Los clubes-Estado han representado un punto de inflexión en el fútbol europeo. Estas entidades llegaron con la finalidad de posicionar en lo más alto de la élite a base de una poderosa inversión. Desde hace una década que su presencia ha cambiado por completo la realidad de los fichajes y los millonarios sueldos que estos pagan a los mejores jugadores del mundo. En este sentido, se vuelve a plantear sobre la mesa la posibilidad de apostar por un límite salarial.
Durante el mandato de Michel Platini en la UEFA se intentó sacar adelante una norma para fijar los salarios en el continente europeo, además de otro tope que estuviera relacionado con el dinero que se pudiera emplear en los fichajes. Por aquel entonces los equipos que mayores gastos generaban en las operaciones eran el Chelsea CF de Roman Abramovich y el Real Madrid de Florentino Pérez. Sin embargo, no pudo salir esa adelante esa propuesta por la postura de los políticos.
Hace más de un año, Karl-Heinz Rummenigge (exfutbolista del Bayern de Múnich) recordó lo que sucedió con esa idea que tenía el organismo del fútbol europeo. “Quizá sería una buena iniciativa, pero en 2008, con Platini como presidente de la UEFA e Infantino como director general, fuimos a Bruselas para analizar si era un camino viable: y los políticos nos dijeron que iría en contra de la legislación europea”, explicó durante una entrevista.
Esa respuesta negativa implicó que la UEFA no pudiera frenar lo inevitable: la llegada de los clubes-Estado. El primero en tener una gran presencia fue el Manchester City, que desde hace una década ha sido unos de los equipos más dominantes de la Premier League, realizando en casi todas sus temporadas un gasto abusivo en fichajes. Y por supuesto, el caso del PSG, que ha tratado de reunir a los mejores futbolistas del mundo para conquistar la anhelada Champions League. El ejemplo del club parisino es el más descarado, siendo así por los 629 millones de euros que deben gastar en los salarios de la plantilla.
La UEFA de Ceferin: un nuevo plan
Actualmente el organismo presidido por Aleksander Ceferin también ha trabajado en una alternativa para al actual sistema financiero que tienen. El New York Times dio detalles en exclusiva del nuevo fair-play financiero que va a estar presente a partir de la próxima temporada. La citada fuente explica que la UEFA quiere imponer una normativa que limitará a los clubes europeos a no exceder el 70% de los ingresos anuales en gastos de plantilla, aunque se hará de manera progresiva.
Si bien en la teoría parece una medida para equilibrar los gastos entre los equipos grandes y pequeños, la realidad es que igualmente podría existir una ventaja bastante considerable. Existen muchas dudas alrededor de este plan de Ceferin, especialmente porque los clubes que sean capaces de sumar más ingresos por temporada (derechos de televisión, patrocinios o inyección de capital) tendrán la posibilidad de marcar diferencias en el mercado. Quizás no tan descaradamente como antes, pero si encontrarán la vía de mantener sus lujosas plantillas.
Los clubes-Estados, grandes favorecidos
La gran prueba del favorecimiento que pueden tener los clubes-Estado con esta nueva normativa que quiere impulsar la UEFA es con las declaraciones de Nasser Al-Khelaifi, el máximo dirigente del PSG. En uno de los recientes congresos de Asociación de Clubes Europeos, explicó que "durante los últimos meses hemos estado trabajando mano a mano con la UEFA para dar forma a las nuevas reglas de sostenibilidad financiera que se aplicarán en el futuro, reemplazando las antiguas. Estas nuevas reglas están diseñadas para garantizar que los costos se controlen mejor, al mismo tiempo que fomentan la inversión que asegurará el futuro sostenible a largo plazo de nuestro juego”.
Del mismo modo, añadió lo siguiente: "La UEFA ha incorporado muchos de los comentarios de la ECA, hechos en nombre de los más de 240 clubes, incluyendo cómo las nuevas reglas deben ser simples, justas, transparentes y aplicables; estas nuevas reglas se han trabajado durante más de 18 meses y han sido el resultado del trabajo increíblemente arduo de muchas personas. Gracias".
Todavía es bastante prematuro para juzgar ese nuevo fair-play financiero que va a estar en el fútbol europeo, pero las primeras impresiones no son una buena señal. Las dudas reinan sobre los aficionados, que no están seguros acerca de la igualdad que tanto promete Aleksander Ceferin. Atrás queda esa interesante propuesta de hacer un tope en los gastos salariales, aunque indudablemente representaba la idea más prometedora.