Una foto de los Boixos Nois en su particular despedida a José Luis Núñez en el Camp Nou / YOUTUBE

Una foto de los Boixos Nois en su particular despedida a José Luis Núñez en el Camp Nou / YOUTUBE

Palco

El artículo más duro contra Núñez y su relación con los Boixos Nois

Un texto mordaz y acertado que repasa las vergüenzas de un presidente cómplice

7 diciembre, 2018 13:19

Los Boixos Nois vuelven a escena. La muerte de José Luis Núñez ha vuelto a sacar a colación algunos de los trapos sucios del empresario catalán, condenado por delito de cohecho –soborno– en 2011. Se han escrito toda suerte de obituarios, unos más punzantes que otros, más o menos crudos, más o menos fehacientes. Entre los de mayor rango se encuentra el que publicó este viernes el periodista Rafa Cabeleira en El País. Un artículo mordaz y acertado que repasa las vergüenzas de un presidente cómplice de los ultras.

José Luis Núñez fue cómplice del fascismo en el Camp Nou. Durante su etapa al frente del FC Barcelona los ultras campaban a sus anchas por el estadio. Los Boixos Nois no solo eran aceptados sino además bienvenidos. Incluso homenajeados.

“Tal era la connivencia entre dirigentes y ultras que en 1997 llegó a guardarse un minuto de silencio en el estadio por la muerte de Sergi Soto, un conocido neonazi con un amplio historial delictivo, muerto unos días antes por una sobredosis”, explicó el periodista de El País.

El reinado del terror de los Boixos Nois

Aquel mismo día un grupo de fascistas agredió con arma blanca a los aficionados pertenecientes a otras peñas del Barça como Sang Culé y Almogàvers, ambos grupos de animación de carácter abiertamente antifascista, y críticos con la directiva de Núñez. La primera se disolvió a los dos días por miedo. Los ataques quedaron impunes y ningún portavoz oficial del Barça osó siquiera condenarlos.

Pero estos hechos no fueron aislados. Numerosos socios del Barça denunciaron episodios similares a lo largo de los años de mandato de Núñez. Los Boixos Nois exhibían esvásticas y portaban navajas tanto fuera como dentro del campo. La violencia se normalizó. El miedo se adueñó del Camp Nou. Todo valía con tal de silenciar a la disidencia.

“Con Núñez al frente del club, los Boixos Nois se convirtieron en los amos y señores de un Camp Nou que regentaban a su antojo, una especie de guardia pretoriana con licencia para amedrentar y hacer negocio al amparo de unos colores representados, en aquel entonces, por el presidente y su junta directiva”, afirmó Cabeleira.

La libertad es una batalla constante

Afortunadamente las cosas han cambiado. Joan Laporta, pese a presentar un historial empresarial tan o más controvertido que el de Núñez, se enfrentó a los Boixos y puso fin a su particular cortijo en el Camp Nou. Fue valiente y los venció. Y vale la pena reconocerle el mérito. Porque desde entonces se respira un ambiente más sano en el coliseo azulgrana.

Los Boixos se despiden de Núñez

Ahora bien, conviene no dar ni un paso atrás. Los Boixos Nois volvieron a intentar cobrar protagonismo este martes durante las exequias a José Luis Núñez. Las bengalas y su parafernalia ultra enturbiaron el memorial organizado por el club a su expresidente. También causaron disturbios en la previa al clásico y en la visita a Vallecas el pasado 3 de noviembre.

El repunte del fascismo es una realidad. Crece como la mala hierba cuando no se la combate. De ahí la importancia de la memoria histórica también en el Barça.