El fondo Qatar Sports Investment entró con fuerza en Europa en 2011 al hacerse con el principal club de París, el PSG, e innovar en el mundo de las retransmisiones deportivas con BeIN Sports. Diez años después, juegan un rol crucial en el desarrollo del fútbol europeo, aunque están pasando por serios problemas económicos.
En el espectro televisivo en Francia su papel es crucial. Tienen los derechos de ligas como la Ligue 2, la Liga, la Serie A o la Bundesliga. Este lunes ha trascendido que los qataríes, con Nasser Al-Khelaifi como presidente en cabeza, no ha abonado los 7,5 millones de euros acordados por la emisión de la segunda competición nacional a la Ligue de Football Professionel.
BeIN Sports se quedó con los derechos de dos partidos por jornada de la Ligue 2 por 30 millones de euros por temporada hasta el curso 2023-24. A principios de julio ya deberían pagar el primer plazo y no han cumplido con lo que debían. Según L’Équipe las cuotas se debían de pagar el 1 de julio, 5 de octubre, 1 de enero y 5 de abril.
Imagen de archivo de las oficinas de BeIN Sports / BeIN Sports
Las informaciones apuntan que podría dejar de pagar los 55 millones de euros para agosto que tenía acordado con Canal Plus y la LFP para la emisión de dos partidos de la Ligue 1 durante los próximos tres cursos. Ambos están en desacuerdo en compartir los derechos con Amazon, que tendrá ocho partidos por jornada.
La patronal del fútbol francés contempla la posibilidad de llevar al canal a los tribunales para que pague lo que se acordó hace unos meses. Consideran que se está boicoteando la competición, una competición en la que el fondo qatarí es partícipe directamente con el club más valorado, el PSG. Relaciones tensas entre liga y club.
Pérdidas millonarias y reajuste
La Ligue de Football Professionel hizo público el pasado miércoles las cuentas de los equipos franceses la pasa temporada. El PSG es el que registra más pérdidas con un total de 124 millones de euros. Destacan de sus cuentas los 142 millones destinados a las amortizaciones de fichajes y a los 26,9 para agentes de futbolistas.
Eso y que esta temporada se volverá a sancionar el fair play financiero explica que los franceses estén intentando buscar salida a varios jugadores de la primera plantilla. Según medios franceses el objetivo es sacar uno 180 millones de euros por ventas y asegurar así que Kylian Mbappé se puede quedar un año más con Neymar Junior.
Neymar, junto a su compañero en el PSG Kylian Mbappé, celebrando un gol / EFE
Hay varios jugadores puestos en el mercado --Areola, Kehrer, Kurzawa, Diallo, Rafinha, Sarabia, Icardi o Kalimuendo-- y la estrategia de fichajes es parecida a la de clubes como el Barça. Han ido a pescar en el mercado jugadores a coste cero --como Georginio Wijnaldum, Sergio Ramos y Gianluigi Donnarumma--, pero ya han pagado 60 millones por Achraf Hakimi.
La presión del ‘fair play’ financiero
Ahora que Nasser Al-Khelaifi es presidente de la Asociaciones de Clubes Europeos --además del PSG y de BeIN Sports-- está más que obligado a cumplir el fair play financiero que establece la UEFA de su buen amigo Aleksander Ceferin. En los dos últimos años, y debido a la pandemia, se ha hecho la vista gorda en este sentido. Pero en la 2021-22 se volverá observar con lupa con la posibilidad de sanción.
Mantener un equipo con figuras como Neymar y Mbappé es insostenible con una gran caída de ingresos como la que están sufriendo la mayoría de los clubes de europa. Por ese motivo, los parisinos contemplan hacer caja este verano y cumplir así dos objetivos: generar ingresos y rebajar la masa salarial. Si no, serán sancionados.