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Pere Gallego es agente de deportistas profesionales en la agencia YouFirst, también trabajó en la sección de baloncesto del Barça, en el departamento de scouting, y, además, es un experto conocedor del Congo. Ha viajado de manera recurrente al país con el que el FC Barcelona ha firmado uno de sus últimos acuerdos de patrocinio, que ya luce en la camiseta de entrenamiento del primer equipo. Esos viajes fueron a raíz de su relación con Serge Ibaka, uno de sus principales representados, cuya carrera ha manejado junto a Jordi Vilà desde que el pívot hispano-congoleño era muy joven. En la entrevista que viene a continuación, Gallego nos habla de su experiencia en el Congo poco después de hacerse oficial el polémico acuerdo que a mediados de agosto desembocó en pintadas por parte de un grupo de activistas en la Store del Barça en Passeig de Gràcia.  

P: El FC Barcelona acaba de cerrar un acuerdo para llevar el nombre de la República Democrática del Congo en su camiseta de entrenamiento por el que cobrará 11 millones anuales durante cuatro temporadas. 44 millones en total. A pesar de que el importe es muy significativo y puede ser muy beneficioso para las arcas del club, se ha generado cierta polémica por los valores que representa este acuerdo, teniendo en cuenta que el Congo es un país que está en una situación democrática, cuanto menos, cuestionable, y que debido a la situación de pobreza del país da la sensación de que podrían tener otras prioridades para invertir el dinero estatal. ¿Qué opinión tiene sobre este acuerdo y estas sinergias entre el Barça y el Congo?

R: Bueno, la verdad que hablar específicamente del acuerdo sin conocer los detalles es muy difícil. Lo que sí que te puedo comentar es que he estado como 25 o 30 veces en los dos congos. El acuerdo del Barça es con el Congo Kinshasa, el Congo belga, que es el Congo grande. Se trata de un país enorme, cinco veces más grande que España, con más de 100 millones de habitantes y que tiene un potencial deportivo increíble por las características físicas del jugador congoleño, con una capacidad atlética muy grande y también con una capacidad de superación de problemas, porque lo viven en su día a día, también bastante importante. Esto les hace ser competitivos e intentar salir de la pobreza a través del deporte.

Pere Gallego Òscar Gil Coy

Creo que es uno de los países con más potencial deportivo del mundo y no sé en qué consiste el acuerdo del Barça, si hay algún tipo de convenio para desarrollar el deporte allí, que sería fantástico porque actualmente no existe ningún tipo de plan de desarrollo deportivo nacional, no hay apoyo a los talentos de ninguno de los deportes, no hay apoyo a ninguno de los clubes punteros, excepto el Mazembe, que juega un poco aparte porque está en una zona en el sur sureste del país, en una provincia que se llama Katanga, muy rica en minerales y el propietario de Mazembe es el señor Moïse Katumbi, que es el gobernador de la provincia, un multimillonario que apuesta por un proyecto privado que no depende de los recursos estatales. Fuera del Mazembe, que es un club relativamente profesional, el resto del desarrollo del deporte es inexistente.

Por lo que dice, imagino que en el Congo se pueden encontrar muchos deportistas con unas condiciones atléticas similares a las de Ibaka...

Exacto, atletas como Ibaka pero de cualquier deporte: baloncesto, triple salto, velocidad... de cualquier deporte que requiera capacidad atlética. Nosotros, en YouFirst, visitamos más de 20 países entre 2007 y 2014, haciendo campus, hablando con las federaciones, trayendo chicos de todo el país, entrenándolos unos días, haciendo formación a los entrenadores... y de esos veintipico países te diría que, sin duda, uno de los destacados es RDC. Tiene una población de 100 millones, de los cuales, seguramente, el 50% son menores de 16 años. Hay mucho volumen de chicos y mucha capacidad natural atlética. Si tuvieran buenas condiciones para entrenar, podrían salir muchos Ibakas. El problema es que en un país cinco veces más grande que España, hasta el 2023 no había ningún pabellón cubierto para jugar a baloncesto. Todo pistas exteriores, todo canchas en la calle y el único pabellón, aparte del colegio americano, se creó para los Juegos de la Francofonía 2023.

"El deportista congoleño es ideal para un club como el Barça por su capacidad atlética pero también por la capacidad de superación de problemas que tiene esta sociedad"

Cuando se habla de intentar desarrollar talentos como Ibaka o como otros talentos congoleños que han salido, tipo Bismack Biyombo o Jonathan Kuminga, hay que tener en cuenta que hablamos de empezar de cero. Todo lo que es infraestructura, lo que es formación de entrenadores, lo que es apoyo económico estatal... es casi inexistente. También, en parte, es normal, porque es un país de los más pobres del mundo en el desarrollo humano. Lleva 30 años en la cola del desarrollo global y, por ende, el deporte de formación no es la prioridad de los gobiernos que han tenido.

Da la sensación de que el Barça, si se lo propone, puede sacar del Congo algo más que un buen acuerdo económico... 

Sin duda. Trabajar en Congo es muy difícil y requiere mucha dedicación, mucho esfuerzo y mucha flexibilidad. Cuando vas allí, crees que las cosas serán de una manera y después son de otra y tienes que ser capaz de ir cambiando el proyecto que tenías pensado inicialmente. Pero ojalá les salga bien, porque la capacidad que tiene el Barça de implementar una metodología de las mejores del mundo en un país donde no hay metodología, sería una fantástica operación para ambas partes. Lo que necesitan en Congo es, precisamente, formación externa para ayudar a que los formadores propios tengan más nivel y que, a su vez, puedan ayudar a desarrollar esos talentos innatos que el país produce a nivel físico y atlético.

El Ministro de Deportes del Congo dijo que, con este acuerdo, pretendían crear al Messi congoleño. Que el nuevo Messi sea del Congo. En el fútbol, ¿cree usted que se podría hacer un buen trabajo? Quizá es un deporte no tan dependiente de las condiciones físicas sino que también se requiere mucha más técnica, talento o habilidad. 

Sí, está claro que la característica principal del jugador congoleño es la exuberancia física. La capacidad que tengan de aprender el método Barça y sumar ese físico privilegiado con unas condiciones técnico-tácticas que les permitan asociarse y jugar en equipo... eso ya es más complicado. Por decirlo de otra manera, veo más fácil producir un Makélélé, por ejemplo, que era también de origen congoleño, o un Pogba, que son perfiles muy físicos, que no un talento puro. Pero también hay que tener en cuenta que si hay 50 millones de niños, vamos a decir que hay niños y niñas al mismo porcentaje, pues hay 25 millones de menores de 16 años. De ese volumen también puede salir un talento que no solo sea físico, sino que también tenga alguna cualidad técnico-táctica especial.

Normalmente es una cuestión de tiempo también. Obviamente es un proceso de formación y requiere de paciencia, pero es interesante ver que, más allá del acuerdo económico, también el Barça podría extraer algo positivo a nivel de formación en un futuro... El caso es que sobre este acuerdo, lo que se dice, o se escucha, es que a nivel de derechos humanos no acaba de encajar con un club que presume de valores. Que esos valores del Barça podrían colisionar con las políticas que se implementan en ese país. Seguramente usted nos lo pueda explicar un poco más en profundidad... por ejemplo, el país, República Democrática del Congo, ¿qué tiene de democrático?

(Risas) Bueno, desde la independencia de Bélgica, que antes era el Congo belga, tuvieron un dictador famoso mundialmente, Mobutu, famoso precisamente por ser un dictador sanguinario y un cleptómano como quizá no ha habido ninguno en la historia mundial. Después hubo un levantamiento donde un militar llamado Kabila derrocó a Mobutu y pasó a ser el presidente. Después fue asesinado y lo sustituyó su hijo, también militar, Joseph Kabila. Con Kabila ya había habido elecciones democráticas y cuando ya llevaba bastantes años hubo una especie de negociación para que diera un paso al lado y entrara alguien nuevo. Ello propició la llegada del actual presidente, Félix Tshisekedi. Es un país que, históricamente, desde que son autónomos e independientes, ha vivido una inestabilidad política y social total. De hecho, tiene un territorio cinco veces más grande que España y hay zonas del país en que no hay ningún tipo de control por parte del Estado.

Históricamente, en la parte este, en dos provincias que se llaman Kivu Norte y Kivu Sur, es donde más noticias salen del Congo porque es una zona llena de yacimientos minerales y hay guerra desde hace 30 años, con todo tipo de crímenes de guerra y violaciones en masa. Es habitual la utilización de menores para convertirlos en militares, que, además van todos drogados. Es una zona casi imposible de controlar porque las milicias son una mezcla entre milicias privadas, milicias patrocinadas por otros Estados colindantes o por Estados del primer mundo que dan apoyo para poder tener un abastecimiento de esos minerales. Y toda esa zona, que además es muy bonita y es donde podrían tener un poco más de potencial turístico, porque está el Parque Nacional de Virunga, tienen un volcán también que está vivo, en erupción, es considerada una de las zonas más peligrosas del mundo. Hace 30 años que hay muchas organizaciones tratando de dar visibilidad a todos los crímenes de guerra que están sucediendo allí y eso es un reflejo de un país que realmente no está 100% controlado por el Estado. El Estado controla, como puede, la capital, que ya son 20 millones de personas, de las cuales 19,5 son pobres o muy pobres. La mayoría de la población congoleña sale por la mañana cuando sale el sol y no sabe de qué va a comer ese día.

Está narrando una realidad dramática que, entiendo, afecta a la mayoría de la población...

El 80-90% de la población tiene dificultades para pasar el día. Menos la gente que trabaja en el banco o en la empresa de telefonía o en alguna empresa petrolera o de recursos minerales... Es un país dónde, con tanta inestabilidad, es muy difícil establecer proyectos sólidos que salgan como esperas. Hay mucha necesidad del día a día, incluso también a la hora de formar a los propios jugadores. Son chicos que igual para ir a entrenar de aquí hasta allí no tienen los 30 céntimos que cuesta el transporte, o el transporte se queda bloqueado porque ha pasado cualquier cosa en la carretera, o ha llovido y se quedan enfangados y el chico no llega a entrenar... o el papá necesita que se vaya a vender mandioca y no puede venir a entrenar. Las dificultades para operar en Congo son muy grandes.

Son unos pocos muy ricos, estamos hablando de medio millón de personas quizá, y casi 20 millones de pobreza...

Eso solo en la capital, sí. De los 20 millones de la capital, solo medio millón son ricos y todo lo demás es pobreza. Tienes que tener en cuenta que más del 60% del país es selva. Son agricultores que viven de lo que puedan conrear y vender en el mercado bajando el río.

Dice que los niños, la mayoría, se ven obligados a ir a las milicias y los drogan. ¿Eso es fuera de la ciudad?

Sí, es a como 2.000 kilómetros de la capital. Es una zona donde entiendo que el Barça no operará. Pero sí, se utilizan niños como arma de guerra. Está muy documentado todo el tipo de atrocidades que se producen en esas dos provincias tan ricas del este del Congo. Ahora hay un acuerdo entre Estados Unidos y el Congo, precisamente desde hace un par de meses. Un acuerdo que afecta a República Democrática del Congo y Ruanda, que es un aliado americano histórico desde hace 30 años, después del genocidio. La buena relación de Trump con Ruanda ha propiciado un acuerdo para intentar que haya un poco más de paz en esa zona, al menos aparentemente, a cambio de que la República Democrática del Congo le dé concesiones mineras a Estados Unidos, que ya sabemos cómo se las gasta el amigo Trump. Congo podría ser un país súper rico y con un nivel de vida tranquilo para todos sus habitantes, porque es uno de los países más ricos del mundo en cuanto a su subsuelo, pero, por desgracia, es al revés, es uno de los países más pobres del mundo, donde la gran parte de la población sufre para pasar el día.

"Llevan 30 años con crímenes de guerra, violaciones en masa y niños militares a los que drogan"

Ya no te cuento lo que hemos vivido nosotros... Con Ibaka hemos tenido colaboraciones con orfanatos, con su fundación, colaboraciones con hospitales... y la situación ya no de pobreza absoluta, sino de precariedad, incluso te diría de crueldad, es máxima. Hay excepciones, pero hasta el del orfanato hace negocio de la manera que toque. Y el del hospital, pues lo mismo, y si llegan medicamentos, pues me robo los que puedo, y los que no me robo los revendo al paciente, y si el paciente no tiene dinero, pues siguiente. Hay un sentimiento de supervivencia muy desarrollado, lo que provoca que, a veces, haya muy poca humanidad y, evidentemente, muy poca generosidad. Hay países africanos musulmanes donde, a pesar de que la pobreza pueda ser parecida, hay un mayor sentimiento de compartir y de comunidad. Y la familia, por ejemplo, que le va bien del barrio, pues donde comen 7, comen 27. Y se comparte un poco más. En Congo es supervivencia pura y dura. Eso, para el punto de vista de alguien occidental, te choca y te duele, porque ves que en realidad es una sociedad que ya está tan contaminada, que ya es inmune al dolor de los demás. Y el dolor es para todos y yo me intento salvar. Y si salvándome tengo que hacer daño a alguien, la vida es así...

Digamos que hay tanto dolor y tanto sufrimiento que ya se ha normalizado, ¿no? Pero supongo que más allá de la extrema pobreza, también se dan muchos casos de corrupción. ¿Un nivel de corrupción tan alto que está normalizada también?

Totalmente, porque al final es el mismo instinto de supervivencia que produce la corrupción. El policía que te para en el semáforo, bueno, a mí me ha pasado de todo, personalmente, pero es que igual lleva 6 meses sin cobrar del Estado. Y tiene su familia, tiene su casa, aunque sea humilde, y quiere tomarse su cerveza. Entonces, al final, todo el mundo se busca la vida. Y no hay compasión.

Da la sensación de una imagen, por lo que dice, de que a pesar de ser muy pobre, es también una sociedad muy egoísta... 

Bueno, es muy egoísta desde nuestro punto de vista, pero para ellos es supervivencia pura y dura. Es la ley de la selva y el que no te come es comido. Entonces, al final te acostumbras, te choca y te duele, porque para nosotros es difícil de asimilar que haya tanta crudeza y tanto egoísmo y tanta maldad. Hay un libro muy famoso que antes comentábamos, de Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas, donde explica un viaje a Congo, un viaje ficticio, pero una parte muy importante del libro o conceptual es hasta qué punto llega la maldad humana. El libro está inspirado en esa época del Congo belga colonial, con atrocidades también increíbles por parte de los belgas. Pero después viene a decir que cuando tú eres tratado así, al final esa maldad entra en tu cuerpo y forma parte de tu ser. Y explica cómo en Congo esa maldad está mucho más al aire libre, en el día a día.

Pere Gallego Luis Miguel Añón

Esto es un libro de hace 125 años, el Congo ha evolucionado mucho también, también hay progreso, pero sí queda esa sensación de supervivencia máxima, donde si hay que hacer algo para sobrevivir y pasar el día, o para que mis hijos coman, hay que hacerlo. Por otra parte, son una sociedad muy divertida, muy alegre, muy fiestera, les gusta mucho la música, beber cerveza, salir. Es un contraste increíble. Por ejemplo, en Francia, muchos de los cantantes más famosos, especialmente en rap, son de origen congoleño, y hay cantantes congoleños que son artistas top africanos, y tienen una tradición cultural musical de más de 50 años. Ese sufrimiento lo canalizan a través de la música, del baile, del estilo de vestir, la fiesta... hay barrios, especialmente un barrio en Kinshasa, que no duerme nunca. Es una sociedad contradictoria en ese sentido, que en vez de estar sufriendo y apagados, sufren, sufren, sufren, y después sacan todo el talento cultural a través de la música y de la fiesta.

Muy interesante esta radiografía. Me imagino que esta maldad que usted describe es especialmente entre ellos. En cambio, a un europeo como usted lo deben llevar en volandas... ¿no? Quiero decir, que al no estar acostumbrados a personas europeas, lo ven como algo exótico, como sinónimo de dinero y, por ende, como alguien a quien hay que tratar especialmente bien... 

Es cierto que yo he he tenido la suerte de tener buenos anfitriones, gente que tiene buenas posiciones, que ha tenido buena educación y que también me han facilitado un poco el conocimiento del país. Y también he tenido una posición, entre comillas, de privilegio de estar más o menos bien protegido. Cuando he tenido alguna situación incómoda, que me han pasado muchas por esto que hablábamos, de tener que sacar provecho económico de la situación que se te presenta, me han detenido varias veces, especialmente en temas fronterizos o cruzando el río... Y ahí siempre he tenido la capacidad, como ya sé cómo funciona, de estar tranquilo, de hablar con la persona adecuada y enseñarle mis contactos y que después se olvidaran del tema. Pero no es por un respeto al blanco, digamos, porque blancos también hay históricamente, de hecho eran belgas, sino por un poco aprovechar la oportunidad de si alguien te puede proporcionar la comida de ese día, pues intentar de alguna manera sacar ese provecho. Y después la maldad que estábamos hablando, la maldad existe y está presente en el día a día, pero también hay mucha gente que trabaja, mucha gente que se esfuerza, muchos niños que hacen un montón de kilómetros para ir al colegio, también hay gente que tiene buenos valores y quiere ser diferente de lo que ha vivido el país.

"Ibaka robaba comida con 13 años para sobrevivir" 

Es un país que tiene muchas contradicciones, al final son tantos millones de habitantes, no todos son iguales, pero sí que hay un sentimiento de... ante tanta dificultad, tengo que sobrevivir. Y ese sobrevivir algunos lo toman por el lado bueno, como Serge Ibaka, que a los 13 años vivía en la calle y dormía en un parking público, en abierto, y cuando acababa de comer la gente en los restaurantes, robaba comida o entraba para llevarse las sobras, entonces él podía haber cogido un camino de convertirse en militar o de robar, y en vez de eso se iba cada mañana a recoger botellas de plástico, llevarlas al reciclador y con eso tener un poco de dinero para comer, y mientras tanto entrenaba al baloncesto. Y el baloncesto es lo que al final le llevó a tener una vida exitosa y a cambiar la vida de él mismo y de su familia. O sea que también hay mucha gente que se esfuerza y que intenta cambiar su realidad, pero también, con tanta pobreza, te encuentras gente que coge otros caminos o que no tienen una familia estructurada que les pueda ayudar a que vayan por el camino correcto. Es una sociedad heterogénea, no todo el mundo es de esta manera que hablábamos.

¿El gobierno realmente está focalizado en cambiar esa realidad o es un gobierno que está de espaldas a la situación que se vive en el Congo?

Yo me baso en lo que me explica la embajada española, históricamente las posiciones de poder han tenido el mismo sentimiento de supervivencia. Ahora estoy aquí, mañana no sé si estaré vivo, si estaré muerto, mañana no sé si seré ministro o no, entonces aprovecho todo lo que puedo hasta que no esté en esa posición. Como esa corrupción es generalizada, institucionalizada y histórica, y no te diré que aceptada, pero sí reconocida, al final las personas que están en posiciones de mando piensan más en ellos mismos que en el desarrollo del pueblo, por desgracia. La democracia es muy joven todavía allí, la democracia real, y seguramente para que esto cambie hace falta algunas generaciones de gente de este estilo que hablamos, de gente que tira para adelante, que no se va por el camino difícil, que se forma y que realmente quiere dar un cambio a su país. De momento, de manera general, estamos lejos de conseguirlo, aunque puntualmente pueda haber acciones pensadas en favor del pueblo, pero culturalmente todavía nos queda mucho para que lleguemos a eso.

"La corrupción en Congo es generalizada, institucionalizada, histórica y reconocida"

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