Continúa el tira y afloja entre el vestuario del Barça y el club por la rebaja salarial. Ambas partes se enfrentaban este lunes a una reunión decisiva, tras diez días de reflexión. Una cumbre entre los abogados laboralistas del FC Barcelona y los representantes de los jugadores del primer y segundo equipo de fútbol que ha finalizado de nuevo sin acuerdo, y donde ambas partes han optado por aplazarla hasta el miércoles, tras el regreso de los futbolistas de Kiev para el partido de Champions League.
Piqué y Sergi Roberto, en un acto del Barça | EFE
Se trata de la segunda dilatación en estas negociaciones. Y es que en primera instancia, la idea del club azulgrana era haber llegado a un acuerdo con la Mesa de Negociación, como fecha máxima, el 5 de noviembre. Fue entonces cuando las partes se citaron para el 11 de noviembre y posteriormente este lunes. Hay que recordar que si no hay pacto, la cosa puede acabar con una imposición unilateral de la medida y, posiblemente, en los tribunales.
Esperando a una nueva junta directiva
Tal y como avanzamos en Culemanía, el Barça ha puesto sobre la mesa una oferta formal a los jugadores que consta de dos fases. Una primera donde se establece la cifra global que el club está obligado a reducir para salvar los presupuestos (cercana a los 190 millones de euros) y que exige un compromiso de cumplimiento por parte de los jugadores que desemboca en la rebaja de los salarios para este ejercicio en forma de adecuación o redistribución futura.
Las dos partes están de acuerdo en que se necesita llegar a esta adecuación de los salarios, para salvar los presupuestos y a la vez evitar llegar a los tribunales. No obstante, el problema reside en la segunda fase. La situación de cada jugador es distinta, y esto comporta problemas importantes a la hora de negociar una redistribución de forma individual.
Piqué, Busquets y Jordi Alba, del Barça, en una imagen de archivo / EFE
El club ha puesto sobre la mesa diferentes mecanismos para alcanzar este acuerdo de fraccionamiento: la denominada fórmula Iniesta, consistente en pagar una cifra en forma de bonus de fidelidad en los años venideros; la opción de hacer nuevos contratos como embajadores del club o como miembros de los Barça Legends. Fórmulas que no convencen a algunos futbolistas, especialmente a un Leo Messi liderado por el abogado Jorge Pecourt y cada vez más cerca de Manchester..
La intención de los jugadores es facilitar lo máximo posible esta negociación. Sin embargo, al mismo tiempo, quieren remarcar que esta crisis económica no es solo fruto del coronavirus, sino que previamente se hizo una gestión arriesgada y defectuosa. Y esto se añade a otro punto de discordia: el vestuario azulgrana no confía en la comisión gestora como órgano para tomar una decisión de tal calibre, y prefieren esperar a la llegada de una nueva junta directiva en enero. Lo que es evidente es que ambas partes están muy alejadas. Y cada vez queda menos tiempo.