Siete meses con Laporta: improvisación y polémica
El presidente del FC Barcelona cumple más de medio año al cargo de presidente con una gestión poco trabajada
8 octubre, 2021 00:24Joan Laporta ganó las elecciones presidenciales el pasado 7 de marzo por amplia mayoría. Heredó un club anímicamente tocado y, económicamente, con muchas tensiones, pero no tenía un plan para enderezar el rumbo. La dimisión de Jaume Giró, actual consejero de Economía y Hacienda, fue el primer golpe para el nuevo presidente. En sus primeros siete meses de gestión, el abogado barcelonés ha tomado decisiones de gran calado. La más sonada fue su renuncia a renovar el contrato de Leo Messi. Alegó problemas financieros, pero con él se ha disparado la masa salarial de los ejecutivos. A la espea de su obra de gobierno, Laporta tira de populismo e intensifica sus críticas al anterior presidente, Josep María Bartomeu, a quien responsabiliza de todos los males de la institución.
La nueva junta del Barça de Laporta, en su primera sesión ordinaria / FCB
Laporta goleó en las urnas pero sus primeros días ya fueron muy movidos. No lo tuvo fácil para avalar los 124 millones de euros y se encomendó a Jaume Roures, que aportó 30 millones, y a Audax Renovables. El dueño de Mediapro, sin embargo, no sintonizó con algunas decisiones del presidente del Barça. Las diferencias fueron evidentes cuando Laporta rechazó el acuerdo de la Liga y el fondo CVC. El máximo dirigente, que alivió los problemas económicos con las salidas de Messi y Griezmann, fue muy criticado por el empresario barcelonés.
El misterio de la salida de Messi
La salida del argentino al París Saint Germain también retrató a Laporta, quien había proclamado durante la campaña electoral que tenía la receta para renovar a Messi. Reiteró que era el único candidato capacitado para convencer al futbolista. Y hasta agosto filtró y manifestó que la continuidad de Messi estaba cada día más cerca. Al final, el asunto terminó mal, con el jugador muy molesto con el máximo dirigente por incumplir su palabra y desmontar el acuerdo verbal que ambos habían alcanzado.
Leo Messi en la comparecencia de su despedida del Barça / EFE
Laporta, en su afán por seducir a Messi, incluso aceptó el fichaje del Kun Agüero, aunque el delantero apenas había jugado en su última temporada en el Manchester City. Su fichaje, de hecho, no fue una petición de Koeman. Agüero se decantó por el Barça y desestimó otras propuestas, convencido de que jugará dos años con su compatriota. Nada más lejos de la realidad.
Koeman, el mareado
Ronald Koeman ha sido, probablemente, quien más ha sufrido los titubeos de Joan Laporta. El presidente del FC Barcelona exteriorizó que no contaba con el neerlandés el día que ambos compartieron mesa y mantel en el Vía Veneto. Laporta, no obstante, le pidió tiempo para reflexionar. Necesita un par de semanas para sondear el mercado y fichar a un entrenador que encajara en su modelo futbolístico. No lo encontró y el bochorno iba en aumento.
Ronald Koeman saliendo al campo de entrenamiento del Barça / FC Barcelona
Laporta, tras fracasar en su desesperado intento de fichar a Guardiola, optó por ratificar a Koeman, aunque fuera con la boca pequeña. No tenía un recambio de garantías para el héroe de Wembley y el despido del neerlandés costaba unos 14 millones de euros.
Fichajes polémicos
Sergi Barjuan fue uno de ellos. No por su figura en sí, sino por el cadáver que dejaba en el camino. García Pimienta fue la cabeza de turco de las estratagemas de Joan Laporta, que despedía a diestro y siniestro a muchos mitos del barcelonismo (Andreu Plaza, Xavi Pascual, David Barrufet y Lluís Cortés).
El Barça B funcionaba correctamente ya que el ADN de la Masía estaba plenamente representado. El despido de García Pimienta, que llegó a sonar como posible entrenador del Barça tras el despido de Valverde, fue polémico y muy criticado en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Sergi Barjuan no ha iniciado muy bien su etapa en el Barça B, que es 11º con solo ocho puntos.
García Pimienta, en una imagen de archivo / EFE
El otro fichaje que resulta inexplicable para muchos medios es el de Luuk de Jong, quien llegó sobre la bocina. Llegó a vestirse de blaugrana gracias a la marcha de Antoine Griezmann al Atlético de Madrid. Fue el recambio de última hora de Laporta. Sin organización alguna, se firmó el 31 de agosto a las 12 de la noche. ¿Dónde estaba el plan?
Cargos a dedo
El de Jordi Cruyff fue uno de los fichajes de Joan Laporta que creó más suspicacia respecto a su utilidad. El presidente dijo de él que era un fichaje estratégico y un comodín para la entidad. Fue nombrado director de scouting internacional.
Koeman y Cruyff en el palco del Wanda Redes
Laporta había pensado en Jordi como posible sustituto de Koeman si las cosas pintaban mal. El hijo de Johan Cruyff, sin embargo, muy pronto rechazó tal posibilidad y, el pasado viernes, convenció al máximo dirigente para que prorrogara su confianza en el neerlandés. Jordi no estaba dispuesto a traicionar a un buen amigo de su familia. Otra prueba más de la improvisación de Joan Laporta.
Esperando a Godot (la Due Diligence)
Era como el agua de la lluvia que tenía que caer y no caía. O el de la famosa obra teatral de Samuel Beckett. Nada. Joan Laporta llegó en marzo prometiendo el informe completo de las cuentas del club para abril y mayo. Una Due Diligence que no llegaba. Las cosas no fueron así ya que no fue hasta el 6 de octubre cuando no se dieron a conocer todos los detalles de la auditoria prometida. Es más, ha aumentado la deuda que se encontró de 1173 millones hasta los 1450 millones de euros.
Con Laporta, el Barça vive al día, improvisando soluciones de un día para otro en materia deportiva. Los asuntos económicos quedan en manos de Ferran Reverter, el CEO que se estrenó el miércoles a lo grande en el Camp Nou, atacando a Bartomeu y presentando un panorama desolador.