Joan Laporta, presidente del Barça, mirando a la nada desde el palco del Camp Nou / FCB

Joan Laporta, presidente del Barça, mirando a la nada desde el palco del Camp Nou / FCB

Palco

El Barça, al filo del bono basura: mal presagio sobre la gestión de Laporta

Una agencia de calificación se muestra pesimista con la evolución económica del club

10 agosto, 2022 00:01

Toda decisión conlleva una serie de consecuencias. Y, en una entidad tan grande como el FC Barcelona, estos factores se magnifican. A pesar de las palancas que ha ido activando la junta de Laporta para salvaguardar las cuentas este verano, el riesgo de impago sigue quitando el sueño a los principales acreedores del club. Especialmente a Goldman Sachs, que hace poco menos de un año concedió al Barça un crédito de 595 millones de euros a diez años vista, con un interés medio del 1,98% entre inversores internacionales.

Prueba de la falta de confianza que empieza a surgir sobre la capacidad de pago del FC Barcelona es que una de las agencias de rating más prestigiosas, Fitch, ha situado 470 millones de esa deuda que mantiene el club con el fondo norteamericano a las puertas del bono basura. Aunque la calificación sigue siendo de BBB, se rebaja la perspectiva de "estable" a "negativa" y existe el riesgo de perder valor. Si la calificación pasara a BB o inferiores, se consideraría la cifra que adeuda el Barça como "bono basura" y, por lo tanto, de alto riesgo de impago.

Las obras del Espai Barça, factor de riesgo

La deuda total del FC Barcelona en la actualidad es de 1.200 millones de euros, pero el análisis de Fitch se centra exclusivamente en los 470 millones que se deben a Goldman Sachs, procedentes del crédito concedido meses atrás. Cuando se acordó dicha operación de liquidez, desde el propio Barça se aseguró que el club se encontraba "entre operadores estables del mercado financiero", y que por tanto podría pagar el crédito con la solvencia establecida en las bases del pacto suscrito, así como sus intereses derivados. 

Como garantía se interpuso una parte de los derechos audiovisuales, algo que ya quedó en riesgo cuando el club azulgrana cedió la explotación del 25% de dichos derechos de TV a Sixth Street, a 25 años vista y a cambio de un montante --con plusvalías incluidas-- de alrededor de 667 millones de euros. Entre los factores por los que Fitch coloca al FC Barcelona al borde del bono basura, se argumenta que "la perspectiva negativa refleja el bajo rendimiento financiero del club en el año fiscal de junio de 2022 frente a las expectativas".

Laporta, junto a Xavi y los jugadores del primer equipo, en la carpa informativa del Espai Barça / FCB

Laporta, junto a Xavi y los jugadores del primer equipo, en la carpa informativa del Espai Barça / FCB

Laporta, junto a Xavi y los jugadores del primer equipo, en la carpa informativa del Espai Barça / FCB

También se sitúa como elemento de riesgo las obras del Espai Barça, que podrían alargarse y encarecerse con el paso del tiempo. "Existen riesgos asociados con la próxima remodelación del estadio, que obligará al club a mudarse temporalmente a un nuevo estadio más pequeño y reducir sustancialmente la capacidad del conocido estadio Camp Nou, hasta que se complete la remodelación", puede leerse en la nota oficial de la agencia. "Un retraso en el cronograma de construcción podría conducir a ingresos inferiores a los esperados", se añade, aludiendo a la mudanza temporal del Barça a Montjuïc como posible causa de una caída de ingresos.

Al borde de un estancamiento económico

Si bien es cierto que la agencia de calificación admite la solidez de la marca Barça como uno de los clubes deportivos más importantes del mundo, advierte que "en los últimos años, el club ha mostrado una disposición particular a gastar en transferencias costosas, lo que ha llevado a un aumento significativo en su relación salario-ingresos, que ha estado por encima de la de muchos competidores equivalentes". No ayuda, en este sentido, que el FC Barcelona haya cerrado cinco fichajes de nivel en el presente mercado de fichajes, y que esté a punto de acordar el sexto con la llegada de Marcos Alonso.

Goldman Sachs y Sixth Street disponen ahora de un poder inaudito tras la compra de activos del Barça de Laporta / FCB

Goldman Sachs y Sixth Street disponen ahora de un poder inaudito tras la compra de activos del Barça de Laporta / FCB

Goldman Sachs y Sixth Street disponen ahora de un poder inaudito tras la compra de activos del Barça / FCB

Paralelamente, Fitch se muestra pesimista en relación a la evolución futura del FC Barcelona, para el que prevé "un aumento en el apalancamiento en 2023-2025 en menores ingresos de medios y estadios, junto con un índice salarial aún alto". Es decir, se augura que el Barça seguirá pagando demasiado en salarios de jugadores, que cuenta con muy poco margen para rebajar la deuda y que, por tanto, sufrirá un estancamiento en sus cuentas que pondrá en riesgo el pago de los montos acordados. "El desapalancamiento es más lento de lo esperado, en comparación con el caso de calificación de Fitch el año pasado".

Laporta empieza a rebajar la deuda

Lo que se valora positivamente, sin embargo, es que una pequeña parte de los 867 millones que el Barça ha ingresado con sus cuatro palancas se haya utilizado para rebajar la deuda con Goldman Sachs. "Una fracción de los ingresos, 125 millones de euros, se utilizó para el pago anticipado parcial de los bonos de colocación privada lanzados por el emisor", recuerda Fitch, explicando cómo se ha pasado de los 595 millones de crédito a un debe de 470 kilos en la actualidad. A la junta de Laporta le toca seguir oxigenando sus números, como pueda, para sacar buena nota en los próximos balances. El traspaso de jugadores, las futuras rebajas salariales y la posible venta de más activos --como un 49% de Barça Licensing & Merchandising (BLM)-- será clave en este aspecto.