La Champions ha sido un mal negocio para el Barça. Un desastre deportivo y económico. Las cifras son elucuentes. El equipo ha sumado siete puntos de 18 posibles, ha perdido tres partidos, ha encajado nueve goles y solo ha marcado dos. Con semejantes números, el club solo ha ingresado 22,1 millones de euros: 15,6 por participar en la fase de grupos, 5,6 millones por sus dos victorias contra el Dinamo Kiev y 900.000 euros por su empate contra el Benfica.
El Barça, según fuentes del club, había presupuestado que llegaría hasta los cuartos de final de la Champions. Habitualmente era una previsión muy prudente. Ahora no. Si el Benfica hubiera fallado en Lisboa contra el Dinamo Kiev, el Barça habría ingresado automáticamente 9,6 millones de euros más por alcanzar los octavos de final. El pase a cuartos suponía un ingreso adicional de 10,6 millones. En total, 20,2 millones. A este cifra se deben añadir los aproximadamente 10 millones de euros que dejará de ingresar la entidad de sus patrocinadores y por derechos de televisión.
Menos dinero
La Europa League, la segunda competición de la UEFA, mueve mucho menos dinero. En el mejor de los casos, el Barça ingresará 14,9 millones de euros si llega a la final y la gana. Tampoco será una empresa fácil para los barcelonistas, que podrían enfrentarse a Borussia Dortmund, Sevilla, Olympique de Lyon, etcétera.
El Barça no lo tendrá fácil para cuadrar sus números. La temporada comenzó con una importante reducción salarial de 155 millones de euros tras las salidas de Leo Messi y Antoine Griezmann. Y las rebajas que aceptaron Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba.
La deuda del Barça
El club azulgrana presentó un presupuesto de 765 millones de euros, una cifra muy alejada de los 1.000 millones de euros de la etapa anterior al coronavirus. Según Laporta, la deuda actual del club es de 1.350 millones de euros. El fracaso en la Champions complica mucho más las cosas para un Barça que necesita una amplia renovación. Renovación o revolución.