La masa salarial es uno de los principales asuntos por resolver en la directiva de Joan Laporta. Dicho gasto representa un dolor de cabeza para la entidad azulgrana, debido a que en la actual temporada ha aumentado en torno a los 656 millones de euros, lo cual supera por completo a los 516 millones del curso anterior. Esos niveles salariales, que recuerda a la época presidencial de Josep Maria Bartomeu, se explican a partir de cuatro motivos muy importantes.
La amortización de fichajes
Es importante recordar que a lo largo del 2022, Laporta ha sacado la billetera para realizar fichajes de gran inversión. Esas incorporaciones computan en la masa salarial en concepto de amortización, lo que implica que se dispare esos gastos a partir de la presente campaña. En concreto, el FC Barcelona llegó a invertir 240 millones de euros --entre fijos y variables-- por los jugadores que arribaron al equipo de Xavi: 45+5 de Lewandowski, 58+7 de Raphinha, 50+10 de Koundé y 55+10 de Ferran Torres.
Para explicar en detalle esto, la amortización del fichaje se divide entre el monto total del pago por el futbolista y los años de su contrato. En el caso de Raphinha, que fue la operación más costosa del pasado verano, habría que tomar los 65 millones de euros en cuestión y dividirlos por los cinco años de su vínculo contractual, lo que significa que en la masa salarial se computan hasta 13 millones de euros al año. Sin dejar de lado que también debe involucrarse el sueldo del jugador.
Los nuevos salarios del club
Otro de los motivos que explican el incremento de los 100 kilos en la masa salarial son los nuevos sueldos. No solo por los relacionados a los últimos fichajes, que en cuyos casos terminan percibiendo un pago considerable dentro de la entidad. Sin embargo, es importante tomar en cuenta en este apartado a las renovaciones al alza de figuras como Ansu Fati y Pedri, además de las de Ronald Araujo y Gavi, las cuales se tienen que contabilizar en la 2022-23.
Las salidas de poco peso
Este punto tiene vinculación con el anterior, debido a que el FC Barcelona no pudo salir de aquellos jugadores cuyo salario representa un problema para la economía. Si bien es cierto que la directiva de Laporta pudo desprenderse nombres como Coutinho, Clement Lenglet, Pierre-Emerick Aubameyang o Miralem Pjanic, la realidad es que el resto de salidas no representaron tanto en la masa salarial del club.
El resto de futbolistas que se marcharon ayudaron a liberar a una plantilla que necesitaba una transformación, pero en términos financieros no supuso una gran ayuda al Barça. La lista total de salidas fue la siguiente: Ferran Jutglà, Lenglet, Luuk de Jong, Adama Traoré, Dani Alves --estos dos tenían salarios simbólicos--, Neto, Riqui Puig, Mingueza, Nico, Umtiti, Dest, Aubameyang, Abde y Braithwaite.
La rebaja de los capitanes
En este sentido, la única alegría para el dirigente del Barça ha sido la retirada de Gerard Piqué. Por ahora se desconocen en detalle el dinero que perdonará el excentral culé, pero indudablemente su decisión supone un pequeño respiro para la entidad en el área económica, tomando en consideración que se trataba del sueldo más alto de toda la plantilla.
Sin embargo, los esfuerzos con Sergio Busquets y Jordi Alba han sido en vano. Los dos capitanes han rechazado las propuestas por parte de la junta directiva, que trató de llegar a un acuerdo durante el mercado de verano para facilitar la inscripción de los jugadores. En el caso del mediocentro se encuentra en el último año de su contrato y el panorama apunta a que su futuro está lejos de la camiseta azulgrana; mientras que el lateral izquierdo sigue firme en su intención de cumplir la totalidad de su contrato --finaliza el 2024--, siendo un problema que todavía seguirá afectando de cara al 2023.
Los grandes salarios que persisten
Además de los capitanes, dentro del FC Barcelona también hay un par de jugadores que todavía gozan de unos sueldos que no corresponden a la situación financiera del club azulgrana. En este grupo están Frenkie de Jong y Marc-André Ter Stegen. Ambos apuntan a mantenerse dentro del equipo en el futuro, por lo que el objetivo del Barça es recortar una parte de sus salarios y así reducir los gastos de forma considerable.
Cabe recordar que la intención de la junta de Laporta es que la masa salarial pueda posicionarse en torno a los 400 millones de euros. Una meta que parece complicada, pero que es una obligación para el corto plazo, en especial porque en el próximo curso no contarán con una parte de los ingresos por ticketing por la mudanza del equipo al estadio en Montjuic.