Nuevo pulso en el FC Barcelona entre Josep María Bartomeu y Leo Messi. El presidente, deteriorado en el periodo final de su mandato y con una moción de censura a la vuelta de la esquina, contra la estrella del equipo, en vías de reconciliarse con una afición que todavía no ha digerido del todo su intento de fuga el pasado verano con gratuidad y burofax mediante. Lo que se vive en estos momentos en el club está al nivel de la más reñida de las partidas de ajedrez entre Karpov y Kasparov.
El vestuario, liderado por el propio Messi y Sergio Busquets, pasó al ataque durante el fin de semana. Asesorados por el agente del centrocampista, Josep María Orobitg, los futbolistas contactaron con un despacho laboralista y enviaron un burofax al Barça argumentando su postura de cara a la negociación para una supuesta rebaja salarial. Como avanzó Culemanía, lo que pretende la entidad no es un recorte, sino una redistribución/adecuación salarial de forma que el pago de un porcentaje de los salarios se aplace en el tiempo, cosa que ya se hizo con Nikola Mirotic. Sin embargo, esta fórmula tampoco inspira confianza a la plantilla, que devolvió el golpe al manifestar su negativa a sentarse en la Mesa de Negociaciones.
Piqué marca el camino
La respuesta de Bartomeu, desde el confinamiento de su hogar, ha sido rauda, veloz y contundente. El presidente del Barça se apresuró a cerrar la renovación de cuatro pilares clave en el equipo: Gerard Piqué (2024), Marc-André ter Stegen (2025), Clement Lenglet (2026) y Frenkie de Jong (2026). Un golpe de efecto que no solo confirma la división en el vestuario sino que mete presión a los que de momento se niegan a negociar.
La estrategia de la entidad catalana estaba muy meditada. La noticia se debía anunciar en cuanto terminase el partido contra el Ferencvaros (5-1) y no, como algunos creen, para que pasase desapercibida, sino para que este miércoles 21 de octubre todos los representantes legales que van a participar en la Comisión Negociadora convocada por el club en base al Estatuto de los Trabajadores tengan toda la información en su haber.
Piqué, Lenglet, Ter Stegen y De Jong, renovados por el Barça / CULEMANIA
Estas renovaciones simbolizan la solución que la junta directiva de Bartomeu propone para recortar un presupuesto de gastos disparado en relación a la abultada caída de ingresos con motivo de la crisis económica generada por el coronavirus. Además de Piqué, Ter Stegen, Lenglet y De Jong, también los recién llegados Pjanic y Sergiño Dest se encuentran en la misma situación: tienen un contrato por muchos años y un salario relavitamente discreto. Ahora, el objetivo pasa por convencer a los peces gordos que ostentan los salarios más elevados.
El peso que recae en Messi
Y entre ellos está, con el sueldo más elevado no solo del club sino del mundo del fútbol, el gran Leo Messi. El reto es mayúsculo. Casi inconcebible. Bartomeu pretende conseguir la renovación que el astro argentino le negó en verano, incluso amenazando son irse del Barça, cómo fórmula para salvar la economía del club. Messi, que se negó a salir porque no se iba a poder ir gratis hasta el año que viene, ahora mismo debe estar alucinando porque no solo le pidan que se quede más años, sino que lo haga rebajando sus ingresos anuales.
Una idea que no gusta al argentino, sino que probablemente le molesta porque todavía sopesa la posibilidad de marchar gratis en verano. Como tampoco la comparten otros pesos pesados del vestuario que ya tienen cerrados contratos de larga duración a precio de oro: Sergio Busquets, Jordi Alba o el propio Samuel Umtiti. Ellos no solo se niegan a acudir a la Mesa de Negociación, sino que consideran que Bartomeu ya no está legitimado para negociar nada con ellos porque sus días en el FC Barcelona están más que próximos a su fin.
Griezmann y Bartomeu en una imagen de archivo / EFE
Pero el resistente presidente aboga por lo de siempre: no hacer ruido y aguantar con paciencia. El artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores otorga otros 15 días para que se desarrolle el denominado periodo de consultas. Un tiempo que se estima suficiente para conseguir que las demás vacas sagradas del equipo sigan el ejemplo de los cuatro renovados y pasen por las oficinas del club a echar un garabato.
Griezmann y los siguientes de la lista
El siguiente que podría hacerlo puesto que ya está encarrilado por el club es Antoine Griezmann. Asimismo, la entidad intentará cerrar acuerdos también por Coutinho y Dembelé, dos jugadores que cobran mucho y que, sobre todo en el caso del francés, no les quedan demasiados años de contrato. Ellos tres y los ya citados Busquets, Alba y Umtiti, con Messi por encima de todos, son los que más preocupan en la entidad barcelonista. Posiblemente de ellos depende que se apliquen recortes a los restantes 540 empleados del club o no.