Xavi pone orden a la improvisación de Laporta
El Barça evita los errores de la pasada temporada tras recelar de Koeman y ya prepara la próxima temporada
23 marzo, 2022 00:21Joan Laporta nunca estuvo cómodo con Ronald Koeman de entrenador. Ni tan siquiera cuando ganó la Copa del Rey de 2021. El presidente del Barça respetaba su legado, pero el héroe de Wembley fue un fichaje de Josep Maria Bartomeu. El 13 de mayo de 2021, el máximo dirigente le comunicó al técnico que no garantizaba su continuidad y que buscaba un sustituto. Entonces, Laporta despreció a Xavi porque formó parte de la candidatura de Víctor Font. Cinco meses y medio después, y tras la derrota en el campo del Rayo (1-0), el máximo dirigente despidió a Koeman en el avión de regreso a Barcelona. El 8 de noviembre, Xavi fue presentado como nuevo entrenador y debutó el día 20 contra el Espanyol. Cuatro meses después, la improvisación ha sido sustituida por una planificación consensuada con Mateu Alemany y Jordi Cruyff, los ejecutivos responsables de la parcela deportiva.
Laporta presume hoy de Xavi, con quien tuvo muy buena sintonía en su primera etapa como presidente del Barça. En verano, el máximo dirigente todavía estaba dolido con el técnico de Terrassa, quien esperó una llamada del club antes de renovar por el Al-Sadd. Entonces, Laporta intentó seducir a Pep Guardiola, pero el técnico del Manchester City declinó su propuesta. Con Xavi no había diálogo y el entrenador renovó su contrato con el club catarí. Una renovación que seis meses después le costó cinco millones de euros al Barça.
Sin Messi ni Griezmann
Con Koeman ratificado con la boca pequeña, el Barça activó su plan renove, condicionado por la necesidad de reducir su masa salarial. A prinicipios de agosto, el presidente comunicó a Messi que no prorrogaría su contrato y a finales de mes cedió a Griezmann. Memphis y Luuk de Jong fueron los sustitutos de las dos estrellas del equipo. En verano también llegaron Eric García, Demir, Emerson y Agüero. Los tres últimos ya no están en el Barça. Demir regreso al Rapid de Viena, Emerson fichó por el Tottenham y Agüero se retiro por unos problemas coronarios.
En verano, el Barça redujo su masa salarial en 151 millones de euros. Koeman, desautorizado por Laporta, perdió el control del vestuario y la crisis estalló en Vallecas, con otra derrota frustrante. Las cosas solo habían cambiado a peor en el club, pero el presidente ya había asumido la necesidad de fichar a Xavi, técnico que suscitaba un gran consenso en el club. La mediación del exdirectivo Alejandro Echevarría, apodado El Cuñadísimo, facilitó un rápido acuerdo entre las dos partes que solo retrasó el Al-Sadd al exigir una indemnización.
El fichaje de Ferran Torres
Xavi heredó una plantilla deprimida y descompensada. Con muchas carencias. Sin pegada. Al Barça le costaba horrores marcar un gol. Las lesiones de Pedri y Ansu Fati agravaban los males del equipo. El técnico, no obstante, se encontró con un Laporta receptivo y un Mateu Alemany, director de fútbol, convencido de darle la vuelta al calcetín, con pocos recursos y mucha imaginación.
El fichaje de Dani Alves, que se ofreció a cambio del salario mínimo, fue el primer golpe de efecto. El segundo, mucho más efectivo, fue la contratación de Ferran Torres, por quien el Barça pagó 55 millones de euros al Manchester City. Xavi ya tenía un delantero de primer nivel, que se ofrece continuamente, que aporta profundidad y que es intenso en la presión.
La cesión de Coutinho
Sin margen salarial para nuevos fichajes, la cesión de Coutinho al Aston Villa permitió que el Barça pudiera inscribir a Adama Traoré y Aubameyang, que llegaron al Camp Nou tras rebajarse, considerablemente, su ficha. En ambas operaciones intervino también Jordi Cruyff, cada vez con más protagonismo. Jordi, que defendió hasta el final a Koeman, tiene muy buena sintonía con Xavi.
En el mercado de invierno, el Barça tuvo un plan que siguió hasta el final. Fracasó en el intento de fichar a Morata, una petición personal de Xavi, pero encontró el mejor antídoto a la falta de gol con la contratación de Aubameyang, que ya suma siete goles en la Liga y dos en la Europa League.
Fichajes atados
Cerrado el mercado de invierno, Xavi ya trabaja con Laporta, Alemany y Jordi en las altas y bajas de la próxima temporada. El Barça ha puesto la directa para atar a dos futbolistas que acaban contrato el 30 de junio: Andreas Christensen (Chelsea) y Franck Kessié (Milan), que ya han pasado revisión médica. El club también ha iniciado las negociaciones con César Azpilicueta (Chelsea) y Mazraoui (Ajax) para reforzar la banda derecha a coste cero.
La dirección deportiva, en cambio, sí contempla una pequeña inversión para fichar a un lateral zurdo (Gayà, Theo Hernández, Grimaldo y Reguilón están en la agenda barcelonista). Mucho mayor será el gasto para reforzar la delantera, ya sea con un delantero centro de nivel o con un extremo que sustituya a Dembelé si el francés no renueva su contrato. Raphinha, del Leeds, podría ser el elegido para la banda derecha.
Deuda de 1.350 millones
En los últimos meses, el Barça tiene un plan. También una clara idea futbolística. Superado el malestar de Laporta con Xavi por no apoyar su candidatura, el presidente se encuentra muy cómodo con el técnico de Terrassa. Limitado por una deuda de 1.350 millones de euros y un saldo negativo de 144 millones para los salarios del primer equipo, el club se agarra a los jóvenes promesas de su cantera y busca la mejor relación calidad-precio en el mercado. La época de los grandes fichajes forma parte de un pasado no muy lejano, aunque el presidente azulgrana no renuncia a un fichaje top. Ya sea Haaland, Lewandowski, Lukaku, Salah o un tapado.
El Barça todavía no sabe cuánto podrá invertir en verano. En los últimos meses, el club se ha adaptado a una economía de guerra desconocida en las oficinas del Camp Nou. Hace un año, Laporta dudada de Koeman e improvisaba el futuro deportivo. Ahora, con Xavi, hay un plan.