Corría el año 2018 cuando el entonces jugador del FC Barcelona, Gerard Piqué, anunciaba su decisión de plasmar un cambio radical en el tenis mundial. Mediante su grupo empresarial, Kosmos, adquirió los derechos de la Copa Davis para convertirla en un mundial de tenis, una competición deportiva que teóricamente sería más atractiva de jugar que el anterior formato, algo más dilatado en el tiempo.
La transformación de un torneo mítico
La realidad, sin embargo, es que la Copa Davis no acaba de convencer a tenistas y federaciones, que echan en falta la espectacularidad del anterior formato. Con la revolución implantada por Piqué, ya no se crea aquella atmósfera inconfundible en la que tenistas desconocidos para el gran público se convertían en héroes nacionales, debido a la facilidad para ser llevados en volandas por los aficionados.
Ahora, al disputarse la mayoría de veces en sedes neutrales, se ha convertido en una competición sin la magia de antaño... y en la mayoría de ocasiones con el estadio vacío --a excepción de las finales--. Con el tiempo se ha perdido la preparación de la pista por parte de la hinchada local, donde el anfitrión buscaba crear un ambiente en cancha que minimizase las virtudes de sus rivales. Algo que, sin ir más lejos, hacían en Francia con sus polémicas pistas anti-Nadal.
El nuevo formato, en el punto de mira
Este año 2022, a pesar de que las ganancias económicas por la Copa Davis siguen al alza, la fase de grupos ha vuelto a evidenciar las carencias en la gestión de Piqué y el grupo Kosmos. El formato utilizado no convence a muchos de los jugadores, en una tormenta latente que podría estallar en cualquier momento. "La Copa Davis no puede convertirse en una Copa Piqué. Admito que resulta extraño ver a un futbolista entrometerse en el negocio del tenis", aseguró en su día Roger Federer, uno de los más laureados de todos los tiempos. Son pocos los aficionados, además, que conocen bien cómo funciona el nuevo formato.
La federación más crítica con Piqué desde que empezase el nuevo formato ha sido la francesa, que una vez más se posicionó este año en contra del jugador catalán, esta vez de la mano de su presidente, Gilles Moretton: "A Piqué no le importa el tenis", dijo en L'Equipe. También fue muy crítico todo un campeón de la Davis como Nicolas Mahut: "No atrae a nadie", manifestó, quejándose además de que "no todos los equipos juegan en las mismas condiciones".
No es ningún secreto que los partidos en pista neutral provocan que las series pierdan interés. El Corea del Sur-Canadá se jugó en Valencia con un estadio prácticamente vacío, algo que no habría sucedido de disputarse en uno de los dos países. El nuevo formato en teoría había nacido para aligerar el calendario de los jugadores, pero ese objetivo tampoco se ha cumplido. Con el antiguo formato el torneo empezaba el viernes siguiente a la final del US Open, mientras que ahora lo hace un martes y obliga a que algunos jugadores no puedan asistir.
Los contactos y amigos de Gerard Piqué
En la última edición, en cualquier caso, el holding de Gerard Piqué ha podido facturar 20 millones de euros gracias a ese modelo multisede, un negocio creciente pese a la pérdida de atracción en lo deportivo. Las medidas de Piqué y Kosmos Tennis están sirviendo para reflotar la competición económicamente, más allá de la falta de interés y las críticas que sigue despertando el torneo.
Para una figura tan mediática y con tantos contactos como Piqué, no ha sido difícil conseguir que los ingresos procedentes del patrocinio sigan creciendo pese a las dudas que despertó la pandemia. Entre los espónsors figura, cómo no, la Rakuten de su amigo Hiroshi Mikitani, principal socio con el que ya se está negociando para ampliar la relación. También están Juve&Camps, la Liga, Lexus y Cervezas Victoria, así como Quadcode y Socios.
La pregunta es si las medidas empleadas por Gerard Piqué para hacer viable el negocio de la Copa Davis, al menos a nivel económico, servirán para contrarrestar las críticas que continúan apareciendo en el aspecto deportivo y de organización.