Situación límite en el FC Barcelona. Faltan 30 días para el cierre del ejercicio económico y en estos momentos los balances son sentenciadores: pérdidas de unos 120 a 150 millones de euros. El Barça no cumplirá el presupuesto de ingresos que presentó en septiembre por un total de 765 millones de euros ya que dejó de obtener varias partidas con las que contaba, y tampoco cumplirá el presupuesto de gastos, cifrado en 784 millones que, seguramente, serán más. Si sumamos las pérdidas que se prevén para este curso a las acumuladas del anterior --481 millones, que generaron un patrimonio neto negativo de 450 millones--, nos encontramos ante un agujero de unos 600 millones de euros. Ese es el dinero que necesita ingresar el Barça, como mínimo, para poder acudir al mercado de fichajes con unos mínimos.
Presupuestos incumplidos (a priori)
La caída de ingresos viene dada por las siguientes partidas frustradas: 50 millones por la venta del 49% de Barça Studios, 25 millones por la consecución de nuevos patrocinios --Spotify no cuenta para esta temporada,sino para la siguiente--, más de 20 millones en premios por la eliminación prematura de la Champions, los derechos televisivos no facturados por no jugar la fase de eliminatorias de la competición europea --los ingresos procedentes de la Europa League son muy inferiores-- o el descenso del ticketing también derivado de no jugar la Champions, aunque en el caso del Eintracht de Frankfurt se pudo compensar debido a la avalancha de alemanes que inundaron el Camp Nou. Todo esto son ingresos previstos que no se han facturado, entre otros.
La dificultad para cumplir el presupuesto de gastos, aunque no sufrirá una desviación tan importante como la de los ingresos, se debe principalmente a los problemas que ha tenido el club para reducir la masa salarial. La previsión de la directiva pasaba por reducir los salarios de toda la plantilla, pero únicamente se logró con las vacas sagradas --Piqué, Busquets y Alba--, con los nuevos fichajes --Alves, Adama, Ferran Torres y Aubameyang-- y, sensiblemente, en los casos de Coutinho y Umtiti. En cambio, se han incrementado los sueldos de otros jugadores como Ansu Fati, Pedri o Araujo. Esto también ayuda a explicar la desviación negativa de unos 120 millones en los presupuestos.
Palancas con prisas
La junta de Laporta trabaja a marchas forzadas para aprobar antes del 30 de junio una de las cinco palancas económicas que tiene sobre la mesa para, precisamente, revertir esos 120 millones de pérdidas previstas. De este modo, el club lograría cerrar el curso con beneficios tras dos años de pérdidas acumuladas: 97 millones en el último de Bartomeu y los citados 481 millones en el primero de Laporta.
Pero para poder fichar con normalidad en verano hace falta más de una palanca. Además de corregir esos 120 millones de pérdidas, el club necesita revertir el patrimonio neto negativo, que actualmente está situado en 450 millones. Hasta que no se produzca esta situación, el control económico de la Liga será muy restrictivo con el Barça a la hora de inscribir nuevos jugadores, toda vez que el límite salarial negativo asciende a -144 millones. Un límite más teórico que real, pero que obliga al Barça a inscribir jugadores bajo las reglas 1/4 o 1/3 en caso de jugadores con salario muy elevado.
En caso de inyectar 600 millones, el club quedaría equilibrado y ello insuflaría oxígeno a las cuentas, aunque no hay que olvidar que se mantendría un nivel de deuda disparada: en torno a los 1.500 millones de euros. Por este motivo, y para tener un poco más de margen salarial, el Barça estudia inyectar una cifra de capital en torno a los 900 millones de euros, como ya avanzó Culemanía hace un mes.
Pendientes del socio el 16J
Las últimas informaciones hablan de la activación de dos o tres palancas combinadas que supondrían unos 200 o 300 millones de euros a través de la venta del 49,9% de BLM (Barça Licensing & Merchandising) y de otros 540 millones con la cesión de la explotación del 20% de los derechos audiovisuales procedentes de la Liga durante 50 años. En total, unos 840 kilos. La posibilidad de firmar con CVC sigue sobre la mesa y con opciones reales de ser la tabla de salvación que busca el club, pendiente ahora de la asamblea extraordinaria del próximo 16 de junio.
Los socios votarán entonces si autorizan al Barça a vender el 49% de BLM o la cesión de hasta el 25% de los derechos televisivos que ingresa el club de la Liga. En caso de que la votación sea afirmativa, la junta directiva podrá activar una de esas palancas antes del 30 de junio. Una vez más, como viene siendo habitual con la junta de Laporta, sobre la bocina.