La crisis económica del coronavirus ha afectado a todos los equipos del mundo sin excepción. También a aquellos que parecían intocables por tener un Estado detrás como el PSG de Nasser Al-Khelaifi. El coloso francés está en una situación delicada y podría terminar esta temporada, por segundo año consecutivo, en números rojos.
Según informó este fin de semana el periódico L’Equipe, la entidad parisina presentó a la Dirección Nacional de Control de Gestión de la Ligue de Football Professionnel una previsión de pérdidas de 204 millones de euros para el curso 2020-21. Lo que significa un 60% más que el año pasado (125 millones).
El presidente Al-Khelaifi ya le ha comunicado al director deportivo Leonardo que se verá obligado a reducir gastos y eso pasará por la venta de alguno de los jugadores de la primera plantilla. A todo esto, siguen las conversaciones para renovar los dos jugadores franquicias, Neymar Junior y Kylian Mbappé, que terminan contrato en junio de 2022.
Al-Khelaifi y Leonardo, en una rueda de prensa del PSG | EFE
Estas negociaciones se avecinan complicadas si no hay salidas cuantiosas, así como la hipotética llegada de Leo Messi, que sigue sonando para recalar en Parc des Princes. “Los grandes jugadores como Messi siempre estarán en la lista del PSG. Pero por ahora no es el momento de hablar o soñar con esto. Estamos sentados en la mesa de todos los que siguen este asunto de cerca”, comentó Leonardo la semana pasada.
Los impagos televisivos
Parte de estas pérdidas se deben a los ingresos televisivos, aunque también al márquetin y entradas al estadio. La Ligue1 firmó el pasado verano un contrato millonario por 814 millones de euros anuales con Mediapro, empresa de Jaume Roures, para emitir el 80% de los derechos televisivos. Téléfoot, el canal de Mediapro que emitía el fútbol, no cuajó en Francia.
La empresa catalana debe más de 300 millones de euros a la LFP: en octubre dejaron de pagar 172,3 millones y en diciembre, 152,5 millones. El negocio no salía rentable y después de varias reuniones se rompió el contrato y ya buscan nuevo comprador. Como compensación, se deberán abonar 100 millones de castigo.
Jaume Roures en una fotografía de archivo / EFE
De momento, la Ligue1 no cuenta con los 800 millones de euros que había previsto en verano y esto pone en jaque a todos los clubes de la liga francesa. La patronal francesa peligra por la falta de ingresos y es toda una incógnita cuanto recibirán los equipos por televisión. Como el PSG, el próximo mercado puede producirse una fuga de talento para generar ingresos.
Se complica Messi
Qatar, Estado que está detrás del PSG, sigue empeñado hacerse con los servicios de Leo Messi el próximo mes de julio. Es una posibilidad real, pues sería un destino que gustaría a la familia del argentino y podría seguir manteniendo la ficha que percibe en el Camp Nou de alrededor 100 millones de euros brutos. Unir al 10 y a Neymar en París será la venganza perfecta de los qataríes a los catalanes.
Desde que Qatar Airways, empresa vinculada al Estado asiático, se sintieron traicionados por el club en las negociaciones de patrocinio en 2015, no han parado de ir a por el Barça. Se frustraron fichajes como Marquinhos, Verratti o Rabiot y en 2017 se abonó la cláusula de 222 millones de euros del brasileño. Ahora la guinda sería el capitán, aunque se avecina complicado.
Leo Messi jugando la final de la Supercopa de España en La Cartuja / FC BARCELONA
Para que Leo Messi termine vistiendo con la camiseta del PSG se deben dar una serie de condiciones, como solucionar los ingresos televisivos, reducir costes y dar salida a varios jugadores importantes de la primera plantilla. No sería una sorpresa que saliera de una vez por todas Kylian Mbappé por una cantidad millonaria y llegara en su lugar el argentino.
¿Adiós a Mbappé?
El joven francés puede tener la llave al fichaje del capitán del Barça para el Parc des Princes. Termina contrato en 2022 y este viernes comentó que “quiero pensar en lo que quiero hacer en los próximos años, donde quiero estar. Sí, pronto habrá que tomar una decisión, pero estoy en proceso de pensar”. No descartó tampoco renovar su contrato.
Si Mbappé tiene las puertas de salida abiertas, el gran favorito para hacerse con sus servicios es el Real Madrid. Tanto una parte como la otra quieren que termine con un acuerdo tarde o temprano. El fichaje rondaría los 200 millones de euros. Le queda un año de contrato y no podría salir por una cantidad muy superior.
Mbappé y Alaba, enfrentados en un partido | EFE
El problema de Florentino Pérez no es otro que el salario de la estrella. Cobra unos 36 millones de euros netos por temporada y en el Santiago Bernabéu el límite al que podrían llegar, según el diario As, es de 21 millones. El principal escollo sería hacer encajar el sueldo en la primera plantilla blanca, que podría despedirse también de varias primeras espadas para lograrlo.