La salida de Ernesto Valverde del FC Barcelona fue, cuanto menos, traumática. Estuvo mal gestionada. Más allá de si debía seguir o no, el club no le dio la despedida que merecía. Negoció a sus espaldas con otros entrenadores, tantos como pudo, y acabó anunciando su destitución a través de un comunicado breve y escueto que se hacía corto para un técnico que logró dos Ligas en dos temporadas. El Txingurri en su carta de despedida y Setién en su presentación fueron bastante más elegantes. Incluso Bartomeu se vio obligado a pedir disculpas de forma tímida.
La mala gestión de la salida del preparador extremeño trajo consigo las negociaciones fracasadas con Xavi. Abidal y Grau le emplazaron a coger las riendas del equipo de inmediato, le presionaron y, tras mucho pensarlo, el egarense dijo 'no'. Que una leyenda del club como el catalán rechace regresar es un golpe muy duro para la imagen de la entidad y de la propia directiva.
Y no fue la primera vez. El pasado verano, tras la destitución de Pep Segura, el FC Barcelona ofreció a Puyol el cargo de mánager general. Tras mucho tiempo de reflexión, el eterno capitán rehusó regresar ahora por estar inmiscuido en otros proyectos. Un Puyol que, por otro lado, ya se marchó en 2015 tras unos meses vinculado con la secretaría técnica y justo después del despido de Zubizarreta.
Neymar y sus jardines
Resulta impactante que una junta que siempre ha tratado de medir bien sus pasos y no meter la pata, se meta en jardines como los mencionados anteriormente. Y la cuestión es que no es la primera vez. El rey en esto de los jardines es un Neymar Jr que ha dado que hablar desde el día que llegó hasta hoy.
Su fichaje pasó de ser un triunfo ante su eterno rival, el Real Madrid, a un marrón. Con el paso del tiempo se desveló que el traspaso no había sido tan barato como el FC Barcelona había informado. Sandro Rosell pasó del "57 millones y punto" a dimitir en tan solo dos días, medio año después de que se cerrara la incorporación del brasileño. Hacienda reclama ahora 8,4 millones de euros al club azulgrana, que fue condenado por delito fiscal. Todas las estimaciones apuntan que la operación Neymar rondó los 100 millones.
Bartomeu en la última renovación de Neymar / EFE
El espectáculo fue aún mayor en 2017, cuando Neymar dejó el Camp Nou por la puerta de atrás. En julio salió a la luz que el PSG estaba dispuesto a pagar la cláusula y Jordi Mestre, entonces vicepresidente --dimitió este verano--, se envalentonó y aseveró que el extremo se quedaría "al 200%". Pocas semanas después se concretaba su marcha.
Entonces, Ney demandó al club por impago de la prima de renovación y, aún y así, el FC Barcelona intentó su fichaje el pasado verano, viajes a París mediante. A todo este entuerto hay que añadir que los supuestos relevos del carioca, Dembelé y Coutinho, no lograron brillar. Griezmann está en ello. Todavía está pendiente de resolución el último juicio Barça-Neymar.
Griezmann
El delantero francés es capítulo aparte. La entidad azulgrana perseguía su fichaje desde hacía años, y en 2018 estuvo a punto de lograrlo. Para anunciar su decisión, el ariete no tuvo mejor idea que realizar un documental en el que rechazaba al FC Barcelona. Meses después, pese a todo lo que ese vídeo había supuesto, los catalanes volvieron a la carga y, esta vez sí, cerraron un acuerdo con Antoine. El Atlético denunció y todo se acabó resolviendo con un pago de 15 millones por los derechos de tanteo de Saúl, Giménez y otros rojiblancos.
Griezmann celebra su gol al Mallorca/ EFE
No fue el único episodio controvertido del pasado verano. Días antes se producía el intercambio entre Neto y Cillessen con el Valencia para equilibrar las cuentas. El traspaso fue duramente criticado por la afición, pues consideraba que el neerlandés era mejor arquero que el brasileño y que era exagerado pagar prácticamente el mismo precio.
Escudo
En un apartado más social, también levantó ampollas el rediseño del escudo. Bartomeu y su junta directiva quisieron modernizar el escudo y propusieron la modificación en la Asamblea de 2018. El cambio debía someterse a votación, pero las quejas de los compromisarios en el turno de intervenciones provocaron que se retirara la votación del orden del día. Fue algo inédito.
La propuesta de remodelación del escudo del Barça FCB
A todos estos episodios hay que añadir otros como el duelo contra Las Palmas del 1 de octubre de 2017, que acabó con las dimisiones de Carles Vilarrubí y Jordi Monés, o el breve regreso de Víctor Valdés. Bartomeu siempre ha tratado de no crear controversia y a la vista está que no lo ha logrado.