestión. Esa postura del FC Barcelona al momento de establecer las condiciones para las obras del Camp Nou fue lo que terminó por condicionar la elección de la constructora, tomando en cuenta que la empresa de Turquía fue la única que aceptó esa situación para hacerse cargo de uno de los proyectos más ambiciosos del panorama futbolístico.
El premio para Limak
Del mismo modo, Culemanía también avanzó que el acuerdo con Limak cuenta con una bonificación o premio en caso de acortarse los plazos de la construcción. Esto se hace así porque la directiva de Laporta tiene muy clara que cuanto antes se acaben las obras, antes se puede empezar a explotar el futuro Camp Nou. En la coyuntura económica que atraviesa el club es de vital importancia empezar a generar nuevos ingresos cuanto antes y estar el menor tiempo posible en Montjuïc, cuyo descenso de la facturación ya ha sido cuantificado en 93 millones al año. Además, los ingresos adicionales que generará el nuevo estadio son la garantía del crédito de 1.500 millones de euros que próximamente concederá Goldman Sachs. La entidad barcelonista espera ingresar 280 millones extra cada año con el feudo culé reformado y a pleno rendimiento.