A una gran parte de la afición culé le encantaría que Leo Messi regresara al FC Barcelona. Así lo deja claro la reciente encuesta de Culemanía, así como los sondeos realizados por otros medios en las últimas semanas. La pregunta es: ¿se trata de una opción viable? ¿Podría vestir La Pulga la camiseta azulgrana de nuevo, una vez termine contrato con el Paris Saint-Germain en junio de 2023?
Por desgracia para muchos, la respuesta más probable es que no. Y hay varios argumentos de peso que refrendan esa postura. El primero de todos, y seguramente el más importante, tiene que ver con la situación crítica que atraviesa el Barça en el aspecto económico y financiero. Los más de 867 millones de euros ingresados en verano con las famosas palancas tan sólo han servido para solucionar las deudas a corto plazo. Y aunque Laporta y su junta directiva están intentando que los ingresos ordinarios crezcan, no lo están consiguiendo con la velocidad que desearían.
Obstáculos de la Liga, la UEFA y el TJUE
Tampoco ayuda la opinión del Abogado General del TJUE --Tribunal de Justicia de la Unión Europea--. Athanasios Rantos determinó esta semana que la FIFA y la UEFA no incurrieron en abuso al amenazar con sanciones a los clubes que trabajan en la creación de la Superliga, por lo que se permitiría una hipotética expulsión de Barça y Madrid de las competiciones europeas si deciden seguir adelante con el proyecto. Y si dicho campeonato no sale a la luz, el FC Barcelona dejaría de ingresar los 1.000 millones de bonus al ser un club fundador, más los cerca de 300 kilos anuales que cobraría gracias al torneo.
A día de hoy la Superliga sigue siendo una opción remota, al tiempo que Javier Tebas y la Liga también aprietan el cinturón al Barça con el Fair Play Financiero. El club sigue maniatado a la hora de hacer fichajes. Y, sobre todo, de inscribirlos aunque lleguen con la carta de libertad. Para el próximo verano, la previsión es que la entidad culé regrese a la regla 1/4. Es decir, que para realizar un fichaje que cueste al año por ejemplo 25 millones --la suma de la ficha y la amortización--, el club debería liberar masa salarial por valor de 100 millones. En estas condiciones, es imposible que Messi vuelva al Camp Nou.
Relación turbulenta entre Messi y Laporta
Dejando de lado el apartado económico, que descarta casi totalmente el fichaje --aunque el futbolista se rebaje el salario--, hay que recordar que la relación entre el entorno de Joan Laporta y el de Leo Messi es tensa, fría y distante desde el verano de 2021. Una de las premisas básicas para que el retorno del argentino se produjera es que ambos limaran asperezas, después de la turbulenta salida que tuvo Leo del Camp Nou.
Y en este aspecto, hoy por hoy no se ha dado ningún paso. El asunto sigue en el congelador, al tiempo que el FC Barcelona tiene otras necesidades en forma de renovaciones, salidas y nuevos refuerzos para seguir remodelando la plantilla de Xavi. El egarense siempre ha dejado la puerta abierta al regreso de La Pulga, pero no es ningún secreto que el perfil de fichajes que está llevando a cabo el Barça en los últimos mercados no se corresponde al de Messi; se busca a jugadores jóvenes y con proyección, que puedan tener un largo recorrido en el club y no supongan, de momento, un gran gasto en términos salariales.
Menos química grupal y posibles rifirrafes
A todo esto, habría que ver si, en caso de regresar al equipo, el 10 sería capaz de tener la misma química que antaño con sus compañeros. Las vacas sagradas están haciendo las maletas en los últimos mercados, y en 2023 podrían hacerlo Sergio Busquets y Jordi Alba. Los nuevos referentes del Barça son estrellas emergentes como Pedri y Gavi, sin contar a un Lewandowski con quien Messi ya ha tenido sus más y sus menos, dentro y fuera del campo.
El PSG y Qatar también juegan su papel
Por último, hay que valorar dos aspectos circunstanciales. El primero, la insistencia del PSG en que Messi renueve su contrato por una temporada más. Los galos ofrecerán al argentino las mejores condiciones posibles para que eso suceda, algo que no puede hacer el FC Barcelona. Por el otro, si el rosarino conquista el Mundial de Qatar 2022 con Argentina, puede que decida poner punto y final a su carrera en la élite competitiva y apueste por una última aventura en el extranjero, probablemente en el Inter de Miami que preside David Beckham.
A sus 35 años, el jugador dejó claro días atrás que esta será su última Copa del Mundo. Y no se prevé que alargue tanto su trayectoria como lo está haciendo Cristiano Ronaldo, hasta el punto de empañar su brillante legado. Actualmente, en definitiva, el viento parece soplar en contra de la posible vuelta de Leo Messi al Camp Nou. Aunque todavía tiene pendiente un homenaje por todo lo alto...