El Barça busca, desesperadamente, un patrocinador para las camisetas de los equipos de fútbol. Asumido que el acuerdo con Rakuten finalizará el 30 de junio de 2022, el club que preside Joan Laporta sigue sin resolver un asunto clave para la recuperación económica de la entidad y el tiempo juega en su contra.
Nike, el proveedor técnico del Barça desde hace más de dos décadas, exige al club el nombre y el logotipo del futuro patrocinador para iniciar la producción de las camisetas de la temporada 2022-23, que alternará dos tonos de azul y el grana.
Producción en China
La actual crisis que padecen las fabricas de China por los cortes de energía juegan en contra del Barça y de la multinacional norteamericana. En los últimos meses también se ha encarecido el transporte de mercancías desde Asia a Europa, como informa el diario Sport. Los precios se han disparado, multiplicándose los costes por cinco.
El Barça ha recibido varias propuestas en los últimos meses. Pero, de momento, no ha cerrado ningún acuerdo. El objetivo del club es cobrar los 55 millones de euros que pagaba Rakuten tras sustituir a Qatar Airways. En la presente temporada, la multinacional japonesa redujo su aportación al Barça hasta los 30 millones de euros.
Presentación del acuerdo de patrocinio con Rakuten / REDES
El precedente sin publicidad
Nike, de momento, espera noticias. Difícilmente, el Barça firmará un acuerdo de patrocinio antes del 31 de diciembre de 2021. De demorarse mucho la nueva alianza, el patrocinador técnico podría iniciar la fabricación de los nuevos modelos sin publicidad, como ya ocurrió en la temporada 2016-17.
El Barça exhibió a principios de ese ejercicio una camiseta azul y grana sin publicidad, que tuvo una gran acogida en el mercado. En los primeros meses podían comprarse sin ningún patrocinador, circunstancia que disparó las ventas.
La deuda del Barça
En los primeros meses del actual mandato, Laporta ha reducido la masa salarial del primer equipo en 155 millones de euros. Su gran reto, ahora, pasa por aumentar los ingresos por patrocinio. Muchos contratos se firman a la baja, todo un inconveniente para un club que, según su presidente, tiene una deuda de 1.350 millones de euros.