El directivo del Barça que más se mosqueó en Praga

El Barça ya es líder de grupo de la Champions League en solitario. Con la victoria de este miércoles en Praga ya suman siete puntos de nueve posibles. El Inter ganó al Borussia Dortmund y ambos suman cuatro puntos en tres partidos. El reto de este miércoles no fue nada fácil.

El partido parecía un trámite visto los primeros minutos. Leo Messi avanzó a los culés solo empezar el encuentro y hubo buenas ocasiones para marcar el segundo tanto antes del descanso. Los culés perdonaron y casi lo pagan caro. A principios de la segunda parte, minuto 50, los checos firmaron el empate.

Los jugadores del Barça celebrando el primer gol contra el Slavia en Champions / FC Barcelona

Los jugadores del Barça celebrando el primer gol contra el Slavia en Champions / FC Barcelona

Siete minutos más tarde, los de Valverde se volvían a avanzar con un gol en propia puerta. Entonces empezaron los peores minutos de los culés. El equipo se cerró atrás y todo fueron ofensivas de los locales. Estuvieron cerca del tanto del empate en varias ocasiones.

Se vemos los datos queda claro como sufrió el Barça. La posesión estuvo muy disputada -48% de los locales por 52%-, también dispararon bastante más: un total de 24 disparos totales de los cuales nueve a portería. Ter Stegen tuvo que intervenir en un total de ocho ocasiones siendo el hombre del partido.

El directivo que más sufrió

Quien no pudo contener los nervios en el Eden Arena fue uno de los directivos más activos. Este era Jordi Moix. El vicepresidente tenía una manta que les dieron los locales para vencer al frío, pero su enfado fue tanto que en los últimos minutos la lanzó con rabia contra el suelo a la vista de todos.

El directivo catalán no veía clara la victoria y sufrió hasta el pitido final. Antes estuvo presente en la presentación de la réplica de la Copa Mitropa, una competición intercontinental que disputaban los equipos de la Europa Central e Italia. Desapareció en 1992.

Bartomeu, también de los nervios

Más comedido que su compañero estuvo el presidente Josep Maria Bartomeu, sentado al lado de Ales Rebicek, presidente del Slavia de Praga. Estuvo muy nervioso durante toda la segunda parte. También lo acompañaba Silvio Elías, vocal de la junta directiva, que se llevó las manos de manera ostensible a la cabeza en varias ocasiones.

Los directivos del Barça no están convencidos con las actuaciones del equipo fuera de casa. De esta manera no se levantará la Champions League, el gran objetivo del presidente y de la plantilla. Los fantasmas de Roma y Liverpool no han desaparecido todavía.