Joan Laporta, presidente del Barça, mantiene su apuesta por la Superliga. Igual que el Real Madrid y la Juventus. El máximo dirigente azulgrana, no obstante, asume que una competición abierta es mucho más saludable y justa que una cerrada como la NBA.

El presidente del Barça explicó su visión de la Superliga en una charla celebrada el pasado 30 de marzo que ha trascendido ahora. "Yo he entrado en la Superliga como representante del Barça con todo ya bastante adelantado. Mi criterio era, dejaros de una liga cerrada, tenemos que hacer una Superliga abierta, que haya meritocracia".

La nueva Superliga

En su modelo de Superliga ideal, Laporta tiene claro que la nueva competición no puede suponer el final de las ligas nacionales: "Para mi eso es importantísimo. Yo creo en las ligas de cada país y sería una equivocación que la Superliga sustituyese a las ligas".

Agnelli, Laporta y Florentino, fundadores de la Superliga Europea, en un fotomontaje / Culemania

Agnelli, Laporta y Florentino, fundadores de la Superliga Europea, en un fotomontaje / Culemania

El presidente del Barça aboga por fórmula atractivas. La Superliga garantizaría mayores ingresos pero debe ser también más atractiva desde el punto de vista deportivo: "Yo creo que jugar los grandes clubes entre nosotros siempre, cansaría.  A los que nos gusta el fútbol nos acabaría cansando. Es bonito y saludable que un equipo más pequeño gane al grande. El ir con el débil es muy bonito. Tú te encuentras que una Eurocopa la gana Grecia y es muy bonito. Y cuando ganó el Leicester en Inglaterra fue especial. Esto es el fútbol".

Competición atractiva

Laporta, en definitiva, apuesta por "una Superliga que sea una Champions mejorada". "Con un formato de competición muy bueno, será seguramente la competición más atractiva del mundo. Pero a la vez hay que ser hábiles para mantener las ligas estatales, esto es fundamental", agregó el presidente del Barça.

El máximo dirigente barcelonista confía que la Superliga sea viable a corto plazo para poder multiplicar los ingresos del club, que atraviesa una situación económica muy incierta. Este verano, para cuadrar las cuentas, el Barça tuvo que vender varios activos.