El FC Barcelona prevé dejar de ingresar unos 100 millones de euros por el traslado del club al estadio Lluís Companys en Montjuïc en la temporada 2023/24. Así lo ha afirmado el presidente de la entidad, Joan Laporta, que ha puesto en marcha la maquinaria para minimizar las pérdidas. Ahí es donde entra el plan de abrir un village en Montjuïc, al estilo torneo de tenis Conde de Godó.
La hoja de ruta del Barça pasa por crear una ambientación festiva previa a cada partido disputado en el nuevo estadio, con tal de paliar la falta de ingresos y generar nuevas vías de negocio. El modelo se inspira en el reconocido trofeo Godó, cuyo recinto cuenta con bares y puestos de los patrocinadores para promocionar sus marcas.
Agujero de 100 millones
Joan Laporta reconoció en una entrevista las dificultades de jugar en Montjuïc: "Será muy duro Pero no tenemos otra alternativa si queremos que las obras se hagan en el espacio más breve de tiempo. Nos lo estamos tomando en el club como un reto para que la merma de ingresos previstasea mucho menor o no se produzca".
A raíz de la mudanza del Camp Nou por las obras de reforma del Espai Barça, la entidad catalana perderá temporalmente los ingresos por la botiga, el museo, las entradas y los abonos. Y es que al tener que turnarse por limitaciones de aforo, muchos socios optarán por pedir excedencias durante el período del equipo en Montjuïc. Para colmo, la puesta a punto del estadio Olímpico conllevará un gasto al club que oscilará entre los 18 y los 20 millones. En total, un agujero de unos 100 millones para apuntillar la ya delicada situación económica del Barça.
Año de 'vacas flacas'
El club tendrá que apretarse el cinturón entre mayo de 2023 y octubre de 2024, el año y medio que se extenderá la estancia sobre la colina de Barcelona. De hecho, la financiación con Goldman Sachs para el nuevo Camp Nou todavía no ha culminado. Aún deben acudir inversores a inyectar esos 1.500 millones de euros en los que se cifra la obra. Se cierne un año de vacas flacas.
El sacrificio de la entidad viene motivado por un bien mayor: los 280 millones de euros de ingresos extra que la junta directiva de Joan Laporta espera generar. El Barça ha presupuestado recibir 201 kilos anuales del nuevo Camp Nou además de los 280 extra. De estos, 80 millones irán destinados a Goldman Sachs tras los cinco años de carencia. Los otros 200 milllones de ingresos extra anuales irán a las arcas del club pero también servirán como garantía en caso de impago a Goldman. Las pérdidas vinculadas al traslado a Montjuïc tendrán su recompensa ya estipulada en la hoja de ruta, una vez se regrese al nuevo Camp Nou.