A algunos barcelonistas les puede parecer delito hablar en positivo de Josep María Bartomeu en su etapa como presidente del FC Barcelona. Pero lo cierto es que, a pesar de los errores y varias decisiones controvertidas que cometió en su mandato, y que ayudan a explicar, en parte, la situación de bancarrota del Barça, el expresidente ha dejado un prometedor legado deportivo.
El fichaje de Ronald Koeman como técnico del primer equipo tras el año en blanco con Quique Setién en el banquillo está demostrando haber sido un gran acierto de Bartomeu. El técnico holandés apuesta por jóvenes valores de la cantera como Ronald Araujo, Óscar Mingueza, Ilaix Moriba y Riqui Puig y también por otros jugadores que han llegado hace poco al Barcelona como Pedri González, Frenkie De Jong y Sergiño Dest. Además, Ronald ha conseguido sacar la mejor versión de Ousmane Dembelé y devolver la sonrisa y la esperanza a Leo Messi, con su renovación en el horizonte.
Los jugadores del Barça celebrando un gol en Anoeta / FCB
Sin pedir que se le haga un monumento, es justo destacar que estamos viendo una versión fantástica del Barça en base a las decisiones que tomó Bartomeu. Al expresidente se le ha vilipendiado, diciendo de él todo lo malo. Pero también hay que reconocer que estuvo acertado con Koeman y con impedir que Messi se fuera del club azulgrana este verano. Algo que, viendo la situación económica en la que estaba el club y el deseo del jugador por marchar, hubiese sido una decisión relativamente fácil de tomar.
El fiasco con los fichajes
A nivel deportivo, Bartomeu cometió varios errores. El más importante, posiblemente, la equivocada gestión del dinero obtenido por el fichaje de Neymar pol PSG (222 millones de euros). Se gastó demasiado en tres fichajes que hasta ahora le han salido rana al Barça: Philippe Coutinho, Antoine Griezmann y Ousmane Dembelé.
Después de haber pagado 105+40 millones de euros por él al Borussia Dormund, Dembelé está demostrando lo que valió en su cuarto año de contrato. Por su parte, Griezmann también quiere amortizar su coste (120 millones) a base de buenas actuaciones, mientras que el gran desastre de fichar a Coutinho (120 millones que pueden irse a 160 con las variables, a pesar de haber recuperado 8,5 millones por un año de cesión al Bayern de Munich) ya es una causa perdida.
Griezmann, Dembelé y Coutinho, en un montaje | Culemanía
Bartomeu se gastó más de lo que ingresó por Neymar en 2018 (30 millones de euros en fichajes mientras el precio del brasileño fueron la mitad) en jugadores que habían conseguido buenas cifras con sus respectivos equipos, pero que a nivel de juego han dejado mucho que desear. El expresidente erró al fichar para el Barcelona a futbolistas de renombre por delante de una necesidad real a nivel deportivo, a excepción del caso de Dembelé, que sí que era una necesidad tener un perfil así, pero también salió mucho más caro de lo que realmente valía.
La salida de Rakitic y Suárez
Además, este verano se produjeron dos salidas del Barça a beneficio cero para el club. Arturo Vidal se fue al Inter, mientras que Luis Suárez se marchó al Atlético de Madrid para convertirse allí en el máximo goleador del equipo y segundo de la Liga. Ambas operaciones están sometidas a posibles ingresos en variables. Además de las salidas de Nelson Semedo y Rakitic. Esta también se saldó prácticamente sin ingresos.
Rakitic y Suárez eran dos jugadores muy queridos por la afición del Barcelona que salieron por la puerta de atrás de la entidad deportiva y sin reportar casi ningún ingreso para las arcas azulgranas. En especial, la salida de Suárez enfadó mucho a Messi e hizo que aún se tensara más la cuerda del crack argentino con la Junta Directiva de Bartomeu. Aunque visto el problema con la masa salarial, se puede entender la salida casi regalada de estos futbolistas, cosa que no se estimó necesario con Griezmann o Coutinho.
Suárez, Vidal, Rakitic y Semedo en un fotomontaje / Culemanía
En la otra cara de la moneda hay que destacar las decisiones que se tomaron para solucionar un momento complicado y que, poco a poco, van tomando forma. Bartomeu fichó a Koeman para que configurara una plantilla competente contando con jugadores de La Masía. Lo que demostró que la apuesta por la cantera trayendo a un entrenador que fuera a dar oportunidades a los jugadores jóvenes fue el gran acierto del expresidente para esta campaña, aprovechando el buen trabajo de Paco Seirul·lo, Xavi Martín o el exdirectivo Xavi Vilajoana.
La cantera, el gran acierto
Araujo, Mingueza, Riqui, Ilaix y Ansu Fati (aunque esté lesionado) están llamados a liderar el rejuvenecimiento del primer equipo, acompañados de otros jóvenes jugadores que también trajo Bartomeu como Dest, Pedri, Francisco Trincao, De Jong o Dembelé. Un elenco de prometedores futbolistas que han vuelto a despertar la ilusión de la afición azulgrana tras un 2020 marcado por la inestabilidad institucional y después de un año en blanco en cuanto a títulos para el primer equipo.
Ilaix Moriba y Pedri González en una imagen de archivo / FC Barcelona
Ya con Joan Laporta como nuevo presidente del FC Barcelona, el legado que Bartomeu le ha dejado al nuevo presidente esta reciente pero destaca la buena gestión en materia deportiva para despedir su mandato. Este verano, Laporta deberá continuar construyendo sobre estos cimientos y añadiendo nuevos fichajes revulsivos para crear un nuevo Barça y devolver al equipo la competitividad necesaria para poder luchar por ganar competir dignamente en Europa la próxima temporada.