Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, parece que lo tiene todo atado y bien atado con el Espai Barça. El 19 de diciembre, salvo sorpresa, los socios aprobarán la financiación del gran proyecto del club en el siglo XXI. Un proyecto que costará 1.500 millones de euros y que contempla una profunda reforma del Camp Nou --finalizará en 2025-- y la construcción del nuevo Palau Blaugrana, con capacidad para 15.000 espectadores, del Petit Palau y de una pista de hielo.
El máximo dirigente condiciona la recuperación económica del club al desarrollo del Espai Barça. Cifra en 200 millones de euros los ingresos adicionales que percibirá el club por la explotación de su estadio, una cifra que la exdirectiva de Josep Maria Bartomeu considera excesiva. La reforma del Camp Nou contempla la transformación total de la tercera grada y la construcción de dos anillos de palcos. Goldman Sachs se encargará de la financiación, pero el tipo de interés no será del 1,9% como deslizó Laporta hace un mes y medio. En el Espai Barça hay mucho más puntos oscuros.
La financiación
Ferran Reverter, CEO del Barça, detalló que el Barça pedirá 1.500 millones para financiar el Espai Barça, cantidad que devolverá en 35 años. El club empezará a pagar cuando se acaben las obras. Es decir, a partir de 2025. Laporta aseguró en octubre que el interés sería del 1,9%, cantidad que Reverter elevó hasta el 3%, el doble de lo que debe pagar el Real Madrid por la reforma del Bernabéu. Algunas fuentes incluso aseguran que el tipo de interés que deberá pagar el Barça podría acercarse al 4%.
"La financiación con Goldman Sachs está muy avanzada", manifestó Reverter. De momento, este grupo de inversión estadounidense ya ha concedido 595 millones de euros al Barça, cuya deuda asciende actualmente a 1.350 millones de euros, según la actual junta directiva.
Recreación virtual del Camp Nou reformado que proyecto Joan Laporta / FCB
Reverter expresó su convencimiento de que el Barça generará 200 millones de euros adicionales cada año con la explotación del Espai Barça. El área de hospitality y la zona VIP generarán un 24% de los nuevos ingresos del estadio. La taquilla y la restauración representarán un 22%, mientras que los naming rights del Espai Barça, el Camp Nou y el nuevo Palau supondrán otro 24% de ingresos adicionales. El museo del Barça --actualmente es el segundo más visitado de España-- y los eventos y conciertos que se celebran en sus instalaciones se repartirán el 30% restante.
Muchas localidades VIP
El Camp Nou dispone, actualmente, de 2.200 localidades VIP. Es decir, poco más del 2,2% del aforo total del estadio (con capacidad para 99.300 espectadores). El proyecto de Josep Maria Bartomeu contemplaba la creación de un anillo entre la primera y la segunda grada. El expresidente había diseñado un estadio con 4.000 asientos de alto standing para un Camp Nou con 105.000 espectadores.
La FIFA y la UEFA recomienda que los estadios de primera categoría destinen un 5% de su aforo a palcos y localidades VIP. Con Laporta, esta cifra se disparará. "Las localidades VIP supondrán entre el 8% y el 10% de la capacidad del Camp Nou". El actual presidente quiere que el estadio del Barça tenga entre 8.000 y 10.000 asientos de alto standing, una cifra que puede ser mucho mayor que la demanda real de este tipo de localidades.
El Real Madrid, con una mayor cultura en la capital de España por estas localidades, dispone de 5.000 asientos de máxima categoría. El Bernabéu puede acoger a 81.000 espectadores.
Distancia mayor en la tercera grada
La construcción de dos anillos de palcos entre la segunda y la tercera grada repercutirá, negativamente, en los abonados de la zona alta del Camp Nou. La primera fila estará situada entre siete y ocho metros más alta que la actual. El actual proyecto contempla el derribo total de la tercera grada que construyó el expresidente Núñez y la construcción de una nueva grada simétrica.
Recreación virtual de los dos anillos de palcos que tendrá el Camp Nou / FCB
El Barça, en cambio, apenas modificará la primera grada. Los cambios serán mínimos. Laporta, desde el primer día, se manifestó en contra del traslado de unos 12.500 abonados de la zona baja del estadio que debían ser ubicados en la tercera grada. El presidente azulgrana, sin embargo, silenció que la UEFA recomienda una pendiente muy superior entre filas a la que tiene actualmente la primera grada del Camp Nou. Muchos socios se han quejado de la mala visibilidad de sus localidades.
El nuevo Palau se va de precio
El Barça ha cifrado en 420 millones de euros el coste del nuevo Palau. La cifra casi quintuplica los 90 millones de euros que, en 2014, presupuestó Bartomeu para el futuro pabellón multiusos, que inicialmente debía tener una capacidad para 10.000 espectadores. Una fuente muy próxima a Bartomeu ha reconocido a Culemanía que su estimación se quedó muy corta, sobre todo cuando el Barça asumió la necesidad de construir un pabellón para 15.000 aficionados.
Sorprendentemente, ni Laporta ni Reverter han dado muchos detalles del nuevo Palau. Se conoce su futura capacidad y poco más. Reveter aseguró este miércoles que los nuevos pabellones costaban 300 millones de euros, 120 millones menos que los presupuestados por el Barça. El club contempla la construcción de un pabellón mucho más pequeño y una pista de hielo. El Valencia Arena, con capacidad para 15.600 espectadores, tendrá un coste de 280 millones de euros.
Los permisos del Ayuntamiento
El Barça quiere empezar las obras del Espai Barça en verano de 2022. En el Ayuntamiento de Barcelona, sin embargo, todavía no han recibido el actual proyecto de Nikken Sekkei. El gobierno que lidera Ada Colau deberá aprobar los cambios introducidos respecto al Camp Nou que les presentó el expresidente Bartomeu. A favor del club juega que no se haya cambiado el entorno del Camp Nou. Es decir, las nuevas oficinas y el hotel que se construirán en la avenida Arístides Maillol.