El FC Barcelona es como una montaña rusa. Pasa de la euforia a la decepción en cuestión de minutos. Y viceversa. Tras el bache de diciembre, el club atraviesa ahora un momento ligeramente dulce debido a los últimos resultados ligueros, que fueron acompañados de buenas sensaciones. Dos victorias sufridas ante el Elche y el Mallorca, un empate con sabor a triunfo frente al Sevilla y un fichaje generador de ilusión se han convertido en la receta del éxito que debe alcanzar Xavi Hernández. Mientras tanto, Joan Laporta y sus hombres de confianza trabajan para sanear la mermada economía del club sin avances significativos en la parcela de ingresos. Lo que sigue subiendo es el gasto.
A mediados de diciembre es especuló con que el Barça podía sellar, finalmente, una alianza con CVC Capital Partners para inyectar el dinero necesario como para poder reconstruir el equipo con grandes fichajes. Ferran Torres era el primero de la lista, petición expresa de Xavi, que ahora está empeñado en Álvaro Morata --se ha filtrado que le llama muy a menudo-- para recuperar el gol perdido con la marcha de Leo Messi. Sin embargo, el propio Laporta se ha encargado de desmentir el citado acuerdo este mismo lunes en rueda de prensa. Habrá que estar atentos por si, finalmente, vuelve a cambiar de opinión, algo a lo que el culé ya se está acostumbrando.
La deuda sigue disparada
Durante la presentación de Ferran Torres, donde prácticamente se preguntó al presidente más por Haaland y otras operaciones de mercado que por un futbolista que llega con la vitola de estrella después de firmar un traspaso de 55 millones de euros + 10 en variables, el mandamás azulgrana expuso su postura sobre la negociación con CVC: "La operación de CVC no la contemplamos en los términos que se nos ha planteado, no queremos más deuda, trabajamos para reducirla". Hay que recordar que la deuda del club supera los 1.350 millones.
Las contundentes calabazas de Laporta al citado acuerdo certifican nuevamente su sintonía con Florentino Pérez, que también carga con el acuerdo Liga-CVC por suponer, a su entender, un aumento de la deuda para los clubes españoles. Sin embargo, las fórmulas alternativas que estudia el equipo ejecutivo del Barça con de la misma enjundia: acuerdos con Goldman Sachs que supongan refinanciar deuda para ampliarla.
Ferran Torres, con Pedri y Nico, en el entrenamiento de puertas abiertas del lunes 3 de enero / EFE
Actualmente, el club tira de una línea de crédito de 595 millones de euros que da liquidez para fichar. Asimismo, el Barça ha aprovechado su buena sintonía con el Manchester City para negociar un pago a cómodos plazos que no asifixie a la entidad catalana, que cuenta con aliados y amigos como Guardiola, Txiki o hasta Ferran Soriano en el Etihad. Así lo confesó el propio Laporta en la misma rueda de prensa, agradeciendo públicamente el trabajo de Mateu Alemany, cuyas discrepancias en algunas cuestiones son notables: "Mateu ha sido una pieza clave en esta operación y también las buenas relaciones con el Manchester City".
El otro reto: rebajar más la masa salarial
El director de fútbol, por su parte, sigue enfrascado en conseguir la inscripción de Ferran, que ha llegado al Barça sin el margen salarial suficiente como para inscribirlo. Serán clave las salidas que se produzcan en los próximos días, siendo Demir, Umtiti, Coutinho y Dest los grandes señalados. "Cuando lo fichamos sabíamos que no teníamos límite salarial para ficharlo. Desde entonces estamos trabajando, con la idea de que esté inscrito antes del domingo", explicó Mateu en su comparecencia.
Los problemas del Barça siguen siendo los mismos en materia económica: obtener liquidez oara poder fichar al tiempo que se reduce la deuda y rebajar la masa salarial con salidas para poder inscribir a otros jugadores.