Que el mundo del fútbol está cambiando a gran velocidad es un hecho contrastado. Que con esos cambios se está fomentando un desequilibrio patente a nivel económico entre los principales clubes europeos, también. Mientras el FC Barcelona de Joan Laporta activa palancas y se busca la vida como puede para aumentar sus ingresos, la irrupción de los clubes Estado altera radicalmente la dinámica de los mercados de fichajes, debido a su capacidad ilimitada de dinero y financiación. El auge de los nuevos ricos está cambiando poco a poco el tablero, y amenaza con ir a peor si no se toman medidas desde los organismos oficiales.
A finales de 2021, el Newcastle confirmó su ascenso a la categoría de club Estado. Su propiedad y gestión pasó a las manos de Mohamed Bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí. A sus 36 años, se trata de una de las personas más adineradas del planeta. Maneja, directamente, el Fondo de Inversión Pública saudí y la petrolera Aramco, con un patrimonio estimado en 350.000 millones de euros. Para poner su fortuna en contexto, cabe resaltar que Bin Salman está lejos de los 27.300 millones de Sheikh Mansour, propietario del Manchester City, y de los 12.000 que posee Nasser Al- Khelaïfi, cabeza visible del Paris Saint-Germain.
Estos dos clubes --sobre todo el francés-- ya han distorsionado en los últimos años algunos objetivos del FC Barcelona en el mercado de fichajes, y se prevé que la situación se agrave aún más, a la larga, con un Newcastle que podría crecer exponencialmente a medida que Bin Salman decida inyectar dinero en el club.
Memphis y Ter Stegen, en la agenda
Los primeros roces con el Barça ya se han dado. Las urracas son uno de los clubes que quieren llevarse en este mercado de invierno --y con la carta de libertad-- a Memphis Depay, futbolista con quien el equipo azulgrana no cuenta a largo plazo. Si bien es cierto que en este caso el conjunto inglés podría acabar haciendo un favor a los blaugrana, que se dependerían de un sueldo medio-alto en la escala salarial de la plantilla, el hecho de que pretendan llevarse al holandés sin pagar ni un euro --y teniendo éste contrato vigente-- no hace gracia en el entorno barcelonista.
Tampoco que este último verano intentasen sacar a Marc-André ter Stegen del FC Barcelona. El Newcastle llegó a presentar una oferta de 55 millones de euros, pero Joan Laporta y el área deportiva, secundados por la postura férrea de Xavi Hernández, se negaron a aceptar la propuesta. La posibilidad de obtener tanto dinero por un futbolista que ya ha entrado en la treintena era suculenta, aunque finalmente optaron por rechazar el interés de Bin Salman, que acabó llevándose a Nick Pope del Burnley.
A lo largo de las últimas semanas y teniendo en cuenta el gran rendimiento del arquero germano, desde Alemania varios medios han dado por hecho que Bin Salman probará suerte con Ter Stegen por segunda vez, y esta vez con más dinero sobre la mesa. Cabe recordar que la cláusula de rescisión de Marc es de 500 millones, y no queda libre hasta 2025. En este caso, en función de la cantidad el movimiento podría ser hasta positivo para el Barça, si bien es cierto que sería necesario acertar de pleno en la llegada de un relevo de garantías para la portería.
Andrey Santos, objetivo común
El último punto de confrontación entre Laporta y Bin Salman, en los últimos tiempos, tiene que ver con un objetivo común en el mercado: la perla brasileña Andrey Santos. El joven centrocampista de 18 años ha sido colocado en la agenda culé como posible relevo de Sergio Busquets, dadas las excelsas virtudes que ha demostrado en la posición de pivote defensivo. En Brasil aseguran que Jordi Cruyff está trabajando para ficharlo de cara al mercado de invierno, pero se da el caso de que el Newcastle también ha mostrado interés por el futbolista, que tiene una cláusula de rescisión de 40 millones de euros con el Vasco da Gama.
Los ingleses valoraron presentar una oferta de 35 millones de euros este verano, pero no llegaron a concretar la propuesta. El Vasco de Gama se remite a su cláusula para dejarle salir, y las informaciones que llegan desde Brasil señalan que el Barça estaría estudiando la posibilidad de rebajar el coste dejando cedido al futbolista en su actual equipo de forma temporal, hasta el mes de junio de 2023 o bien al año siguiente, en 2024.
Lo que está claro es que, si Bin Salman se lo propone, no tendrá problema para superar la oferta de un Barça que actualmente no está en disposición de competir económicamente con un club Estado. Si Laporta, Florentino y el resto de grandes clubes europeos ya tenían un problema con PSG y Manchester City, a partir de ahora habrá un nuevo competidor por los cracks del futuro. Y puede que, a la larga, sea el más temible de todos...