Fue el símbolo del mejor Barça de balonmano de la historia. Del Dream Team de Valero Rivera. Como deportista, Enric Masip combinaba talento y carácter. Y carácter le sobra como persona de confianza de Joan Laporta, el actual presidente del FC Barcelona.
Masip siempre fue un jugador especial. Con la camiseta del Barça lo ganó todo. En su currículum destacan seis Champions, ocho Ligas Asobal, dos Recopas, una Copa EHF, cinco Supercopas de Europa, seis Copas del Rey, cinco Copas Asobal y ocho Supercopas de España, entre otros títulos. Con la selección española fue medalla de plata en el Europeo de 1996, bronce en el Europeo de Croacia (2000) y bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl (2000). En los de Atlanta no participó por lesión, pero Mateo Garralda, compañero y amigo suyo, dividió en dos la medalla de bronce que se colgaron los jugadores españoles.
Relación con Valero Rivera
En el Barça, Masip tuvo una relación de amor y odio con Valero Rivera, un técnico muy exigente que construyó el mejor equipo de la historia. Pero aquel Barça indestructible no era fácil de gestionar, en una plantilla dividida en dos grupos. El de Masip y el de Barrufet, amigo íntimo de Iñaki Urdangarin.
Masip, ya en su etapa de jugador, siempre tuvo contactos con las altas esferas del club. En las elecciones de 1997, se posicionó a favor de la candidatura de Josep Lluís Núñez, que derrotó a Ángel Fernández.
El Barça de finales del siglo pasado era un Barça con muchas turbulencias. Con luchas por el poder. En 2000 Núñez dimitió y Gaspart asumió el mando de la entidad. Después de 22 años como vicepresidente, solo resistió tres como máximo dirigente. En 2003, la candidatura liderada por Joan Laporta ganó las elecciones y el club entró en una nueva dimensión.
Victoria de Rosell
Laporta priorizó el fútbol a las secciones en sus primeros años de presidente. El equipo de balonmano dejó de ser una máquina de ganar títulos y se encontró con el Portland y el Ciudad Real como grandes rivales en España. Y con el Kiel en Europa. En 2010, Sandro Rosell relevó a Laporta y en 2015 hubo otros comicios. Ganó Bartomeu gracias al triplete del Barça de fútbol (Liga, Copa y Champions), pero Masip ya formaba parte del equipo del abogado barcelonés.
Entre 2004 y 2013, Masip trabajó para la Fundación del Barça y fue secretario técnico del balonmano. En 2013 fue despedido por Rosell. Su ostracismo en el club duró hasta que Laporta ganó las elecciones del 7 de marzo de 2021. Durante meses, Masip fue el principal confidente del actual presidente del Barça. Cada mañana desayunaban en el Europa, situado en la Diagonal, debajo de la sede del despacho del mandatario barcelonista.
El defensor de Laporta
Laporta nombró a Masip asesor a la presidencia. Y Masip se convirtió en su sombra eterna. También en la persona que repelía todos los golpes que recibía el presidente, ya fueran de Piqué, de Frenkie de Jong o de cualquier periodista que cuestionara la gestión del presidente. Ahora, Masip forma parte de la estructura deportiva del Barça, con Mateu Alemany y Jordi Cruyff como cabezas visibles.
Masip está haciendo un cursillo acelerado de gestión. Siempre ha sido una persona recta y fiel a sus principios, y Laporta premia su lealtad. Ambos coinciden en muchos asuntos, como su devoción por Johan Cruyff y sus deseos de ver una Cataluña independiente en un futuro próximo. Masip, sin embargo, no debe recordarle muchas veces que en su día pidió el voto para Núñez, a quien Laporta intentó derribar con el famoso Elefant Blau. Ahora, ambos son carne y uña.