Javier Tebas, presidente de la Liga, en una imagen de archivo

Javier Tebas, presidente de la Liga, en una imagen de archivo LALIGA

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El control económico de la Liga ahoga a los equipos españoles mientras la Premier se divierte

El organismo presidido por Joan Laporta tiene unas estrictas normas financieras que no permiten a los clubes asentar sus proyectos

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El mercado de fichajes estival de los clubes de La Liga ha sido agónico. Mientras, en la Premier League se han movido indecentes cantidades de dinero. Elencos históricos del campeonato español han tenido que desprenderse de futbolistas vitales, como el Getafe de Uche o el Sevilla de Lukébakio recientemente, para poder inscribir a todas sus plantillas. El Real Betis ha tenido que regatear hasta la saciedad para llegar a un acuerdo por un Antony apartado del Manchester United. Por otra parte, el Liverpool se ha dejado 150 millones de euros en Alexander Isak.

El control financiero es una herramienta importante. Gracias a su existencia, se pueden evitar situaciones como en 2013. El Rayo Vallecano hizo la mejor temporada de su historia, tras quedar octavo y clasificarse para la Europa League. Sin embargo, al estar en concurso de acreedores, la UEFA decidió no concederle la licencia para jugar el campeonato continental. Limitar la acción de los clubes evita deudas masivas. Sin embargo, el nivel de exigencia del organismo presidido por Javier Tebas angustia a los equipos.

No asentamiento de proyectos

Las exigencias del ente organizador no ayudan nada. Su poca laxitud hace que los equipos estén desmontándose. No obstante, no solo clubes en mala situación deportiva, sino también proyectos importantes. Sin ir más lejos, recientemente, el Villarreal -- 5º clasificado en liga la temporada pasada -- ha dejado marchar a Yeremy Pino por 30 millones de euros rumbo al Crystal Palace -- 12º de la Premier el curso anterior --. El Real Betis, que lleva años in crescendo, no pudo retener en 2024 a Fekir, que se fue libre a Emiratos Árabes por necesidad del cuadro andaluz.

Yeremy Pino en su presentación con el Crystal Palace

Yeremy Pino en su presentación con el Crystal Palace CPFC

El caso del FC Barcelona es también uno de los más claros. En el verano de 2021, tuvo que devaluar su plantilla de forma muy notable para cuadrar cuentas. Años después, vendió activos valiosos de la entidad para entrar en la talla que le exigía La Liga. Cuatro veranos después, otra vez ha vivido con la angustia hasta el final para poder inscribir a toda su plantilla. Esto, además, siendo una de las cabeceras del producto del campeonato español.

Joan Laporta y Hansi Flick

Joan Laporta y Hansi Flick FCB

El fútbol inglés

La Premier League es la competición futbolística de clubes más prestigiosa. Antes, ese honor lo tenía La Liga. Sin embargo, hace tiempo que ya no es así. Los clubes de España devalúan su talento, como Cristhian Mosquera, cuyo valor de mercado es de 30 millones de euros pero se fue al Arsenal por la mitad; para que los números le salgan. El Barça reforzó su delantera con Marcus Rashford, descarte del Manchester United, como cedido, porque difícilmente podría alcanzar una opción más competitiva.

Marcus Rashford supera rivales durante el Rayo-Barça en Vallecas

Marcus Rashford supera rivales durante el Rayo-Barça en Vallecas EFE

Por otra parte, los futbolistas ven como una meta acabar en el campeonato inglés. Sirve para el caso el mencionado Yeremy Pino, que pasará de jugar la Champions League con el Villarreal a la Conference con el Crystal Palace. Solo el Barça y el Real Madrid, sustentados por su prestigio, pueden evitar esta fuga de talentos. Sin embargo, Javier Tebas se llena la boca de palabras vacías al hablar de que La Liga es "la mejor del mundo".

Javier Tebas, presidente de la Liga, en un acto de la Federación Española de Fútbol

Javier Tebas, presidente de la Liga, en un acto de la Federación Española de Fútbol EFE

Futuro incierto

El presente es doloroso. Ver cómo los clubes no pueden disfrutar de todos sus jugadores en la primera jornada es surrealista. No se trata de un caso aislado, sino que son muchos los que hacen malabares sobre la bocina. Sin embargo, ¿hacia dónde va esto? ¿Qué futuro le espera a los equipos españoles? Estas devaluaciones, económicas y de plantilla, tendrán consecuencias. Quizás, cuando Javier Tebas se quiera dar cuenta, la competencia de la que un día fue la mejor liga del mundo es la Ligue 1.

Javier Tebas, durante la Gala del Altruismo, en Brunete

Javier Tebas, durante la Gala del Altruismo, en Brunete EFE

El control económico debe existir, pero tiene que ayudar a los elencos. No debe tratarse de normas infranqueables, sino que deben ser amoldables para que los equipos puedan alzar el vuelo. No se trata de cumplir con unas cifras económicas que marcan el supuesto bienestar si esa salud no se traslada a todos los ámbitos de las entidades. El fútbol no entiende de números.