Los jugadores del Reus se plantan. La situación que vive el club a nivel económico y deportivo es insostenible, y tras meses de espera, los integrantes de la primera plantilla del club catalán anunciaron este viernes que pasada la jornada de este fin de semana, en la que reciben al Córdoba en casa, los jugadores rescindirán de sus contratos.
En un comunicado oficial firmado por todos los integrantes del primer equipo, los jugadores expusieron los motivos por los cuáles decidieron tomar esta decisión después de meses de espera. "El pasado 29 de octubre debió quedar solucionada la situación, pero el club no cumplió con lo que nos prometió. El problema se ha alargado hasta hoy cuando creemos que ya no hay ninguna salida para que nuestros derechos como profesionales sean garantizados". En otras palabras, acusan a Oliver de haberlos mentido.
Dignidad profesional
Una situación que desde un primer momento se apreció como imposible, pero que la plantilla y el staff técnico asumieron pese a las dificultades que se preveían. "Desde que dio comienzo la temporada, el principal objetivo de los futbolistas ha sido competir con dignidad y exigir que todos los trabajadores del Reus cobrásemos. Sin embargo, ha sido imposible resolver la situación", un escenario que obliga a los jugadores a abandonar el club.
Pese a la proposición de la Liga de hacerse cargo de las mensualidades adeudadas --una opción que los jugadores han rechazado-- se suma el problema deportivo en que una plantilla bajo mínimos debe competir contra equipos con más jugadores y recursos. Además, el descenso del club es inevitable por lo que los futbolistas han decidido abandonar la disciplina de la entidad antes de que esta "una solución parcial" convierta "el día a día del vestuario en un infierno".
Los jugadores del Reus celebran una victoria con su afición / CF Reus
Una decisión que destacan, ha sido profundamente meditada, y que lamentan "profundamente sobre todo por la ciudad, por los empleados del Reus, por una afición que siempre ha estado a nuestro lado y que no se merece este desenlace".
Hombre fuerte en el Barça de Laporta
Una situación insostenible que verá su fin en apenas cuatro días dada la mala gestión de uno de los hombres fuertes de Joan Laporta en su etapa como presidente azulgrana. Joan Oliver, el que fuera el que fuera director general del Barça, se convirtió en 2013 en accionista mayoritario del club. Por aquel entonces la entidad catalana que milita en Segunda División tenía una plantilla formada por 21 jugadores, 14 equipos en las categorías inferiores y Oliver prometió invertir 500.000 euros para subsanar las cuentas de la anterior gestión.
Una promesa incumplida que se ha alargado hasta el borde del abismo y que parece que acabará de la peor forma posible.
Una foto de archivo de Joan Oliver, propietario del CF Reus y exdirectivo azulgrana con Laporta / EFE
Ahora, tan solo cuentan con 16 fichas del primer equipo y el descenso de la entidad, haya o no haya un cambio de rumbo de última hora, es inevitable. Competición impondrá una sanción administrativa que mandaría directamente al club a Tercera División, pero el principal problema es la desconfianza generada en cinco años por Joan Oliver. En agosto prometió poner fin a la situación, pero tres meses más tarde nadie ha cobrado y los jugadores tienen ahora la posibilidad de abandonar la entidad en masa.
Por ello, Oliver se ha quedado sin margen de maniobra. Si el lunes los jugadores no han cobrado, serán libres para abandonar el Reus.
Sin perder la ilusión
Pese a que los jugadores vieron con buenos ojos cancelar el partido frente al Córdoba, La Liga se negó. Un partido que los jugadores han asegurado que jugarán "con total profesionalidad" y que Xavi Bartolo, entrenador del equipo, ha preparado con total normalidad. Asimismo, el técnico rojinegro espetó en rueda de prensa cierto optimismo. El entrenador espera que Oliver encuentre una solución a 72 horas de la fecha límite, una inyección de capital que pueda mantener con vida al equipo hasta final de temporada o al menos para "ganar tiempo".