Los episodios más convulsos del mandato de Bartomeu en el Barça
El presidente azulgrana no ha tenido unos años fáciles al frente de la entidad
28 marzo, 2020 23:39Temporada complicada para Josep Maria Bartomeu. A los problemas de rendimiento del primer equipo del Barça esta temporada, se le deben sumar el cambio de entrenador, las tensiones entre la secretaría técnica y el vestuario, el caso de las redes sociales y ahora las consecuencias que nos deja el coronavirus, quizás el problema más importante de todos. Las cuentas quedan tocadas.
El Barça anunció a finales de semana un ERTE que afectaba a deportistas y trabajadores de la entidad. Según ha podido saber Culemanía, se tratarían de dos ERTEs diferentes. Con el primer equipo se sigue negociando un acuerdo más drástico. La propuesta fue la reducción de un 70% de los salarios mientras dure el Estado de Alarma, algo que no ha generado consenso dentro del vestuario.
A esta tensión entre primer equipo y los despachos cabe sumarle el incendio en el vestuario de baloncesto. Algunos jugadores rechazaron en un principio esta propuesta de rebaja salarial, pero finalmente cambiaron de opinión y la aceptaron. Uno de ellos fue Nikola Mirotic, a quienes algunos medios apuntaban que ese cambio fue fruto de presiones del propio presidente.
¡Aquí no son bienvenidas las filtraciones ni manipulaciones que pretenden romper vestuarios. Estamos juntos en esto durante estos momentos complicados para todos! ??????
— Pau Ribas (@PauRibas) March 27, 2020
El pivote se defendió vía redes sociales con un “en ningún momento he hablado con el presidente sobre este tema y a mí nadie me ha presionado nada para que lo acepte. Ha sido mi propia decisión de apoyar al club en este momento”. Unas filtraciones supuestamente erróneas que también hicieron saltar a otros jugadores del equipo de baloncesto como Pau Ribas, Alex Abrines o Ante Tomic.
Según ha podido saber este medio, Josep Maria Bartomeu no contactó directamente con los capitanes del conjunto de Pesic. Sí que lo hizo con los cuatro capitanes del primer equipo de fútbol. Las negociaciones con la sección de baloncesto las llevó otro de los miembros de la junta directiva.
Lo que es indiscutible es que esta crisis afectará de lleno a las cuentas de la entidad. Los más de 1.000 millones de euros de ingresos que presupuestaban ahora son un simple espejismo. Como ya informamos en Culemanía, el club puede dejar de ingresar durante este periodo de interrupción total de la actividad más de 200 millones.
Duro mandato
Josep Maria Bartomeu pasará a la historia por ser uno de los presidentes que más problemas ha tenido durante sus años al frente del Barça. Entró en 2014 como presidente en funciones debido a una situación judicial del club que obligó a la renuncia de Sandro Rosell y todo apunta que aguantará a trompicones hasta 2021. En medio de ese periplo, en 2015, el empresario convocó unas elecciones que consiguió ganar con el 54,63% de los votos.
Fue nombrado máximo mandatario de la entidad en plena crisis institucional y jurídica que todavía hoy da que hablar. Al expresidente Rosell se le imputaba un delito contra la Hacienda Pública por el ejercicio de 2011 y 2013. Algo que fue consecuencia del fichaje de Neymar Junior por el club.
Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu en los juzgados / EFE
En ese momento, Bartomeu se hizo cargo de la situación del club, con una sonrisa y con ejercicios de trasparecía, que los socios agradecieron, explicando los detalles de todas las operaciones que se realizaron hasta entonces. Eso sí, la sombra del extremo brasileño es muy alargada y aún está presente.
Como hemos comentado, Sandro Rosell fue investigado por un delito contra la Hacienda Pública, el actual presidente también lo fue por el ejercicio de 2014 mientras que el FC Barcelona por los cursos 2011, 2013 y 2014. Para evitar cualquier castigo de tipo personal, el club admitió la culpa y pagó una multa por los errores imputados manchando así los limpios antecedentes penales de la entidad.
La gran crisis deportiva
El primer mandato de Josep Maria Bartomeu estará marcado sobre todo por la crisis institucional y deportiva de Anoeta. El Barça perdió contra la Real Sociedad (2-1) y los pesos pesados tuvieron grandes momentos de tensión con el entonces entrenador, Luis Enrique. Parecía que la situación era irreversible.
Luis Enrique tras la derrota en Anoeta / EFE
Ante toda esta crisis, el presidente encontró la solución despidiendo a Andoni Zubizarreta, director deportivo de la entidad, y en convocar elecciones para 2015. El vestuario supo reconducir la situación, consiguió alejarse de las presiones del entorno y centrarse en lo que pasaba sobre el césped.
Tal fue así que el Barça de Luis Enrique levantó el triplete antes de las elecciones, mostrando una gran pegada con el tridente formado por Messi, Neymar y Luis Suárez. Emularon los resultados del equipo de Pep Guardiola en 2009 y dieron aire al presidente que arrasó en las urnas (54,63%), por delante de Joan Laporta y Agustí Benedito.
Tres directores deportivos (y las dimisiones)
En seis años de mandato, han pasado por el Barça hasta cuatro directores deportivos. Primero fue Andoni Zubizarreta, ahora en el Olympique de Marsella, que fue despedido tras la crisis en Anoeta. Su sitio lo cogió el valenciano Robert Fernández (2015-18), que salió retratado tras la salida de Neymar Junior y sus fichajes para sustituirlo. El último en caer fue Pep Segura, manager general, en 2019 tras la debacle en Anfield. Ahora es el turno de Eric Abidal.
Robert Fernández con Pep Segura en una imagen de archivo / FC Barcelona
El mandato de Bartomeu también deja varias víctimas en los despachos. Dimitieron cuatro vicepresidentes -Susana Monje, Carles Vilarrubí, Manel Arroyo y Jordi Mestre- y Bartomeu se vio obligado a acumular cargos como el de vicepresidente institucional o el deportivo. La última en dejar el club fue Montserrat Font, directora financiera de la entidad.
Neymar, sin sustituto
Neymar Junior abandonó el Barça en 2017 cuando el PSG abonó su cláusula de rescisión: 220 millones de euros. El club escogió dos opciones para cubrir la baja del extremo brasileño. Primero llegó Ousmane Dembelé, del Borussia Dortmund, por 105 kilos más 40 en variables. En sus dos temporadas y media, solamente ha disputado un tercio de los partidos y se está recuperando de su octava lesión.
En enero de 2018, la apuesta de Robert Fernández fue Philippe Coutinho. La estrella del Liverpool daba el salto al Camp Nou por 120 millones de euros más 40 en variables. Durante el curso y medio que vistió de azulgrana ni se adaptó ni se le supo encontrar su sitio. No era ni un extremo ni un interior, como quería la secretaría técnica. Actualmente juega cedido en el Bayern de Múnich.
Una foto de Coutinho entrando al partido ante la Real Sociedad por Dembelé / EFE
La tercera bala llegó este julio envuelta de polémica. El Barça pagaba la cláusula de rescisión -120M- de Antoine Griezmann, del Atlético de Madrid. Aunque no es un extremo, su función es la de ocupar la banda izquierda del ataque. Poco a poco se ha ido adaptando al vestuario y las bajas han provocado que sea imprescindible ahora mismo. Muchos millones -más de 350 en total- para suplir a Ney.
Otros episodios judiciales
El caso Neymar Junior sigue dando tumbos en los juzgados. Continúa abierto el caso penal contra el grupo de inversiones brasileño DIS, que tenía el 40% de los derechos del brasileño, a lo que se suma una nueva reclamación del Santos. Quieren que el club abone 4,5 millones de euros por la disputa de uno de los amistosos.
Otro de los escándalos que ocuparon todas las portadas fue la reapertura del caso del trasplante de hígado de Eric Abidal. La Audiencia Provincial de Barcelona reabrió el caso al considerar que puede haber indicios de delito y que se deben practicar las diligencias reclamadas por el Ministerio Público y la Organización Nacional de Trasplantes.
Eric Abidal llega a los juzgados de Barcelona junto a su abogado, Carles Monguilod / EFE
Otro nombre propio que se vinculará al mandato de Bartomeu es el de Jaume Roures, propietario de Mediapro. Se abrió una causa judicial por un presunto incumplimiento del contrato por espacio publicitario y por un supuesto espionaje con Sandro Rosell. El club salió absuelto, el expresidente no.
Los dos meses de 2020
El FC Barcelona ha tenido un inicio de 2020 catastrófico. En poco más de tres meses, prácticamente todas las esferas del club culé se han visto afectadas por una serie de decisiones polémicas y una errática planificación. El club azulgrana no gana para disgustos.
Primero se tocó el ámbito deportivo. Ernesto Valverde fue destituido de manera sorprendente tras caer en la Supercopa de España. Salieron varios nombres para reemplazarlo -Ronald Koeman, Mauricio Pochettino, Xavi Hernández…- pero el escogido fue Quique Setién. Al cambio de entrenador se sumó un fatídico cierre de mercado. Cuatro futbolistas del primer equipo abandonaron el Camp Nou y no llegó nadie. Solamente se firmó Trincao, que debe incorporarse en julio.
El Barça despide a Valverde con este montaje de una foto suya / FCB
A esos problemas, se tiene que sumar el rifirrafe de Messi con Eric Abidal por acusar a los jugadores de relajarse y no competir como es debido. Uno de los últimos escándalos -y el que más está dando que hablar- es el caso Barçagate, el contrato que relaciona la entidad con la empresa de monitoreo de redes i3 Ventures.
Hace ya varias semanas, el club anunció un nuevo referéndum para reaprobar el Espai Barça. Su precio se ha visto incrementado exageradamente, más de 800 millones de euros, y se consultará con todos los socios. La obra farónica del presidente puede quedar completamente parada -por ingresos o por decisión de los socios- en su último curso de mandato.
El paso de Bartomeu por el Barça es más que movido. En este artículo solamente hemos repasado aquellos episodios más convulsos de su etapa pero hay otros que muchos socios no olvidarán como puede ser el intento frustrado de cambio de escudo, los problemas con los despidos de los entrenadores del filial y otras decisiones que arrastran polémica.