Despropósito. El resultado de la gestión del mercado de fichajes por parte de la junta directiva de Joan Laporta ha sido muy decepcionante en relación a lo que prometió durante su ilusionante triunfo en las elecciones del 7 de marzo. Parecía que el FC Barcelona iba a resurgir de sus cenizas, pero la realidad es que estamos ante la plantilla más debilitada desde tiempos de Joan Gaspart. Se han marchado las principales estrellas del equipo, se han incorporado jugadores de perfil medio y se queda una delantera más que propensa a las lesiones.
La lectura deportiva no se aguanta por ningún lado y tan solo deja dos elementos para la esperanza: la ilusión que genera Memphis y la apuesta por la cantera --Mingueza, Éric, Nico, Gavi, Balde-- y otros jóvenes talentos como Yusuf Demir. Sin embargo, el club ha tenido que decir adiós a Ilaix Moriba y el entrenador, Ronald Koeman, no parece contar con otros canteranos como Álex Collado y Riqui Puig, las perlas de su generación.
Se van los que más marcan (y menos se lesionan)
Pero el principal drama deportivo se encuentra en la fuga de estrellas: se marchó Leo Messi a principios de agosto y el último día del mismo mes se ha confimado el adiós de Antoine Griezmann. Los dos máximos goleadores del equipo, que sumaron 58 tantos el curso pasado (38 de Leo y 20 de Antoine), ya no estarán. También eran los delanteros que menos se lesionaban. En cambio, la plantilla actual cuenta con muchos jugadores propensos a las lesiones: Dembelé, Coutinho, Ansu Fati, Agüero y el propio Memphis, que sufrió una rotura del ligamento cruzado de la rodilla del que se recuperó hace tan solo un año.
Completan la delantera el discreto Braithwaite, el joven Demir y un fichaje de última hora que fue validado por la Liga a las 3:30 de la madrugada: Luuk de Jong. El holandés llega avalado por Koeman y es un rematador puro, pero figuraba como tercera opción para la delantera del Sevilla, donde solamente anotó nueve goles en el global de la temporada pasada (4 en Liga). También sale de una lesión reciente en los isquiotibiales que le ha mantenido 41 días de baja este verano.
Plantilla cerrada con 80 millones de ingresos
Con el fichaje de Luuk, Laporta habrá cerrado una plantilla de 24 jugadores para Koeman: Ter Stegen/Neto; Dest/Mingueza, Piqué/Éric/Araujo/Lenglet/Umtiti, Jordi Alba; Busquets/De Jong/Sergi Roberto/Pjanic, Pedri/Coutinho/Riqui Puig; Memphis/Ansu Fati/Dembelé/Agüero/Braithwaite/Luuk/Demir. A todos ellos se pueden sumar canteranos como Iñaki Peña y Arnau Tenas, Alejandro Balde, Guillem Jaime, Nico González, Gavi y Collado.
Yusuf Demir en su debut con la camiseta blaugrana / FCB
Si bien la gestión es deficitaria a nivel deportivo, es algo más positiva en el terreno económico. El gasto en fichajes ha sido mínimo --9+5 millones por Emerson y medio millón por la cesión de Demir dejan un total de 14,5 millones-- mientras que los ingresos han quintuplicado el gasto: 25 millones por Emerson, 16 millones por Ilaix (más seis en variables), 15 por Junior Firpo, 10 por Griezmann (más 40 de la opción de compra obligatoria que se hará efectiva el año que viene) 8,5 por Todibo, 5 por Aleñá y 300.000 euros por Rey Manaj con una opción de compra de 2,7 millones que podría dar un total de tres kilos. En total, 79,8 millones.
70 millones de beneficios
Si a esto le sumamos las operaciones del Barça B, los ingresos siguen creciendo en proporción al gasto. Las ventas de Konrad de la Fuente (3) y Akieme (3,5) suponen otros 6,5 millones que elevarían el total de ingresos a 86,3 kilos. En cambio, la última operación de fichajes para el filial ha consistido en la contratación del marroquí Abde Ezzalzouli (2), lo que incrementa el gasto hasta los 16,5 millones. Una cifra que habría sido cinco millones inferior si no se hubiese vendido a Emerson. Al ser traspasado, el Betis se ha llevado un porcentaje que le ha servido para recibir como cedido al exblaugrana Héctor Bellerín, que le hubiese venido más que bien al Barça.
Esto implica un margen de beneficios para el Barça de Laporta de 70 millones de euros en operaciones de mercado. Una noticia muy importante para la junta directiva del nuevo presidente, cuya estrategia desde el pasado 30 de junio pasa por enjugar los 481 millones de pérdidas presentadas el pasado ejercicio y trabajar a destajo para conseguir beneficios que ayuden a eliminar el aval cuanto antes. Y La Masía es el mejor aliado posible para llevar a cabo esta fórmula que ha supuesto renunciar a los salarios de Messi y Griezmann. Algo que se podría haber evitado sin devaluar la plantilla o inflando provisiones para incrementar pérdidas, vendiendo el Barça Corporate o reduciendo todos los salarios con mayor antelación.