Las oportunidades perdidas de Font para darse a conocer en el Barça

Las elecciones del FC Barcelona se celebrarán finalmente el próximo 7 de marzo. Son tres los candidatos que finalmente pasaron el corte y lucharán por el trono culé: Joan Laporta, Víctor Font y Toni Freixa. Con este cambio se replantea de arriba a bajo la estrategia electoral: de pasar a tener una semana de campaña a algo más de mes y medio.

Según han apuntado fuentes de la candidatura de Sí al futur, a lo largo de estas semanas se seguirán realizando actos telemáticos para los socios para que su candidato sea más conocido entre la masa social. A pesar de estar seis años trabajando en el proyecto, hay socios que desconocen el nombre de Font.

La moción de censura, oportunidad perdida

En otoño de 2020 se inició una moción de censura que se estaba cociendo desde la derrota de Lisboa contra el Bayern de Múnich. Participaron ocho grupos de opinión más tres precandidatos: Jordi Farré, Lluís Fernández Alà y el líder de Sí al futur. Durante ese proceso, se perdió una oportunidad de salir en los medios de comunicación y darse a conocer.

Ya es sabido que Farré cogió la delantera y se anticipó a todos los otros grupos y compañeros de moción, saliendo él en todas las fotografías y entrevistas. Una partida que perdía Víctor Font para colocarse en primera línea. Se mantuvo en la sombra recogiendo firmas y no se alzó como principal opositor a Josep Maria Bartomeu, como sí que hizo “el precandidato de las pizzas y los tatuajes”.

Los miembros del colectivo que impulsan la moción de censura contra la junta de Bartomeu / REDES

Los miembros del colectivo que impulsan la moción de censura contra la junta de Bartomeu / REDES

Sea por corrección política o por miedo al naufragio, ni siquiera salió en la fotografía de la entrega de las más de 20.000 firmas de la moción entregadas al club, que daba prácticamente por hecho la celebración del referéndum contra Bartomeu. Personalidades como Marc Duch (Manifest Blaugrana) o Ricard Faura (Dignitat Blaugrana) se han colocado de su lado, pero ellos sí que aparecieron en la foto.

Salvando las distancias, así fue como Joan Laporta se dio a conocer entre el entorno culé en sus inicios. En 1999 encabezó el Elefant Blau, impulsando una moción de censura contra el presidente Josep Lluís Núñez. Llegaron a referéndum y la moción no prosperó, pero los socios ya sabían quién era ese joven que quería revolucionar el club. En 2003, dio la sorpresa superando a Lluís Bassat y consiguió la presidencia. Paralelismos o no, la situación era similar, pero actuaron de manera diferente.

¿Se equivocó Font al no dar un paso adelante en la moción? El tiempo lo dirá. Parece que estas elecciones las decidirá la notoriedad de los candidatos, como ya sucedió en el pasado con Sandro Rosell (2010). Definitivamente Sí al futur ha decidido luchar contra la nostalgia que representa Laporta con programa y no con titulares.

Pilares que tambalean

Víctor Font siempre ha comentado que lleva seis años preparándose para estas elecciones. De su programa, trabajado y con muchos detalles, mediáticamente solo ha trascendido su apuesta por Xavi Hernández y el voto electrónico. El entrenador del Al-Sadd, al ver que Laporta también se presentaba, no se mojó públicamente; mientras que el voto electrónico actualmente no es legal.

Víctor Font, en la presentación de su estructura deportiva, con Xavi y Jordi Cruyff a la cabeza | Sí al Futur

Víctor Font, en la presentación de su estructura deportiva, con Xavi y Jordi Cruyff a la cabeza | Sí al Futur

Queda mes y medio de campaña y la duda está en cómo actuarán los candidatos. ¿Habrá muchas más propuestas o se entrará en el cuerpo a cuerpo para debilitar al oponente? La palabra nostalgia es la que más se ha tirado en cara a Laporta desde Sí al futur, algo que ya ha provocado algún rifirrafe entre candidaturas.

Los ases en la manga de Laporta

Según comentó Joan Laporta en algunas entrevistas, la gran parte de su proyecto lo quería desvelar en la semana de campaña antes de las elecciones. De momento, ha presentado parte de su programa social y económico, pero ni rastro del deportivo. Mientras tanto, Font y Freixa han mostrado la mayoría de sus cartas y falta ver cómo podrán sorprender al socio.