Bartomeu, dos semanas para arreglar las cosas

Con la Liga ya terminada, no son pocos los culés que tiene claro que la presente temporada del Barça ha sido mala. Además de los resultados, con un balance de cero títulos hasta ahora, la sensación general que se ha dado es la de un equipo y una institución desgastados, que necesitan un cambio de rumbo. Sin embargo, en muchas ocasiones, al final lo que acaba marcando el curso para buena parte de los aficionados es si el balón acaba entrando o no a portería. En este apartado, por lo tanto, en el club aún se confía en poder luchar por la Champions.

De este modo, estas dos próximas semanas están enfocadas a efectuar un reset en la plantilla y a dar lo máximo en la competición europea. Las últimas declaraciones de los protagonistas ya han ido en esta dirección. Leo Messi manifestó tras la victoria contra el Alavés en la última jornada de Liga que “hoy salimos a jugar con actitud, eso nos ha faltado a veces durante la temporada, y creo que el partido de hoy es una buena referencia de cómo tenemos que enfrentar la Champions”. Ahora los futbolistas ultiman sus vacaciones para cargar pilas y volver con el cuerpo más fresco y la cabeza despejada. 

Messi y Ansu Fati celebran el gol del juvenil contra el Alavés / EFE

El Barça jugará la vuelta de los octavos de final contra el Nápoles el 8 de agosto en el Camp Nou, tras el empate a un gol de la ida. Si se supera esta eliminatoria, los azulgranas volaran hacia Lisboa para disputar la fase final a ocho a partido único. De todos modos, el equipo encara la competición europea sin ser uno de los principales candidatos al título. Bayern de Múnich y Manchester City parecen estar bastante por encima, mientras que los últimos partidos de los catalanes tampoco dan muchas esperanzas para ganar a los otros aspirantes.

Crisis deportiva, institucional y económica

Más allá de lo que el equipo pueda dar de sí en la Champions, el presidente tiene muy en cuenta cuál es la situación general del club. La primera evidencia que sobresale es la necesidad de renovar una plantilla muy envejecida y que en los últimos cinco años ha dado pocos cambios. Esta situación ha generado que especialmente en esta última fase de la temporada el equipo se haya visto muy desgastado. En partidos como los del Celta, Espanyol, Valladolid u Osasuna el Barça ha dado una imagen negativa, transmitiendo no tener una idea clara del camino a seguir.

Messi en el Camp Nou tras el Barça - Osasuna / FCB

En la derrota en casa contra los navarros, además, Messi manifestó el malestar que hay en la plantilla sobre la gestión que se ha hecho. El capitán apuntó que durante la temporada habían sido un equipo muy débil y que “si queremos las Champions vamos a tener que cambiar muchísimo. De lo contrario, nos va a eliminar el Nápoles".

Asimismo también señaló a Setién expresando que desde enero el nivel no ha sido el adecuado. Estas declaraciones se añadieron a las que Luis Suárez pronunció unos días antes en las que responsabilizó a los técnicos de tener que buscar soluciones para el equipo. Sin embargo, en la cumbre entre Bartomeu y el entrenador, se confió en el cántabro para dirigir al Barça en la Champions

Bartomeu, saludando a Quique Setién en un entrenamiento | FCB

Por otro lado, el curso ha ido acompañado del BarçaGate que ha salpicado a la directiva y de una gestión económica que deja al club en una situación muy débil para los próximos años. La directiva se vio obligada a hacer el intercambio entre Pjanic y Arthur para cuadrar los números, así como hicieron con Neto y Cillessen en el ejercicio anterior. Ahora mismo, sin embargo, el club no tiene la capacidad económica para afrontar grandes fichajes y el propio presidente ha admitido en repetidas ocasiones que tendrán que hacer intercambios de jugadores para poder fichar.