Ser agente de futbolistas, hoy en día, es un chollo. Principalmente si se trata de jugadores de la élite internacional. Los representantes y el resto de intermediarios que han participado en traspasos elevaron un 24% interanual sus ingresos, hasta los 622,8 millones de dólares --585,3 millones de euros-- a lo largo de este año 2022. Así lo reflejan los datos publicados recientemente por la FIFA, que dejan patente la rápida recuperación del negocio prepandemia.

Por aquel entonces, el volumen de dinero aportado por los clubes a los intermediarios y representantes ostentó una cifra récord de 654,7 millones de dólares --615,3 millones de euros-- en 2019. Ahora, apenas tres años después, ya se está muy cerca de igualar --e incluso superar-- esas cantidades.

No sólo esa estadística ha crecido en estos últimos 12 meses, sino también la de los clubes que contratan a intermediarios para agilizar los trámites de un traspaso. Tal y como destaca el máximo organismo del fútbol internacional, los equipos contrataron agentes en 1.532 traspasosrécord absoluto y un 22,4% más de operaciones frente al año 2021.

Laporta, un experto en esta estrategia

Un ejemplo es lo que hizo Joan Laporta con Pini Zahavi y el fichaje de Robert Lewandowski, consumado este pasado verano gracias a la participación del intermediario israelí en las negociaciones. Eso, sin contar naturalmente con las múltiples operaciones en las que han participado otros agentes conocidos de sobra por Laporta y sus pesos pesados, como el omnipresente Jorge Mendes.

Jorge Mendes sale del Vía Veneto tras reunirse con Laporta / REDES

Jorge Mendes sale del Vía Veneto tras reunirse con Laporta / REDES

El superagente portugués representa a varios jugadores de la plantilla actual del Barça, y también está negociando con Laporta la llegada de nuevas incorporaciones como Rubén Neves, Bernardo Silva o Joao Félix, además de la renovación de Alejandro Balde y las hipotéticas salidas de Ansu Fati, Nico González, Francisco Trincao o Abde Ezzalzouli.

La Premier League domina el escenario

En líneas generales, los honorarios por los servicios de intermediarios y agentes que representaron a los clubes en fichajes también llegaron a un nuevo récord: la asombrosa cifra de 450,1 millones de dólares --423 millones de euros--. Por regiones, los equipos europeos volvieron a ser los grandes clientes de los agentes, copando el 96,2% de los pagos pagos, con 599 millones de dólares --563 millones de euros--.

Erling Haaland celebra uno de sus goles en la Premier League / EFE

Erling Haaland celebra uno de sus goles en la Premier League / EFE

Focalizando en los países, los conjuntos ingleses han liderado, con 203,2 millones de dólares --191 millones de euros--, un ranking en el que la Liga presidida por Javier Tebas ocupa el cuarto lugar con 60,4 millones de dólares --56,8 millones de euros-- en pagos a intermediarios, con el Barça como el club que más utilizó esa estrategia a lo largo del año 2022.

La FIFA limitará el negocio de los agentes

El lujo de los representantes, en cualquier caso, podría quedar parcialmente controlado por la FIFA de ahora en adelante. A partir de julio de 2023, los agentes seguirán ganando dinero, pero no tanto. Las nuevas normas del organismo del fútbol internacional obligarán a cobrar un porcentaje concreto del valor de la transferencia, como máximo, si el agente representa al club vendedor, al club comprador o al jugador en cuestión.

Pini Zahavi, agente de Lewandowski, en un estadio de fútbol / REDES

Pini Zahavi, agente de Lewandowski, en un estadio de fútbol / REDES

Estará prohibido representar a las tres partes a la vez para evitar un conflicto de intereses, a fin de aportar algo de moralidad a un negocio que sigue creciendo a pasos agigantados. Y también se limitarán las primas o bonus de fichaje a familiares o intermediarios sin licencia, algo que no ha sucedido hasta ahora y cambiará las reglas del juego. Casos como el polémico fichaje de Neymar Jr por el Barça, o el de Erling Haaland por el Manchester City, no se repetirán. O al menos, no en las mismas condiciones ni porcentajes de pagos.