Que la unión hace la fuerza es una frase hecha que prevalece desde hace cientos de años. Quizá sea porque, en la mayoría de ocasiones, es cierta. Florentino Pérez lleva meses echando un capote al Barça de Laporta, si bien es cierto que tiene razones de peso más allá de lo que concierne al plano deportivo. Le interesa que el timonel de un transatlántico como el FC Barcelona le apoye en cuestiones que pueden redefinir, en unos años, la organización del fútbol europeo.

Es por ello que los favores del presidente madridista a su homónimo azulgrana han sido unos cuantos desde que Laporta regresó al trono culé. Y además, muy variados. Todos están enfocados en crear alianzas para construir la Superliga Europea y oponerse frontalmente a la Liga, presidida por un Javier Tebas que semanas atrás acusó a Laporta de ser un lacayo más de Florentino.

Ayuda para las palancas y la Superliga

En los últimos meses, el máximo mandatario del club blanco y de ACS ha compartido sus contactos para las palancas --Sixth Street-- que han posibilitado una inversión de 240 millones en fichajes para reestructurar la plantilla y hacer que vuelva a competir por todos los títulos. También para la explotación del nuevo Camp Nou --Legends--, al facilitar un acuerdo orientado a impulsar los ingresos comerciales, algo necesario para devolver la estabilidad económica y financiera.

Laporta, Florentino y Jaume Roures, en el acto de la Superliga en Madrid / EFE

Laporta, Florentino y Jaume Roures, en el acto de la Superliga en Madrid / EFE

Paralelamente, Florentino ha puesto en marcha toda la estructura legal de la Superliga Europea --Key Capital--, que se sigue vendiendo desde el entorno de ambos presidentes como una solución clave para remontar económicamente. Los clubes fundadores de la Superliga cobrarían un bonus de 1.000 millones de euros, y se estima que ingresarían cada año 300 millones si el torneo saliese adelante.

En esta línea, el mandatario merengue ha facilitado una representación conjunta al Barça en las asambleas de la Liga --Fernando Irurzun, de Clifford Chance LLP--. Y no hay que olvidar que votó a favor de la supresión de los avales a los clubes --aunque al Real Madrid no le interesa activar la medida-- para ahorrar un problema a la junta directiva actual.

El último capote, en el Caso Neymar 2

A pesar de no estar al mismo nivel que el resto de gestos, cabe recordar que hace unos días Florentino Pérez también tuvo el detalle de pronunciarse a favor de la causa culé en el juicio del Caso Neymar 2. En vez de rebatir a los enjuiciados del Barça que se sentaban en el banquillo de la Audiencia de Barcelona, el presidente del Real Madrid se puso de su parte y transmitió un discurso muy parecido al de sus compañeros de acusación.

Vista aérea del juicio del Caso Neymar 2, que arrancó el 17 de octubre / EFE

Vista aérea del juicio del Caso Neymar 2, que arrancó el 17 de octubre / EFE

Porque mantiene la idea de seguir tendiendo puentes con la entidad culé, al ir cogidos de la mano en la lucha por la creación de la Superliga Europea y en contra de las imposiciones de la UEFA. Y porque, en ese momento concreto, le interesaba no decir nada que pudiera perjudicarle en el juicio, siendo uno de los acusados por DIS y la Fiscalía, de igual manera que Sandro Rosell y el propio FC Barcelona.

La tregua indefinida de Barça y Madrid

Por unas cuestiones u otras, Florentino Pérez sigue demostrando que desde hace meses es uno de los amigos más poderosos de Laporta y del Barça, en general. El problema llegará si, en algún momento, la alianza acaba transformándose en dependencia. De momento, los eternos rivales parecen haber firmado una tregua indefinida. Toca crecer juntos para, en un futuro, seguir chocando las espadas.