A mediados de la semana pasada se hizo público que el Grupo Mediapro, de Jaume Roures, abandona el concurso de la Real Federación Española de Fútbol para la adjudicación de los derechos domésticos de la Copa del Rey, así como la comercialización de estos en Europa y el resto del mundo para los próximos dos cursos.
La competición empieza a mediados del próximo mes y todavía no se sabe dónde se verá. El primer concurso se declaró desierto y hace unas semanas se abrió otro. Si no hay ninguna oferta que satisfaga al organismo que dirige Luis Rubiales, se podrá negociar individualmente con cada operador.
La empresa catalana explica que ha abandonado la puja porque “una vez más ignora las normas para llevar a cabo su criterio discrecional en abuso de su posición de dominio”. También explicaron que fueron ellos quienes presentaron la mayor oferta económica y que “han decidido no seguir colaborando en este simulacro orquestado por la RFEF”.
Fin del segundo concurso
El pasado viernes se puso fin al segundo concurso para llevarse los derechos televisivos de la Copa del Rey. Las últimas informaciones apuntan que la RFEF no se ha movido de sus intenciones y sigue queriendo ingresar 45 millones de euros por temporada de emisión, hecho que Mediapro califica de “desorbitado y fuera de mercado”.
Jaume Roures en un acto de GOL TV / Twitter
A falta de comunicado oficial, Luis Rubiales y su equipo pueden entrar a negociar individualmente con cada compañía. Esta medida hace que se dude de la trasparencia y el buen hacer del que alardea la federación. A dos semanas del inicio, tienen un gran problema entre manos.
Los problemas
Si finalmente no se venden estos derechos podrían dejar un gran agujero en las cuentas de la Federación. Hay la posibilidad por Real Decreto-Ley que se vendan junto los derechos de retransmisiones de fútbol. El organismo de Rubiales se quedaría solo con un 10% de lo que abone el nuevo propietario de la Copa. La Liga ya ofreció 17 millones de euros a cambio de la explotación de esos derechos. Pero se rechazó.
Otro de los problemas que tiene que afrontar la RFEF es que esta edición cuenta con menos partidos pues se disputa a un solo encuentro las eliminatorias hasta llegar a semifinales. También se tiene que tener en cuenta que, el próximo 18 de diciembre, hay un Barça-Real Madrid que captará toda la atención.
Leo Messi y Dani Carvajal en un clásico de la pasada temporada / EFE
De momento todo son dolores de cabeza para Rubiales que ve como uno de sus mejores compradores abandona la puja. Ahora quedan opciones contadas antes de entrar en una situación límite. Será casi imposible conseguir los objetivos que se había marcado la RFEF hace unos meses.