Más allá de ser un foco de entretenimiento social, el fútbol de élite es principalmente un negocio. Y, como tal, los agentes que lo componen siempre toman decisiones que puedan favorecer sus intereses. Los amiguismos suelen estar encima de la mesa, pero siempre y cuando conlleven un retorno beneficioso para las partes implicadas. En el caso de Jaume Roures, los vínculos que le unen al FC Barcelona no pueden entenderse como acercamientos gratuitos o pasionales, sino que entran en juego los intereses.
El propietario de Mediapro se hizo, un mes atrás, con el 24,5% restante de Barça Studios que Joan Laporta necesitaba vender para activar la cuarta palanca. El Barça ingresó de esta forma 100 millones de euros que fueron clave para las inscripciones en Liga de cuatro de los nuevos fichajes, justo antes de que aterrizasen Héctor Bellerín y Marcos Alonso como últimas contrataciones del verano.
La estrategia silenciosa de Roures
El acercamiento de Roures al FC Barcelona no es un movimiento aislado. Desde hace un tiempo, el máximo responsable de Mediapro viene haciendo esfuerzos para ganar importancia en el club. Además de la citada adquisición de parte de los derechos de Barça Studios, el productor catalán ya aportó 30 de los 124,6 millones de euros de aval que necesitaba Laporta para tomar posesión de la presidencia culé. Y aunque luego retiró 20 millones de ese dinero en noviembre de 2021, el gesto volvió a entenderse como una forma de cortejar a los altos mandos del club.
¿Qué será lo siguiente? Lo próximo podría ser meter mano en el Museo del FC Barcelona. Tras la compra parcial de Barça Studios, Jaume Roures quiso dejar claro que el activo del museo no figuraba en las bases del acuerdo, aunque sí admitió que es "una máquina de guerra, una fotografía de la fortaleza del club y de la marca". Si bien es cierto que no es algo que haya salido nunca de su boca, la posibilidad de explotar comercialmente el museo culé es una opción que atrae a Roures. Su objetivo sería hacer negocio a través de Mediapro Exhibitions, la rama del conglomerado que se dedica a impulsar exposiciones y espacios museográficos.
Una máquina de generar dinero
Hace unos años, el productor ya participó en la digitalización del Camp Nou Experience, y en un futuro podría aspirar a la gestión de un museo que, con la reforma del Espai Barça, tendrá aún mayor capacidad y podrá incrementar los 60 millones anuales que actualmente deja en las arcas.
A día de hoy, no hay muchas entidades que puedan compararse a nivel mediático con el FC Barcelona. Independientemente de su situación actual, el club azulgrana seguirá siendo en los próximos años una máquina de generar ingresos, gracias principalmente a una masa social y engagement que están fuera de toda duda. Prueba de ello es la recuperación que está experimentando, en este comienzo de temporada 2022-23, el ticketing y la afluencia del Camp Nou.
Jaume Roures lo sabe. Y no se descarta que aproveche la debilidad financiera del Barça, en un futuro no muy lejano, para protagonizar otro acercamiento y ganar aún más presencia en el entorno culé. ¿Tal vez se plantee adquirir la propiedad del club en el caso de una hipotética conversión a Sociedad Anónima Deportiva (SAD)? Nada puede descartarse. Y en un mundo tan contaminado por los intereses como es el fútbol, todavía menos.