El mundo es un pañuelo. Y Barcelona más.
Los archienemigos Sandro Rosell y Joan Laporta han coincidido este jueves en el restaurante Vía Veneto. Al parecer, ha sido una coincidencia inesperada, ya que ambos eligieron el mismo restaurante con diferentes pretextos. El expresidente acudió discretamente a comer, pero se encontró con un séquito de periodistas en la puerta que asistían al mismo local a esperar al presidente azulgrana, que convocó en el Vía Veneto la comida de directivas entre la junta del Barça y la del Galatasaray.
Así lo desveló el periodista de la Cope Víctor Navarro, que fue captado por las cámaras junto a otros periodistas habituales en la cobertura del día a día del Barça como Santi Ovalle o Marc Fuster. El morbo estaba servido, pero no se captaron imágenes de los dos antiguos compañeros de directiva juntos.
Una relación amor-odio
La relación entre Rosell y Laporta es de amor-odio desde hace muchos años. Se han regalado elogios y reproches públicamente a lo largo de un periplo que comenzó con L'Elefant Blau y la victoria electoral de 2003 pero que se fue degradando a partir de 2005, con la dimisión de Rosell, Bartomeu y otros directivos que, posteriormente, volvieron al gobierno del club en 2010 y se han mantenido, algunos de ellos, hasta el pasado octubre de 2020. Entre medias han habido batallas judiciales, como la acción de responsabilidad, pero también mensajes cariñosos. Laporta se emocionó con la victoria de Rosell en 2010 y le mandó todo su apoyo después de que estuviese encarcelado dos años en privisón provisional para, posteriormente, ser declarado inocente.
Rosell, aunque más discreto, también ha tenido gestos con Laporta. En 2010 le hizo partícipe en la celebración de la Liga, que fue entregada al club después del cambio en la presidencia, y tras su salida de la cárcel agradeció sus palabras. Incluso trascendió que llegaron a verse y que su relación había mejorado. Algo que no sorprende con Laporta, tan temperamental y a la vez emocional que es capaz de pelearse y reconciliarse con una facilidad pasmosa. Algo así le ocurrió con la familia de su exmujer, Constanza Echevarría, que después de unos años complicados a raíz de su divorcio, han vuelto a mejorar relaciones hasta el punto de que Alejandro Echevarría, excuñado de Laporta, es uno de sus hombres de confianza en la sombra.