Josep María Bartomeu señala con el dedo la nueva normalidad del Barça / EFE

Josep María Bartomeu señala con el dedo la nueva normalidad del Barça / EFE

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La nueva normalidad de Bartomeu en el Barça

El presidente azulgrana reclama unidad y busca nuevos directivos sin afán presidencialista

7 mayo, 2020 01:21

La nueva normalidad ya está aquí. Ha llegado al Barça. En la Ciutat Esportiva, los jugadores se mueven con mascarilla y guantes, pasan el test del coronavirus y se preparan para volver a los entrenamientos el próximo viernes. En los despachos, mantienen la distancia. Los directivos se comunican de forma virtual.

Josep María Bartomeu parece tener clara la hoja de ruta a seguir. A nivel interno, ha dado un golpe sobre la mesa para erradicar cualquier atisbo de división en la junta. Se acabaron los grupitos, las conspiraciones y la idea de anticipar elecciones. La idea es hacer un Fuenteovejuna, todos a una.

El presidente no quiere que el afán de poder aleje a ningún directivo del objetivo principal, que es acabar el mandato de la mejor manera posible en 2021. En este sentido, Bartomeu se ha encargado de frenar las posibles aspiraciones presidenciales de Xavi Vilajoana y Oriol Tomàs, que están totalmente implicados con el presidente en agradecimiento a la oportunidad que les brindó. Cuando la convocatoria de elecciones sea oficial, entonces se volverá a abrir la veda. 

Sin delfín 

Sin guerrillas internas ni carreras a la presidencia, Bartomeu aspira a garantizar esa anhelada unidad. Al mismo tiempo, sigue buscando directivos para reforzar una junta que resultó debilitada tras las seis dimisiones de abril.

Sin Cardoner, Rousaud, ni Teixidor, Oriol Tomàs, Vilajoana y Jordi Roche son los principales candidatos a liderar la junta contnuista / CM

Sin Cardoner, Rousaud, ni Teixidor, Oriol Tomàs, Vilajoana y Jordi Roche son los principales candidatos a liderar la junta contnuista / CM

Sin Cardoner, Rousaud, ni Teixidor, Oriol Tomàs, Vilajoana y Jordi Roche son los principales candidatos a liderar la junta contnuista / CM

En el plano económico, la fórmula pasa por la venta de futbolistas para generar nuevos ingresos, el intercambio de jugadores para abordar los nuevos fichajes y la creatividad de sus ejecutivos para potenciar el negocio digital.

Impulsado el ERTE, y asumiendo la fiscalización que tanto Hacienda como el Ministerio de Trabajo podría llevar a cabo sobre las próximas contrataciones de estrellas, el club estudia nuevas fórmulas para obtener réditos económicos. La obsesión pasa por cerrar las cuentas en positivo, algo que será muy difícil.

¿Amortizaciones congeladas?

En este sentido, el Barça está pendiente de los movimientos que la Liga y el gobierno lleven a cabo. La entidad blaugrana espera que las amortizaciones de fichajes –135 millones de euros– no computen como gasto, toda vez que los futbolistas, que son el activo que se amortiza, no están jugando. Sin embargo, el tiempo de duración de sus contratos sigue siendo el mismo. 

Dembelé, Griezmann y Coutinho, cracks pagados a precios de súper estrella por el Barça / CM

Dembelé, Griezmann y Coutinho, cracks pagados a precios de súper estrella por el Barça / CM

Dembelé, Griezmann y Coutinho, cracks pagados a precios de súper estrella por el Barça / CM

Otra fórmula que beneficiaría al club es que el cierre del ejercicio, que siempre es a fecha 30 de junio, se alargue hasta que acabe la temporada deportiva. Y es que, a pesar de que los estatutos ampararían a la directiva aunque se cerrase el curso con pérdidas, Bartomeu está empeñado en evitarlo a pesar de que en el club tienen asumida una pérdida de, como mínimo, 90 millones de euros.

Escaso ahorro

La rebaja salarial de los futbolistas no supondrá un ahorro superior a los 32 millones de euros, así que la entidad aspira a encontrar nuevas vía para compensar esos números, calculados al límite.

Si se consolida la unidad en la directiva, reforzada con la llegada de nuevos miembros y con el afán presidencialista de los que quedan al margen, será más fácil alcanzar los objetivos económicos. Ello debe permitir cuadrar cuentas y, sobre todo, garantizar otro equipo muy competitivo para la temporada que viene. Todo ello conformará la nueva normalidad de Bartomeu.