Urgencias económicas. La junta directiva de Joan Laporta ha reconocido durante la asamblea de compromisarios de este domingo que la situación del FC Barcelona está "peor de lo que nos pensábamos". El nuevo vicepresidente económico, Eduard Romeu, anunció que la deuda financiera neta del club en marzo de 2021, cuando tomaron posesión del cargo, ascendía a 673 millones de euros y que probablemente acabe superando los 1.044 millones. En este sentido, propuso aprobar nuevas operaciones para inyectar liquidez que tendrán dos consecuencias fundamentales: se ampliará todavía más la deuda, pero se podrá hacer frente a los pagos pendientes más inmediatos.
Este 30 de junio, el club tiene que afrontar tres partidas de gastos para las que no hay liquidez: 75 millones de euros en transfers de jugadores, 24 millones en impuestos (IRPF e IVA) y 57 millones en salarios deportivos, principalmente relativos a los futbolistas del primer equipo. En total, el club debe abonar 156 millones de euros antes de que termine el ejercicio en curso.
Sube la deuda
A ello se podrían añadir 161 millones en salarios aplazados de jugadores que no están computados y 38 millones de socios abonados al estadio que han pagado esta temporada sin poder asistir a los partidos y que verán este dinero compensado en futuras temporadas. Estas partidas no se han englobado dentro de los pagos inmediatos pendientes, pero contribuyen a incrementar todavía más la deuda del club.
Aunque, sin lugar a dudas, la nueva partida que incrementará la deuda es la concesión de un nuevo crédito que fue aprobado este mismo domingo por la asamblea: los 525 millones que financiará, principalmente, Goldman Sachs. Asimismo, Romeu ha reconocido que la misma financiera ha emitido un préstamo de 80 millones de euros a favor del Barça, como publicó en exclusiva Culemanía.
Eduard Romeu en un acto con Audax / Redes
Durante su exposición, Romeu también ha explicado mediante gráficas la evolución de la deuda neta desde 2018, cuando supuestamente era de tan solo 159 millones de euros. Sin embargo, la irrupción de diferentes partidas de gastos desde ese momento dispara la cifra a los 673 millones de deuda antes comentados. Estas partidas son 347 millones negativos como resultado de las diferentes operaciones de mercado (balance de fichajes y traspasos), otros 100 millones invertidos en el Espai Barça, 45 millones relativos a otras inversiones, 71 millones de costes financieros y el denominado impacto Covid, que según el vicepresidente no sería de 130 millones, como estimó la anterior junta, sino de solo 42 millones.
Condiciones del crédito
Todo esto es lo que se intentará solucionar, primero con ese préstamo de 80 millones ya concedido y, posteriormente, con el crédito de 525 millones que, entre otras cosas, servirá para cancelar el préstamo recién aprobado. El objetivo del club es firmar el nuevo crédito en agosto y tratar de conseguir unas condiciones más ventajosas que las que ahora se manejan: interés del 3% y devolución a 15 años. Estos son los máximos que se contemplan, pero el objetivo de la entidad es bajar ese interés y también el tiempo, de forma que se pudiese hacer en un total de 10 años: los dos primeros de carencia y los otros ocho de amortización.