Sergio Busquets es considerado, por su inmensa trayectoria, como una de las grandes leyendas del FC Barcelona. Desde 2005 que comenzó su carrera como jugador culé, pero fue a partir de la temporada 2008-09 que se construyó su legado sobre los campos. Con Pep Guardiola ganó esa notoriedad, posicionándose como un mediocentro muy diferente al que se había visto hasta ese momento. Su talento y entendimiento del juego le valieron para que las diferentes directivas del club confiaran en su figura, a tal punto que fue renovado en un total de cinco ocasiones.

La primera renovación con Laporta

Tan solo unos pocos meses después de debutar con el primer equipo azulgrana, la junta de Joan Laporta --primera etapa presidencial-- decidieron mejorar las condiciones del contrato del canterano. "Todo ha ido muy rápido. El año pasado estaba jugando en Tercera y este año hice la pretemporada con el primer equipo y el entrenador me ha dado minutos y los he aprovechado", comentó Busquets en diciembre de 2008, fecha en la que firmó el contrato.

Busquets junto a Guardiola en un entrenamiento del Barça / EFE

Busquets junto a Guardiola / EFE

La influencia del pivote empezaba a darse poco a poco en la plantilla de Guardiola, por lo que decidieron mejorar su cláusula de rescisión, que subió hasta los 80 millones de euros. Hay que recordar que el de Badia estaba peleando por un lugar en el equipo con una bestia de primer nivel como era Touré Yaya.

Rosell decide mejorar su contrato

Con el paso de los años, Busquets se instaló como una pieza fundamental en el Barça, que en ese entonces dominaba a placer dentro del panorama europeo. Ante esa mejoría de su juego, el presidente de la entidad Sandro Rosell tomó la determinación de renovar al mencionado futbolista, al que le mejoró el contrato a nivel salario e impulsó la cláusula de rescisión a unos 150 millones de euros.

Sandro Rosell, expresidente del Barça, en una imagen de archivo | FCB

Sandro Rosell, expresidente del Barça, en una imagen de archivo | FCB

Ese nuevo contrato del mediocentro le ataba al equipo hasta junio de 2015. Pero no iba a tardar la misma directiva del FC Barcelona en volver a extender la vinculación del pivote, que firmó en 2013 un acuerdo que le vinculaba hasta finales de la temporada 2017-18. Dicha dinámica de las renovaciones en pocos plazos se volvió a repetir con el siguiente mandato presidencial, el de Josep Maria Bartomeu.

La llegada de Bartomeu a la presidencia

Durante el mandato de Bartomeu se intensificaron las renovaciones para el grupo de jugadores veteranos de la plantilla, entre ellos, Busquets. En ese ciclo el mediocentro azulgrana renovó su permanencia en el equipo en un par de oportunidades: la primera, en verano de 2016, para llegar hasta la temporada 2020-21; mientras que la segunda fue --y la última-- al comenzar la temporada 2018-19, en donde firmaron un pacto para que el veterano jugador siga en las filas de la entidad hasta finalizar la actual temporada.

Sergio Busquets durante la firma de su anterior renovación con el FC Barcelona de Bartomeu / FCB

Sergio Busquets durante la firma de su anterior renovación con el FC Barcelona de Bartomeu / FCB

Esos contratos no solo significaron un incremento salarial importante en la carrera de Sergio Busquets, sino también en las gigantescas cifras de las cláusulas de rescisión. A pesar de su edad, la directiva quiso blindar al futbolista en cuestión con 200 y 500 millones de euros, respectivamente. Esto se debe a lo que sucedió en la ventana de traspasos previa al comienzo de la temporada 2017-18, cuando el PSG se hizo con los servicios de Neymar tras pagar más de 200 kilos de su cláusula.

¿La sexta renovación en camino?

El segundo tramo del actual curso representa los últimos meses de Busquets como el capitán del conjunto dirigido por Xavi Hernández. Pero todavía existe una posibilidad que dicho ciclo se pueda extender, al menos durante poco tiempo. La intención del director técnico es contar con el mediocentro hasta finales de 2023, por lo que desde la directiva están dispuestos a ofrecer esa breve renovación contractual.

Todavía no hay nada avanzado, sobre todo porque el jugador quiere emprender un nuevo rumbo en su carrera, concretamente en el fútbol de los Estados Unidos. Según pudo saber Culemanía, el de Badia incluso ha meditado la opción de marcharse en el mes de enero para estar a tono en el comienzo de la MLS, pero el entrenador egarense no está dispuesto a perder a una pieza clave de la mitad de cancha. Su continuidad hasta junio está asegurada, aunque queda por resolverse si habrá un capítulo extra en su historia con el FC Barcelona.